Transportes y Turismo
Talgo lanza su primer programa de pagarés por 150 millones a la espera de los inversores húngaros
- El fabricante busca diversificar sus fuentes de financiación con una emisión de bonos
- Radiografía de la deuda de Talgo: créditos desde 2017 con 18 bancos
- La opa de Talgo barre los consejos de compra entre las ferroviarias europeas
Víctor de Elena
En plenos tambores de OPA, el fabricante ferroviario Talgo ha lanzado su primer programa de pagarés por un valor máximo de 150 millones de euros en el Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF) de Bolsas y Mercados Españoles (BME). Los pagarés a emitir tendrán vencimientos de entre 3 días y 2 años como máximo, y dispondrán de nominales unitarios de 100.000 euros, por lo que el número máximo de valores en circulación no podrá exceder de 150.
Banca March actúa como agente de pago y asesor de la operación y también se encargará de colocar los bonos junto a Banco Sabadell y Renta 4 Banco como entidades colaboradoras, mientras que Garrigues actúa como consejero legal. Una vez comunicadas las intenciones, Talgo dispone de siete días hábiles para que sus bonos coticen en el mercado.
Mediante este programa, la compañía busca ampliar sus fuentes de financiación con el fin de contribuir a su consolidación en un momento clave, enfrascada en la fabricación de grandes pedidos para los principales actores ferroviarios del continente, como la española Renfe, la alemana Deutsche Bahn o la danesa DSB.
A cierre de 2022, el 82% de la facturación de Talgo estaba en manos de sus cinco grandes clientes, algo que destaca el informe de riesgos presentado al mercado. Este documento también alerta de la alta dependencia de los contratos de mantenimiento, cuya facturación neta "se basa en una estimación del número de kilómetros que recorrerán los trenes mantenidos en el futuro".
OPA condicionada al 'sí' de los bancos
La sucesión de dificultades apuntadas en el mencionado documento no parecen haber asustado al grupo húngaro Ganz-MaVag (Magyar Vagon) quien continúa adelante con sus planes de hacerse con el 100% de Talgo a cambio de unos 630 millones de euros, tal y como desveló a cierre de mercado el pasado viernes.
Fuentes próximas a la operación aseguran a elEconomista.es que los húngaros continúan negociando con las entidades bancarias acreedoras de la deuda de Talgo para garantizar que, en caso de que se produzca el cambio de control, no ejercerán la cláusula por la que pueden ejecutar anticipadamente los vencimientos de la deuda.
A cierre de 2022, Talgo acumulaba un endeudamiento de 227 millones sobre los que estaba vigente una cláusula que permite que los vencimientos de pago se adelanten si la compañía cambia a su principal accionista. Según ha podido saber este medio, los primeros bancos consultados no habrían visto ningún inconveniente inicial para autorizar la entrada de los húngaros, al considerar que son solventes y tienen planes férreos para sacar adelante la compañía.
En caso de que los bancos decidan ejecutar anticipadamente los vencimientos de deuda, el grupo húngaro tendría que hacer frente al pago de esta cantidad, lo que elevaría el coste total de la operación al entorno de los 860 millones de euros. Otras fuentes conocedoras de la situación aseguran que, debido a la sucesión de contratos encadenados por la fabricante durante 2023, el endeudamiento es muy superior, al incluir los avales de los mayores contratos firmados en la larga historia del fabricante.