Opinión

La Defensa, una oportunidad para el sector tecnológico español

  • El 75% de los españoles respondiese al CIS que la UE debería aumentar su capacidad de defensa
  • España cuenta en la actualidad con más de 400 empresas dedicadas al sector de la defensa que exportan el 80% de su producción
La mayoría de los españoles creen que el gasto en defensa ha sido insuficiente

Luis Izquierdo
Madrid,

Gastar en defensa no ha tenido buena prensa en la historia reciente de nuestro país. A pesar del progresivo avance de la imagen de nuestras Fuerzas Armadas, proporcionado principalmente por la intervención de distintas unidades en numerosas operaciones de mantenimiento de la paz, a una mayoría de los españoles nunca les ha parecido que el presupuesto invertido en los ejércitos era un dinero bien gastado. Hasta ahora.

En el año 2017, el CIS preguntó por el particular. Y aunque más del 30% de la ciudadanía sabía que España gastaba menos que sus principales socios europeos en este capítulo, solo el 17% de la población lo consideraba insuficiente. Al contrario, al 25% le parecía un gasto adecuado y al 22% le parecía excesivo. Esa mirada ha cambiado, lógicamente, tras la invasión de Ucrania y, más recientemente, tras el cambio en la posición en política exterior de los Estados Unidos con relación a sus aliados históricos. Todo ello ha provocado que, el pasado mes de marzo, el 75% de los españoles respondiese al CIS que la UE debería aumentar su capacidad de defensa.

Como consecuencia de las circunstancias, el nuevo Plan Europeo de Rearme abre ahora otras perspectivas a las que los países miembros debemos reaccionar con rapidez. Los planes de financiación adicional, tanto públicos como privados, permitirán inyectar finalmente el capital que en décadas anteriores no ha estado disponible. Y las cortapisas de la opinión pública, como vemos, se diluyen conforme se reafirma la amenaza que supone el comportamiento de los líderes de algunos países en posesión de un arsenal nuclear. Respondiendo a las demandas de la OTAN, el presidente del Gobierno anunció recientemente una inversión adicional inmediata de más de 10.470 millones de euros que permitirán a nuestro país alcanzar un gasto en Defensa equiparable al 2% de nuestro PIB este mismo año. Y el secretario general de la Organización Atlántica, Mark Rutte, alude ya como objetivo a corto plazo al 3,5%.

El reto es enorme y solo será posible afrontarlo si creemos en que podemos lograrlo. Motivos tenemos para ello. España cuenta en la actualidad con más de 400 empresas dedicadas al sector de la defensa que exportan el 80% de su producción. Si unimos el de la defensa al sector de la seguridad y al aeroespacial, todos ellos interconectados, obtenemos una facturación que en el año 2023 superó los 10.600 millones de euros y dio empleo directo a casi 130.000 personas. La mejor demostración de que podemos hacerlo se ha podido ver entre el 12 y el 14 de mayo en la Feria Internacional de la Defensa (Feindef), que ha congregado en Ifema a más de 600 expositores, la mayoría nacionales, pero también más de 150 de otros países. Empresas como INDRA, OESIA o SENER han mostrado sus fortalezas y el conjunto de la feria ha puesto de relieve el potencial de las empresas españolas en el desarrollo de tecnologías de doble uso, con enorme capacidad y posibilidades de aplicación en áreas como la navegación o las telecomunicaciones. Muchas de las que han estado en la feria son empresas de tamaño mediano. Compañías muchas de ellas familiares que llevan tiempo haciendo las cosas muy bien, pero sin haber adquirido ni el tamaño ni el rol que los nuevos tiempos demandan del sector.

Para todos ellos llega ahora el momento de dar un paso al frente. Los más grandes están ya mostrando su apetito por adquirir empresas más pequeñas para aumentar su capacidad y conseguir el tamaño y la complementariedad que les permitan afrontar pedidos de mayor volumen, tanto dentro de España como en el conjunto de la Unión Europea. Pero también disponer de más recursos para seguir investigando y desarrollando nuevos productos con una enorme carga tecnológica. Las empresas medianas deben consolidar su capacidad y adaptarse a la creciente demanda que vendrá en los próximos años, aumentando sus capacidades y buscando la complementariedad con otras compañías del sector de su mismo tamaño o mayores.

Todos deben ahora asumir el protagonismo que se les ofrece y que las circunstancias les demandan para mostrar a la sociedad española y al resto del mundo nuestras fortalezas en materia tecnológica ligadas al sector de la defensa. Hablamos de un reto de país. Pero también de una oportunidad para empresas españolas que pueden contribuir a crear un nuevo motor económico para nuestra sociedad. Ya hemos demostrado más que sobradamente nuestra enorme capacidad en sectores como la automoción, las infraestructuras, los transportes o las telecomunicaciones. Es hora de creer en lo que somos capaces de conseguir.