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Se insta a todos los padres a tener especial cuidado a la hora de preparar esto a sus hijos: "No proporciona la precisión necesaria"

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elEconomista.es

Un reciente estudio publicado en la revista Science Alert ha revelado que la ambigüedad de muchas instrucciones para la preparación de fórmula infantil en polvo puede hacer que muchos bebés estén expuestos a una bacteria mortal que se transmite a través de estos alimentos.

La investigación fue desarrollada por expertos de la Universidad de Cornell y algunas pautas como la de "hervir agua y esperar cinco minutos" no proporcionan la precisión necesaria para acabar con la Cronobacter, una especie de bacteria resistente a la desecación. Por ello, suelen estar presentes en productos secos como la fórmula infantil en polvo o los tés de hierbas.

Una enfermedad poco frecuente, pero mortal

Si bien este tipo de infecciones son cada vez más frecuentes, en España siguen siendo muy pocos los casos, aunque se trata de una enfermedad muy peligrosa, particularmente para los bebés. Entre las enfermedades que puede causar está la septicemia y la meningitis, llevando en casos más graves a la muerte.

"Evaluamos qué instrucciones ayudarían a garantizar que los cuidadores que siguen una serie de pasos de preparación utilicen agua que mida al menos 158 °F -70 °C-", indicó Abigail Snyder, profesora asociada de seguridad alimentaria microbiana y autora del artículo. Puesto que esta es la temperatura a partir de la cual puede destruirse la bacteria.

"Es importante proteger a nuestros bebés más vulnerables"

Por todo ello, estos resultados muestran la necesidad de perfeccionar las instrucciones, con el fin de minimizar al máximo el margen de error. Por tanto, lo ideal es hervir el agua y verterla directamente en el biberón. Posteriormente, se ha de emplear un termómetro para controlar el enfriamiento del agua hasta que alcance los 74 °C, agregar la fórmula en polvo, agitar bien y dejar reposar la mezcla durante un minuto. Para la seguridad del pequeño, puede enfriarse el envase poniéndolo bajo el grifo.

Cabe destacar, que el periodo de mayor riesgo es "relativamente corto" puesto que las infecciones son más peligrosas durante las ocho primeras semanas de vida del menor. "Es importante proteger a nuestros bebés más vulnerables y este es un caso en el que los cuidadores tienen la capacidad de garantizar que la fórmula sea segura", dijo Snyder.