Opinión

Amenaza para el motor español

  • Las ventas de vehículos electrificados se sitúan por debajo de la media europea. Un factor clave a la hora de atraer inversiones

elEconomista.es

El proceso de transformación de la industria automovilística en pos de la electrificación saca a relucir las carencias de algunos países y las bondades de otros que han decidido apostar por las nuevas tecnologías. España, segundo productor europeo de vehículos y octavo del mundo, tiene comprometida su situación en el medio plazo. Y es que países como Hungría han apostado decididamente por atraer este tipo de inversiones, las cuales proceden, en su mayoría, de multinacionales chinas. La última en decantarse por el país centroeuropeo ha sido la del fabricante BYD, el principal competidor de Tesla en coches eléctricos. No obstante, España también ha logrado atraer grandes inversiones, como la del Grupo Volkswagen, que desembolsará más de 4.500 millones de euros en levantar una gigafactoría de baterías en Sagunto (Valencia). Pero hay otros países de Europa del Este que pisan el acelerador para captar las mismas inversiones. En esta carrera de fondo las energías renovables juegan un papel importante, pero también lo hace la penetración del coche electrificado.

Y es justo en este punto en el que nuestro país hace aguas. De los cinco principales mercados europeos, España es el que tiene una cuota más baja en las entregas de este tipo de vehículos y se sitúa por debajo de la media europea. En este contexto, urge que el Gobierno impulse la red de recarga y cumpla su compromiso con el sector de mejorar las ayudas destinadas a incentivar la compra de vehículos eléctricos. También es urgente acelerar los pagos de los fondos Next Generation. Solo así, nuestro país podrá cerrar la inversión que prepara Stellantis en Zaragoza y otras que aún no han terminado de concretarse, con el fin de mantener la posición europea.