Transportes y Turismo

Skoda mira a Talgo para proveer los trenes de la nueva red de alta velocidad de Chequia

Tren Pendolino operado por la operadora ferroviaria estatal checa CD. / Ceske Drahy

Víctor de Elena

La remodelación de la red ferroviaria de la República Checa y los planes para desarrollar un tren de alta velocidad en el país forman parte del listado de motivos por el que la compañía Skoda Transportation y su matriz, PPF Group, ambas originarias de este territorio centroeuropeo, han puesto sus ojos en el fabricante de trenes español Talgo y acudieron a la llamada de rescate lanzada por Moncloa para evitar que acabe en manos húngaras.

La República Checa cuenta con la red ferroviaria más densa del continente. Este pequeño país dispone de 16.000 kilómetros de vías, 6.000 de ellas electrificadas, pero la mayor parte de ellas están anticuadas e impiden superar los 150 km/h. Por esta razón, el Ministerio de Transportes del país decidió hace ya varios años virar su estrategia de movilidad y acordó destinar 27.000 millones de euros a modernizar y expandir la red ferroviaria durante la próxima década.

Un plan a 30 años vista todavía sin empezar

Los planes de Praga contemplan la remodelación y actualización de las redes convencionales mediante la instalación del sistema de señalización ERTMS, con el que la UE aspira a que cualquier tren pueda circular por cualquier país sin barreras técnicas ni físicas. Pero sin duda, su proyecto estrella es la construcción de nueva línea de alta velocidad entre Praga y Dresde (Alemania), uniendo estas dos ciudades en unos 50 minutos.

Este trazado se dividirá en dos tramos: un primero de Praga a Ustí nad Labem, que operará sólo servicios de pasajeros a velocidades máximas de 320 km/h; y un segundo tramo en la Bohemia Central que compartirá tráficos con trenes de mercancías, lo que rebajará las velocidades de paso a un máximo de 200 km/h. El plan contempla la construcción de un túnel de 26 kilómetros bajo los Montes Metálicos que separan la República Checa de Alemania. Las pretensiones del Gobierno checo pasan por comenzar las obras en 2025, aunque la puesta en servicio podría alargarse al 2050.

Este proyecto se expandirá hacia el sureste con vistas a reducir los tiempos de viaje entre la capital del país y la segunda ciudad más poblada, Brno. Para ello, desarrollará un segundo tramo de 90 kilómetros en la región de Vysocina, en las proximidades de la ciudad de Jihlava, cuyos estudios salieron a licitación recientemente. Sólo este trazado central tendrá un coste de 13.000 millones de euros y permitirá recorrer los 220 kilómetros que separan ambos municipios en una hora, frente a las más de tres que se han llegado a tardar en el pasado reciente.

Futura red ferroviaria de alta velocidad de la República Checa y conexiones internacionales, según la planificación de su gobierno. / VRT

Aquí es donde entran en juego Talgo y Skoda. La operadora estatal checa, Ceske Drahy ha adquirido material rodante capaz de circular a 200 kilómetros por hora, y en los últimos años ha iniciado encargos de locomotoras y coches de viajeros capaces de llegar a los 230 km/h. Pero una vez se inicien los servicios en las líneas de alta velocidad, esta compañía necesitará de nuevos trenes capaces de superar los 300 km/h, un material que el actor industrial local, Skoda, no fabrica.

Y los trenes rápidos de larga distancia son la especialidad de Talgo. Su porfolio actual cuenta con dos modelos adquiridos por otros actores europeos: el Avril, adquirido por Renfe y del que ya se está diseñando su segunda generación; y el Talgo 230, encargado por el gigante alemán Deutsche Bahn y su homólogo danés DSB. Estas unidades están compuestas por una locomotora y 17 coches de viajeros capaces de alcanzar los 230 km/h; mientras que los Avril superan los 300 km/h, lo que les hace idóneos para las largas rutas.

Además, este modelo ha llamado la atención del mercado por ser capaz de circular por cualquier tipo de vía, ya sea de ancho ibérico (presente en España), internacional (en todas las rutas de alta velocidad europeas) o incluso el ancho ruso, vigente en los países de la antigua órbita soviética. El proclamado "tren más versátil del mundo", por el que suspira la húngara Magyar Vagon para participar en la reconstrucción de Ucrania y conectarla con los países de la UE, tampoco ha pasado desapercibido para Skoda, dadas las posibilidades que tendría de aumentar su negocio en Europa del Este.

Además de las oportunidades de negocio vinculadas a la gran obra pública, los ferrocarriles checos también disfrutan de un mercado abierto a la competencia en otros servicios como la operación de líneas. De hecho, la española Renfe es una de las que, aprovechando la liberalización de la alta velocidad a nivel europeo, ha tomado posiciones en Chequia adquiriendo el 50% de la compañía Leo Express.

En el país también operan otros actores privados como RegioJet, Arriva GW o Train Regio, que una vez se construya la red rápida, también querrán su parte del mercado, por lo que las posibilidades de encadenar contratos de suministro de material móvil durante la próxima década son muy golosas para los fabricantes, que no quieren dejar pasar ni una oportunidad.

Visitas de Óscar Puente

Conocedor de estos planes, el ministro de Transportes, Óscar Puente, se apresuró a visitar República Checa en los primeros meses al frente del Ministerio con vistas a posicionar a España y sus empresas en este mercado en construcción. Así, Puente acudió el pasado 21 de mayo a un foro empresarial sobre transportes organizado por el ICEX en Praga y se reunió con empresarios españoles, cuya "gran capacidad y experiencia" ofreció al gobierno checo para desarrollar su tren de alta velocidad.

Aprovechando aquella visita también se reunió con su homólogo checo, Martin Kupka, en Praga, encuentro en el que abundó en la "plena colaboración de España en el proyecto checo de alta velocidad". elEconomista.es ha podido conocer que, aprovechando aquel encuentro, Puente dio a conocer a Kupka detalles de las negociaciones con Skoda. Cabe recordar que, unos días antes, varios directivos del grupo checo viajaron a Madrid para conocer las posibilidades de adquirir Talgo. Preguntados por su cooperación en el intento de Moncloa por formular una alternativa a la opa húngara, desde el gobierno checo aseguran haber recibido "información básica" durante la reunión conjunta, aunque niegan estar cooperando en su ejecución: "No brindamos asistencia, no sería apropiado", expresan.