Bolsa, mercados y cotizaciones
El Dow Jones creció en los dos primeros años de Trump la mitad que en el primer bienio de Obama
- El segundo año de Trump liquidó parte de lo ganado en el Dow en 2017
Javier Collado Sánchez
Tras un primer año de presidencia fulgurante en el aspecto bursátil, el 2018 reventó la media de Donald Trump. El presidente presumía en sus inicios de ser el responsable del ascenso imparable de la bolsa estadounidense, con un 2017 que superó todos los registros en cuanto a máximos históricos alcanzados en un solo año. Pero sus habituales tuits sobre la bolsa se esfumaron en el bajista febrero del pasado año, y especialmente en un cuarto trimestre para olvidar. De hecho, su antecesor en el cargo, con el que suele compararse, gana por goleada al magnate neoyorquino en lo que el crecimiento del Dow Jones se refiere en el primer bienio de presidencia.
Así, el 20 de enero de 2017, cuando Trump tomó posesión del cargo, el Dow Jones de Industriales concluyó en los 19.827,25 puntos, mientras que en el pasado viernes, el 18 de enero de 2019, el índice cerró en los 24.706,35 puntos, lo que supone un incremento del 24,6% en dos años. Así, el índice de referencia se encuentra actualmente muy por debajo de sus máximos históricos, establecidos el 3 de octubre en los 26.828,39 enteros, un 8,58% por encima del precio actual.
Por el contrario, en los dos primeros años de la presidencia de Obama el Dow Jones creció un 48,7%, pasando de los 7.949,09 puntos el día de su inauguración (20 de enero de 2009) a los 11.822,2 enteros el mismo día de 2011. Además, el demócrata también batió el desempeño bursátil de Trump en los dos primeros años de su segundo mandato, con un crecimiento del 28,6%.
Así mientras que Trump aprovechó los últimos coletazos del incremento del crecimiento económico mundial, y sus políticas fiscales ayudaron a impulsar los resultados de las empresas y su desempeño en las bolsas, durante el primer bienio de Obama la bolsa estadounidense marchó viento en popa tras la espectacular caída fruto de la gran crisis financiera de 2008.
Sin embargo, el año 2018 sirvió de cortafuegos para lo que muchos analistas empezaban ya a tildar de burbuja bursátil. La ralentización del crecimiento mundial, la guerra comercial iniciada por Trump, las cuatro subidas de tipos de interés de la Reserva Federal de EEUU (del 1,5 al 2,5%) y el retroceso de un sobrevalorado sector tecnológico llevó a Wall Street a cerrar su peor ejercicio en una década, con el Dow Jones cosechando unas pérdidas anuales del 6,5%.
Trump tampoco sale especialmente bien parado en la comparación con el resto de presidentes a nivel del desempeño bursátil del bienio tras la toma de posesión. En sus primeros dos años de presidencia, el Dow Jones creció más tras la segunda asunción del poder de Clinton (1997-1999: 36,5%), Reagan (1985-1987: 65,8%), Ford (1974-76: 26,5%) Eisenhower en dos ocasiones (36,4% y 25,6%), Truman (1949-51: 36,4%), F.D. Roosevelt (1933-35: 90,7%), Coolidge (1925-27: 30%), Harding (1921-23: 40%) y McKinley (1896-98: 63,4%). El que peor registro presenta en este sentido es el presidente Hoover, que entró en el Despacho Oval el 4 de marzo de 1929, apenas seis meses antes del desplome de la bolsa, por lo que dos años más tarde el Dow Jones había retrocedido más de un 45%.