Motor

Qué significa cada color del humo del escape: lo que revela sobre el estado del motor de tu coche y cuándo deberías preocuparte

Tubo de escape echando humo | iStock

Daniel Ceped

Cualquier coche independientemente de lo nuevo que sea y los kilómetros que haya recorrido envía señales constantes sobre su estado. Las más evidentes son los testigos del salpicadero, que advierten al conductor de una avería en el sistema. Otras, en cambio, son más desconocidas para muchos usuarios, pero no por ello son menos importantes. Y es que cualquier detalle puede marcar la diferencia entre un ajuste sencillo o una visita al taller para una reparación importante.

Uno de esos detalles es el color del humo que emite el tubo de escape. Por norma general, no es buena señal que un coche deje una nube a su paso, que suele ser señal de que algo va mal. Pero la situación empeora si el humo adquiere tonalidades poco habituales, ya que el color puede ofrecer pistas muy claras sobre lo que ocurre en el interior del motor.

Tipos de humo en el coche

Uno de los colores más habituales es el blanco, que en ciertos casos puede no ser preocupante pero que conviene no ignorar. Si no solo ocurre en frío y el escape echa humo blanco de forma constante e incluso cuando hace calor, puede deberse a un fallo en la junta de culata. Esta pieza evita fugas de aceite, refrigerante y gases de combustión, y si no funciona correctamente permite que el motor queme refrigerante.

También es común que el humo salga negro, lo que podría deberse a una mezcla incorrecta en la que hay demasiado combustible y poco aire. En estos casos, los componentes que suelen fallar son el filtro de aire, los inyectores o el sensor MAF. Existe la posibilidad de que sea culpa de una gasolina de mala calidad, por lo que conviene revisar el combustible.

¿Y si es azul o gris?

Aunque a simple vista puede parecer muy raro, puede ocurrir que el humo salga azul. La causa principal es que el motor está quemando aceite, normalmente por tener los anillos de pistón desgastados, las válvulas dañadas o la culata defectuosa. En este caso, el experto en reparaciones de motor AG Mechanic, explica que suele ir acompañado de un olor fuerte a aceite quemado o a un consumo excesivo de este líquido.

Por último, cabe la posibilidad de que por el tubo de escape salga humo gris. Es menos común y suele derivar de una mezcla de los síntomas de los colores azul y negro, por lo que puede deberse a un consumo de aceite y combustible a la vez, problemas en el turbocompresor e incluso fugas en el sistema de ventilación.