Opinión

Los conservadores alemanes optan por el centro

    Armin Laschet, el sustituto de Angela Merkel al frente de la CDU

    Marcos Suárez Sipmann

    La prioridad del nuevo líder cristianodemócrata alemán, Armin Laschet, es mantener unidos a su partido y al país. Posicionar a la CDU de manera inteligente en términos de contenido y estrategia para las elecciones federales de septiembre. Con confianza y fiabilidad el político centrista pretende continuar el rumbo y el estilo político de Angela Merkel.

    Conocido por su política de mediación y equilibrio, pasión por la Unión Europea y capacidad para conectarse con las comunidades de inmigrantes, Laschet se opone a un giro hacia la derecha. No habrá cambios drásticos. Sí puede producirse un cambio moderado de rumbo y mayor énfasis en lo social.

    Merkel sale del poder con la UE en una crisis existencial por la salida de Reino Unido y el avance del nacionalismo y el populismo en algunos países. A fines del año pasado, Polonia y Hungría intentaron bloquear la aprobación del paquete de ayuda para la pandemia porque querían la extinción del mecanismo de protección del estado de derecho propuesto. El "fin de la era Merkel" ha sido identificado por la consultora Eurasia como uno de los principales riesgos para el continente en 2021. La designación de Laschet es una buena noticia para el europeísmo y el vínculo transatlántico. Puede ser un pieza fundamental en el futuro diálogo con Joe Biden y para recomponer las deterioradas relaciones con Washington. Dialogante, busca soluciones y compromisos. Prioriza la seguridad interna y externa.

    La designación de Laschet por Merkel es una buena noticia para el europeísmo

    Aunque aún no se ha decidido si también será candidato en los comicios de otoño, primer ministro de Renania del Norte-Westfalia desde 2017 se declara capaz de dirigir la cancillería. Es un político experimentado. La timidez que puede irradiar Laschet no debe hacer olvidar que es un político con amplia experiencia habituado a gobernar con éxito un Land de 18 millones de habitantes. Ha debido tomar determinaciones relevantes durante la pandemia y a diferencia y sabe lo que es ganar unas elecciones.

    Al mismo tiempo y pese a su legítima ambición personal de poder Laschet transmite la impresión de que tendrá muy presente quién es el candidato con más opciones para la CDU en las elecciones. Siguen esperando su oportunidad sus rivales Markus Söder, primer ministro de Baviera y jefe de la unión socialcristiana CSU, y Jens Spahn, quien como ministro de Salud ha estado constantemente en los medios durante la pandemia, llegando incluso a superar en ocasiones la popularidad de Merkel.

    De hecho el pulso por la candidatura podría materializarse entre Söder y Laschet. Ambos han medido fuerzas varias veces durante la crisis sanitaria, como presidentes de dos de los Länder económicamente más poderosos de Alemania. El líder de Baviera se impuso de forma clara al de Renania del Norte-Westfalia. Mientras la popularidad de Söder subía, los errores de Laschet en la gestión de la pandemia estuvieron a punto de costarle la elección como nuevo presidente de la CDU. Mas Laschet se recuperó en las últimas semanas. La disputa con Söder entra ahora en una nueva fase.

    Y por supuesto el competidor más directo de Laschet, Friedrich Merz, quien aspiraba a dar a su formación un perfil más conservador y económicamente liberal. Enemigo histórico de la canciller y favorito de las elites empresariales, Merz se está convirtiendo en algo así como el "eterno perdedor tras su nueva derrota.

    Un reto del nuevo líder de la CDU será ganarse el respeto del radicalizado este del país

    No todo será fácil y positivo. Gracias a la popularidad de Merkel la CDU es el partido más fuerte en las encuestas. Sin embargo, por el momento la mayoría de los alemanes no quiere a Laschet como futuro canciller.

    Otra dificultad es que el este del país siempre se ha considerado un área problemática para la CDU donde se impone la extrema Alternativa por Alemania. Con todo, no hay que subestimar la capacidad de Laschet para tratar de ganarse el respeto de esa zona.. Y sus principios sociales muy bien pueden servir para integrar al este de Alemania.

    Se dice asimismo que su elección es una mala señal para los jóvenes. La digitalizacón es un asunto todavía pendiente. Se le acusa de encarnar el corporativismo, el nacionalismo industrial, el mercantilismo. Mas recuérdese tampoco se tuvo en su día en cuenta la capacidad de Merkel para el cambio y construir alianzas.

    El desempeño de Alemania en la segunda ola de la pandemia ha sido malo y puede empañar el legado de la canciller. En este año clave la estrategia de Laschet es continuista: hablar pero sin polemizar, integrar y no polarizar. En ningún momento romperá con la exitosa estrategia de Merkel de resultar elegible para todos aquellos que tienden al centro.