Salud Bienestar

Grifols construirá su central industrial en Barcelona con 360 millones de inversión

  • La farmacéutica comenzará las obras en 2025 y estima que estará operativa a finales de la década
  • Las instalaciones estarán compuestas por varios edificios de unos 5.000 metros cuadrados cada uno
El CEO de Grifols, Nacho Abia

Rocío Antolín , Javier Ruiz-Tagle
Madrid,

En plena oferta pública de adquisición, Grifols robustece su estructura en España. El laboratorio catalán va a construir una central para su área de ingeniería (Grifols Engineering). Esta se encargará de dar solución a los problemas de carácter industrial que surjan en el resto de sus instalaciones alrededor del mundo, así como surtir a terceras compañías. Para llevar a buen puerto este proyecto, la farmacéutica invertirá alrededor de 360 millones de euros, según afirman fuentes internas de la compañía a elEconomista.es.

Esta nueva instalación se va a levantar en una finca que ya posee la farmacéutica de 80.000 metros cuadrados. Es más, albergará varios edificios y cada uno de ellos tendrá cerca de 5.000 metros cuadrados, según añaden las fuentes consultadas por este periódico. Respecto a su ubicación, el lugar escogido es Barcelona, donde ya posee una fábrica. En concreto, se sitúa en Llicá, en la provincia de la Ciudad Condal.

Las obras tienen previsto comenzar el próximo año. Sin embargo, más allá de la infraestructura, las instalaciones no estarán listas para su funcionamientos hasta finales de la década. El motivo es que también requieren que las autoridades sanitaria, tanto la Agencia Europea del Medicamento (EMA) como la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), les otorguen el certificado necesario para poder trabajar.

Uno de los objetivos que persigue Grifols con esta construcción es centralizar sus operaciones. Según fuentes de la compañía, en la actualidad se encuentran dispersos en diferentes naves en distintas instalaciones de su red desde los que se realizan los trabajos.

En la actualidad Grifols tiene una red en España compuesta de dos laboratorios. Por un lado, su planta en Murcia, que se dedica a la fábrica de soluciones de suero salino tras eliminar su área de bolsas sanguíneas para hospitales hace tres años. Por otro lado, se encuentra su fábrica en Parets del Valles (Barcelona), cuya misión principal es el fraccionamiento del plasma. Además, la compañía tiene varias instalaciones en Estados Unidos, Canadá, Egipto o Irlanda, entre otros. Todas ellas, cada vez que requieran alguna ampliación o arreglo, remitirán su petición a esta nueva central, donde se construirán y ensamblarán las piezas (desde máquinas hasta lineales de producción e incluso ampliaciones de edificios) que se requieran para después enviarlas.

Asimismo, la rama de ingeniería de Grifols no solo va a encargarse de las necesidades que surjan en sus plantas, sino también de las de terceros como Takeda, su principal competidor en el mercado plasmático. Hace unos años, la catalana vendió a la japonesa cuatro equipos que se encargan de la apertura automatizada de botellas y bolsas de plasma. Se trata de las máquinas ABO y PBO, que tienen un valor de alrededor de tres millones de euros cada una de ellas. De hecho, dos de ellas se encuentran en instalaciones que tiene la nipona en Europa, concretamente en Austria e Italia.

Los proyectos de ingeniería

En pleno verano la catalana anunció que no seguiría adelante con la creación del centro de investigación inmunológico Pyrenees Inmunology Research Center, proyecto que anunció en 2021. En su lugar, la farmacéutica impulsará su red de trece centros de investigación en Europa y Estados Unidos.

Más allá de esto, la rama industrial de la firma de hemoderivados está trabajando a contrarreloj en tres grandes proyectos. El primero de ellos está en Dublín, donde la farmacéutica quiso construir una nueva fábrica para la que invirtió 150 millones de euros. La compañía catalana realizó este movimiento tras los informes del mercado farmacéutico, que avanzan un crecimiento de la demanda mundial de albúmina del 5% cada año en los próximos cinco años. El montante invertido significa doblar el dinero destinado en Irlanda en sus diez años de presencia en el país de habla inglesa.

Por otro lado, la firma está construyendo una nueva fábrica en Canadá. "Estuvimos allí hace unos meses, todo el equipo se reunió en nuestra planta de Canadá. Puedo decirte que el Capex está avanzando. Podemos esperar ver algo de producción de esta instalación durante 2025", explicó la compañía a sus inversores.

Cabe recordar que la farmacéutica española cerró un contrato bajo el cual se convierte en uno de los principales suministradores de inmunoglobulina (una proteína del plasma sanguíneo) para el país americano en los próximos años.

Por último, Grifols también está inmersa en la construcción de los centros de donación de plasma necesarios para cumplir con el Gobierno de Egipto. Con el país africano se comprometió a se construirán 20 centros y otro de purificación y de dosificación.

Un proyecto al margen de la sanción de la CNMV

La planta que levantará Grifols en la provincia de Barcelona para centralizar sus operaciones industriales no va a verse afectado por la reciente resolución que ha publicado la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Después de varios meses de investigación, el pasado miércoles comunicó que había decidido expedientar a la farmacéutica por ofrecer información inexacta en sus cuentas de resultados anuales. Ahora la compañía tiene que hacer frente a una multa que rondará el millón de euros. No obstante, el laboratorio indicó que la sanción no tendría impacto en sus estados financieros.

La catalana no fue la única que salió escaldada. El agente bursátil también ha expedientado a Gotham City Research y a General Industrial Partners. Ambos cometieron una infracción muy grave que afectó al precio de las acciones de Grifols. La CNMV concluyó que hay indicios fundados de manipulación informativa al introducir en su informe de enero varios elementos sesgados, falsos o engañosos.