Opinión
El mercado dice que Trump volverá a ganar
Matthew Lynn
Inepto, caótico, confuso y posiblemente corrupto. Con el mayor número de infecciones del mundo, y con pocos indicios de un plan coherente para controlarlo, se supone que la catastrófica mala gestión del presidente Trump en la crisis de Covid-19 lo condenó a la derrota en las elecciones de noviembre. Pierde en las encuestas, contra un oponente muy popular que ahora ha añadido una astuta elección de compañero de viaje en su candidatura.
Pero esperen: el mercado de valores no está tan seguro de esa derrota. El registro histórico muestra que cuando las acciones suben en los tres meses anteriores a una elección presidencial, el partido en el poder casi siempre gana. Claro, podría haber un colapso en algún momento de septiembre u octubre. Pero si el mercado alcista se mantiene tan fuerte como hasta ahora, Trump obtendrá una victoria inesperada. A mucha gente podría gustarle o no, pero no tiene sentido ignorarlo.
Con la crisis de Covid-19 empeorando cada vez más, con las economías sumidas en profundas recesiones, y con una oleada de pérdidas de empleo en el horizonte, los mercados no se han centrado en la elección presidencial de noviembre tanto como lo harían normalmente. Simplemente hay demasiadas otras cosas de las que preocuparse. Dicho esto, a medida que el 3 de noviembre se acerca, los inversores comenzarán a interesarse en la contienda por la Casa Blanca y su probable impacto en la economía mundial. Hay muchas opiniones sobre la presidencia de Trump, por supuesto y, por decirlo suavemente, muy variadas. La reforma del Impuesto de Sociedades, el énfasis en la desregulación, y la ronda tras ronda de estímulo fiscal, han ayudado a la economía americana. Frente a eso, los aranceles, y su cerril proteccionismo, han hecho retroceder la causa del libre comercio para toda una generación, mientras que su caótico liderazgo ha dilapidado el papel de América como líder del mundo libre, y su gestión de la epidemia ha sido un desastre. Si se considera todo esto, es difícil ver cómo alguien puede apostar por un segundo mandato de Trump.
Si las bolsas mantienen la tendencia alcista, Joe Biden saldrá derrotado
Por el contrario, Joe Biden devolvería a EEUU al camino ampliamente centrista de Obama, Bush y Clinton. Algunas de las reformas fiscales implantadas probablemente se mantendrían en su lugar. Las guerras comerciales serían silenciosamente abandonadas. Habría algunas subidas de impuestos, especialmente en los ricos, y más regulación de los gigantes de la tecnología. Pero dada su edad, y su historial, bien podría ser una Presidencia bastante somnolienta – al estilo de George Bush padre - sin mucha controversia, mucha más competencia, y contando con la vicepresidente Kamala Harris como un competidor fuerte para 2024 si Biden decidiera que un mandato es suficiente para un hombre de 77 años. Las encuestas sugieren que eso es lo que el electorado quiere en este momento. Los últimos sondeos otorgan al demócrata un 50% de los votos frente a un 41% para el republicano, con significativas ventajas para Biden en Estados como Florida, muy afectado por el virus. Es raro que una ventaja tan fuerte se pierda en diez semanas, y con la economía en crisis, y el virus aún en auge, no habrá muchas buenas noticias para el actual presidente. Muchos analistas dicen que Biden puede empezar a preparar su discurso para el día de la victoria.
Sin embargo, hay un problema. El mercado de valores predice una victoria de Trump. Antes de apresurarse a sacar conclusiones, miren las estadísticas. En 20 de las últimas 23 elecciones presidenciales, y en todas desde 1984, si las acciones suben en los tres meses anteriores a la elección, el partido en el poder gana. Si bajan, pierde. En realidad, el mercado es un mejor indicador que las encuestas. En 2016, por ejemplo, casi todo el mundo pensaba que Hillary Clinton ganaría. Pero en los tres meses anteriores a las elecciones, el S&P 500 bajó 2,3 puntos. ¿Qué pasó después?: el partido en el poder perdió. Cuando Obama fue reelegido, las acciones subieron, pero cuando le quitó la Casa Blanca a los republicanos en 2008 se habían desplomado en los tres meses anteriores a la elección.
Una victoria demócrata mejorará la posición de EEUU en el mundo
De hecho, la última vez que el S&P 500 no predijo el resultado correcto fue en 1980, cuando Ronald Reagan ganó contra Jimmy Carter a pesar de que las acciones subieron 7 puntos en los meses anteriores. Antes de eso, la regla no funcionó para la victoria de Richard Nixon en 1968, y la reelección de Dwight Eisenhower en 1956. Pero eso es todo. Para cualquier otra elección desde la victoria de Herbert Hoover en 1928 (después de un aumento del 13,6% de la renta variable, en caso de que su memoria no se remonte tan lejos) se ha mantenido.
Eso, por supuesto, nos dice algo sobre la carrera del 2020. Semana tras semana, el mercado sigue alcanzando máximos históricos. El S&P 500 está a punto de apuntarse un nuevo récord, y ya ha subido significativamente desde principios de agosto. El tecnológico Nasdaq está desenfrenado. Por supuesto, muchas cosas podrían cambiar en los próximos meses. Hay muchas razones para temer una corrección. Dicho esto, la renta variable ha resistido al Covid-19, el confinamiento, y una profunda recesión, y se ha recuperado. Es difícil imaginar lo que podría contar como malas noticias después de todo eso. Si el mercado se mantiene fuerte, Trump va a ser reelegido o se romperá una estadística histórica bien fundamentada.
Puede que les guste o no. Cierto, podría ser mejor para la economía que Trump pierda. Biden encontrará más fácil conseguir que el Congreso acepte un aumento del gasto público. Definitivamente será mejor para la posición de América en el mundo, y la dignidad de las instituciones si es reemplazado. Pero no tiene sentido ignorar la historia, y asumir que habrá un cambio en la Casa Blanca. Vigilen el S&P 500 durante las próximas semanas y saquen conclusiones.