Brecha de género en formación financiera
Maria Demertzis
En el distrito financiero de Nueva York se alza una pequeña escultura de bronce titulada "La chica sin miedo". La estatua pretende promover el empoderamiento femenino y recordar al sector financiero, predominantemente masculino, que debe contratar a más mujeres y adoptar la diversidad.
Persisten muchas brechas de género, desde la brecha salarial hasta la escasa representación en los consejos de administración de las empresas, o simplemente la falta de mujeres líderes. Pero una importante brecha de género que coloca a las mujeres en una posición muy desventajosa es la brecha en los conocimientos financieros.
Comienza con la inclusión financiera. A nivel mundial, sólo el 47% de las mujeres, frente al 55% de los hombres, tiene acceso a una institución financiera regulada. S&P Global realiza una encuesta en la que mide el nivel de alfabetización financiera en todo el mundo, es decir, los conocimientos y habilidades para tomar decisiones financieras. Constatan que el 35% de los hombres de todo el mundo tienen conocimientos financieros, en contraste con sólo el 30% de las mujeres, lo que supone una brecha de género del 5%.
Naturalmente, hay grandes diferencias entre las economías avanzadas y las emergentes. En el mundo desarrollado, más de una de cada dos personas tiene conocimientos financieros, pero curiosamente la brecha de género es mayor. En Alemania supera el 10% y en Canadá se acerca al 20%, a pesar de que el nivel general de conocimientos financieros es muy alto. Hay algunos países en los que esta brecha se invierte, como Reino Unido y Japón, pero la diferencia es muy pequeña.
Sabemos que los conocimientos financieros son importantes para nuestro bienestar porque están directamente relacionados con la calidad de las decisiones que tomamos a lo largo de nuestra vida.
Los datos demuestran que quienes tienen más conocimientos financieros son capaces de ahorrar más. Esto es cierto a corto plazo, ya que reduce el riesgo de no poder hacer frente a gastos inesperados de tamaño medio. Pero también es cierto a largo plazo, ya que los más instruidos financieramente tienen más ahorros para la pensión y, por tanto, son menos vulnerables en la vejez.
Al tener menos conocimientos de los mercados, las mujeres pueden ahorrar menos
Lo mismo ocurre con otras decisiones financieras. Las personas con conocimientos de este tipo se endeudan más, pero sus préstamos son más baratos y más sostenibles, por lo que aumentan su capacidad financiera en general. También entienden mejor el riesgo y, por tanto, pueden aprovecharlo en su beneficio de forma más eficaz.
Las ventajas de una mayor cultura financiera se extienden a toda la economía. Vemos asociaciones positivas entre los niveles de alfabetización financiera y el PIB y la inclusión. La alfabetización financiera se asocia negativamente con los riesgos de pobreza, desigualdad, exclusión social e inmovilidad social.
Por lo tanto, al tener menos conocimientos financieros en general, las mujeres tienen menos probabilidades de ahorrar y más probabilidades de ser financieramente frágiles. Uno de cada dos hogares monoparentales con hijos en la UE declara su fragilidad financiera. Sabemos que, en la gran mayoría de estos hogares, el progenitor único es la madre.
Aunque entendemos la importancia de la educación financiera, no comprendemos las razones de la persistencia de esta brecha de género.
En un nuevo estudio, los autores observaron que cuando se les preguntaba por su nivel de conocimientos financieros, además de equivocarse más a menudo que los hombres, las mujeres también eran más propensas a responder que no sabían. La tendencia a responder "no sé" reducía la puntuación global de las mujeres.
Los autores interpretaron esto como una falta de confianza. Para comprobarlo, volvieron a realizar el experimento eliminando la opción "no sé". Esto redujo en un tercio la aparente brecha de género en los conocimientos financieros. Por tanto, las mujeres saben más de lo que creen.
Pero aún queda una brecha por cerrar. ¿Cuánto de esto se debe a una falta de confianza más amplia y cuánto a las preferencias? Sabemos que las mujeres a menudo no optan por tomar las grandes decisiones financieras que les conciernen, sino que confían en sus parejas y familiares para hacerlo. Pero también sabemos que la alfabetización financiera no consiste únicamente en el conocimiento de conceptos financieros. Se trata también de la capacidad de utilizar estos conocimientos. Y si los estereotipos impiden a las mujeres utilizar lo que saben, seguirá siendo difícil avanzar en este sentido.
Mientras tanto, las mujeres quedan especialmente vulnerables a las crisis, y como normalmente se espera que vivan más tiempo, permanecen en esta posición vulnerable durante más tiempo. Convertir a la niña intrépida en una mujer intrépida es esencial, pero requiere navegar por el laberinto de las normas culturales, sociales e históricas. Una tarea que, sin embargo, merece la pena llevar a cabo.