¡Cuidado en renta fija! Será un año de gran volatilidad
- Los expertos recomiendan ser muy selectivos con los bonos
- El euro, más cerca de la paridad y al petróleo recuperando un 35%
- Las opciones son la deuda corporativa y bonos ligados a la inflación
elEconomista.es
Con la renta variable como la clara favorita para 2016, los expertos muestran más cautela con otros activos. Mucho tiene que ver que los grandes bancos centrales vuelvan a ser el centro de atención, ya que mientras la Reserva Federal irá reduciendo su política expansiva con subidas de tipos, el BCE mantendrá los estímulos con su programa de compras de deuda hasta marzo de 2017. En esta divergencia, muchos analistas alertan de que la deuda puede sufrir en 2016 incluso más volatilidad que este año. Para el cruce entre el euro y el dólar, no hay unanimidad, pero lo que parece claro es que la divisa europea sí que no expertimentará un año tan bajista como 2015. ¿Y el petróleo? El que ha sido otro gran protagonista de este ejercicio podría recuperarse hasta niveles de 50 dólares.
Muy selectivos
El año 2015 ha servido para desmontar el mito de que la renta fija es un activo tranquilo, por eso los profesionales advierten de que hay que acostumbrarse a la volatilidad. Aunque los bonos soberanos de la zona euro seguirán bajo el paraguas de las compras del BCE, los bancos de inversión no ven gran recorrido y optan por la deuda corporativa, con alternativas puntuales y, sobre todo, siendo selectivos. No obstante, puestos a elegir, en soberanos se quedan con periféricos. En España, en concreto, si "vemos un Gobierno que siga con la gran tendencia económica del resto de Europa podríamos ver la rentabilidad del bono español a 10 años por debajo del 1,5% con 60-80 puntos básicos de prima de riesgo", opinan en Banca March.
En general, habrá que vigilar con especial atención el ritmo en las subidas de tipos, cómo avance la inflación, sin olvidarse de la probabilidad de impago de las empresas. Desde Fidelity pronostican un buen comportamiento de la deuda corporativa: "Aunque los fundamentales crediticios se deterioraron de nuevo este año, especialmente en Estados Unidos, la ampliación de los diferenciales en 2015 ha creado oportunidades por valoración".
Los expertos de la firma indican que estos diferenciales se mueven cerca de sus máximos de tres años. "Los bonos con calidad crediticia, los bonos de alto rendimiento y la deuda emergente se perfilan para la recuperación", añaden. También los híbridos (bonos con características de acciones): "Son una de nuestras grandes apuestas en 2016", recalcan.
En lo que parece haber consenso entre las casas de inversión es en que la deuda ligada a la inflación será una clara apuesta para 2016 ante la expectativa de un repunte de los precios. Desde Ahorro Corporación afirman que "los bonos ligados a la inflación ganan atractivo" de cara al próximo año. De igual modo, la deuda flotante podría ser un activo que aporte rentabilidades a las carteras el próximo ejercicio. Tras la subida de los tipos de interés en Estados Unidos, es un activo "que puede recoger ese potencial de subidas de interés", valoran los expertos.
En cuanto a los bonos de alta rentabilidad (high yield) "están menos expuesto a subidas de tipos", consideran desde Banca March, "aunque hay oportunidades interesantes siendo selectivos", añaden. No obstante, desde Renta 4 aconsejan que "las duraciones no deben estar más allá de los 2-3 años, dado que el efecto de subida de tipos en EEUU también llegará antes o después a Europa".
No hay unanimidad sobre el futuro del euro
El 2015 llegará a su fin como el ejercicio en el que el euro ha registrado el segundo año más bajista de su historia frente al dólar, pero, tal y como aseveran desde el departamento de análisis de Renta 4, "el grueso de la depreciación del euro estaría ya materializado en la cercanía de la paridad". La transmisión a la economía real de las medidas del Banco Central Europeo es "uno de los factores que empujará al euro a la baja", indican desde Credit Suisse. Una visión que también comparten en Deutsche Bank: "Las externalidades de las medidas adoptadas por la Fed ayudarán al BCE y al Banco de Japón a lograr sus objetivos de inflación y favorecerán aún más el fortalecimiento del dólar estadounidense frente al euro y el yen". Lo mismo opinan desde AndBank. La perspectiva para el euro/dólar del banco es que este par pueda seguir depreciándose aún más en el futuro.
Por el contrario, desde BNP Paribas Personal Investors consideran que el euro debe tender a recuperar niveles de 1,15 o 1,16 dólares. La divisa comunitaria se apreciaría frente al billete verde hasta recuperar cerca de un 6% desde los niveles actuales.
El petróleo tenderá a acercarse a 50 dólares
Los recursos básicos siguen siendo una apuesta arriesgada, poco aconsejable en general, en opinión de los expertos. Sin embargo, son muchas firmas de análisis las que consideran que, para el año 2016, invertir en petróleo no es tan mala idea, teniendo en cuenta el duro castigo que ha sufrido el precio del oro negro en 2015.
Con el barril Brent europeo en los 37 dólares, rozando mínimos de 2004, el consenso de mercado recogido por Bloomberg cree debería rebotar cerca de un 35%, hasta el entorno de los 50 dólares. Firmas de inversión como Franklin Templeton, Goldman Sachs, Deutsche Bank y UBS consideran que todavía no es el momento de invertir en materias primas, pero sí esperan que en 2016 el mercado del petróleo se equilibrará, lo que impulsará el precio del recurso energético. Desde Goldman Sachs opinan que, a pesar de que sigue existiendo riesgo de caídas en el mercado de materias primas, las expectativas para la industria petrolera son menos negativas". Por ello, la firma recomienda infraponderar el sector de recursos básicos, pero se mantiene neutro para el crudo.
Sobre los metales industriales, desde Deutsche Bank destacan que "todavía tienen que ajustar el descenso de la demanda de China, y sigue habiendo grandes proyectos que inyectan más oferta en el mercado".