Vivienda - Inmobiliario

Dos estudiantes universitarios se mudan a un autobús averiado porque el precio del alquiler no les permite vivir en una habitación: "Una opción mejor y más asequible"

Los estudiantes británicos que viven en un autobús | Foto: Emma Trimble/SWNS

elEconomista.es

El problema de la vivienda ha alcanzado tal magnitud que una habitación se alquila por lo que antes eran pisos enteros, y no parece que la situación vaya a mejorar en el corto plazo. Aunque los expertos no quieren hablar todavía de burbuja inmobiliaria, lo cierto es que los precios ya están por encima de los que se registraban en 2008.

Hay incluso quienes se ven obligados a recurrir a alternativas "sobre ruedas", como dos estudiantes británicos que viven en un autobús destartalado para hacer frente a los exorbitantes costes de la vivienda. Se trata de Leo Bevan y Kit Renshaw, ambos de 20 años, un par de amigos que afirman para el diario inglés Mirror que el mercado del alquiler les ha expulsado hasta tal punto que no les quedó otra opción que mudarse a un autobús en desuso.

Lo curioso es que el vehículo antes lo usaba la banda Sugababes, un grupo femenino famoso en los años 90 y 2000. Como lo encontraron abandonado, lo remolcaron hasta un aparcamiento en el que pagan solo 73 libras a la semana, unos 84 euros al cambio.

Haciendo esto calculan que podrán ahorrar entre 2.900 y 4.000 euros cada uno para su próximo año en la Universidad de Oxford, que será el último y prevén que su alquiler aumentará a 10.400 y 11.500 euros respectivamente.

"Yo pagaba 626 libras al mes y me costaba mucho", cuenta Leo, estudiante de literatura y lengua inglesa originario de Cornualles, que continúa añadiendo que su amigo Kit "pagaba 434 libras al mes. Sabíamos que debía haber una mejor manera de vivir en Oxford por menos dinero".

Vivir en un autobús abandonado les permitirá ahorrar

Hasta llegar a esta situación, Leo cuenta que antes vivía en una habitación que "estaba bien, no era la mejor pero tampoco la peor. Me pareció demasiado abarrotada para alguien que prefiere estar solo". Pagaba 8.600 libras al año por una residencia sin cocina durante su primer año de universidad, y 7.500 en un piso compartido al que entró durante el segundo año, cifras que iban a dispararse de cara al último año, por lo que decidió tomar cartas en el asunto.

Y aunque estuvo un mes visitando distintas casas en Oxford pidiendo a la gente si podía aparcar un autobús en su jardín pero, como era de esperar, no hubo suerte, por lo que se decidieron por la opción del aparcamiento.

El otro estudiante, Kit, describe el autobús como "una opción mejor y más asequible". Durante sus dos primeros años como estudiante pagó 10.400 libras por el alojamiento, y tenía que pagar otras 10.000 para el alquiler en su último año, cifra de la que no disponía.

Ahora, incluso contando con la compra y renovación del autobús, esperan ahorran grandes sumas de dinero, de hecho incluso si lo vendieran al terminar sus estudios podrían sacar otro buen pellizco. Dado su deterioro no se puede conducir, así que tuvieron que pagar 1.500 euros para remolcarlo desde Liverpool (donde lo encontraron) hasta Oxford, y otros 3.400 para hacerlo habitable.

Sin embargo, a pesar de haber tomado la decisión de mudarse al vehículo, Leo y Kit tienen que ir a casa de un amigo a asearse porque no hay ducha en el autobús. Aún así y con todo, esperan recuperar la inversión con creces.