Bolsa, mercados y cotizaciones
La reconstrucción alcista sigue en pie con un Ibex que es el débil de la clase
- El euro profundizó en sus mínimos del año pasado y perdió los 1,06 dólares
- El nivel crítico en el cruce se encuentra en los 1,049 dólares
Juan Antonio Montoya
Semana mixta en las principales plazas del Viejo Continente en la que el EuroStoxx se dejó un 0,3% y el Ibex 35 un 0,19%, lo que le lleva a la zona de los 8.622,9 puntos. Sin embargo, el selectivo más castigado fue el Ftse Mib italiano que perdió desde el lunes un 3,25%. Por el contrario, el Ftse 100 británico fue el más alcista al avanzar un 0,67% mientras que el Cac logró una subida del 0,34%. El Dax alemán, por su parte, se debatió entre pérdidas y ganancias para finalmente decantarse por las primeras con una caída del 0,03%.
Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader, destaca como "los principales selectivos tratan de presionar resistencias mientras que algunos más débiles, como el Ibex 35, están más cerca de soportes". El experto señala que "no es partidario de incrementar el peso de la bolsa en las carteras mientras que no se superen resistencias". Y es que, si la actual consolidación torna en corrección, el selectivo español "terminaría por ceder el soporte que encuentra en los 8.540 puntos, lo que le conduciría a la zona de los 8.220 puntos, un riesgo bajista que se alejaría si el índice consigue batir resistencias de 8.755 puntos".
Javier Urones, analista de XTB, señala que la que acaba de concluir fue, nuevamente, "una muy buena semana para compañías ligadas a los materiales básicos como ArcelorMittal o Acerinox". Pese a ello, la firma que más sumó en estos cinco días fue Cellnex con cerca de un 6% seguida por la aseguradora Mapfre, que se anotó una subida del 5,8%.
Por el contrario, las rebajas del precio objetivo que tanto JPMorgan como Bank of America ejecutaron sobre el Banco Popular la situaron como la compañía más bajista de todo el Ibex 35 al anotarse una pérdida de más del 10%, lo que la llevó a visitar niveles no vistos desde 1990 en los 0,855 euros por acción. Pese a ello, en la jornada del viernes logró repuntar cerca de medio punto porcentual.
Al otro lado del Atlántico
La semana estuvo marcada en el mercado estadounidense por los nuevos máximos históricos que tanto el Dow Jones como el Russell 2000 lograron marcar. El S&P 500 y, especialmente, los selectivos tecnológicos continúan rezagados. Por ello, Cabrero indica que "es precipitado tomar cualquier decisión hasta que todos los selectivos estadounidenses batan sus resistencias como ya han hecho el Dow Jones o el Russell en una gran señal de fortaleza". El S&P 500 trató sin éxito de alcanzar dicha cota en la jornada del jueves situándose a apenas 2 puntos de sus altos históricos cosechados el pasado agosto en la zona de los 2.190 puntos. Y es que, el mercado estadounidense está cotizando la parte positiva de las promesas de Donald Trump, como sería elevar el gasto público y reducir los impuestos, mientras que están pasando por alto los aspectos negativos, como el posible inicio de una guerra comercial y el incremento del proteccionismo.
Aunque en la sesión del viernes los bajistas lograron imponerse, los principales selectivos estadounidenses, al cierre de esta edición, subían un 0,1% en el cado del Dow Jones y un 0,8 en el del el S&P 500. La tecnología, que había sido la más castigada tras el resultado electoral, logró un rebote del 1,4%, que llevó al Nasdaq 100 a la zona de los 4.816 puntos, lo que le separa de máximos un 1,9%.
Paridad eurodólar en 2017
Los continuos retrasos a la hora de subir los tipos de interés por parte de la Reserva Federal alejaron los fantasmas de la paridad que durante buena parte de 2015 habían acompañado al euro. Sin embargo, la fortaleza que está mostrando el dólar en las últimas semanas ha vuelto a poner el tema sobre la mesa. Goldman Sachs, por ejemplo, considera que a finales de 2017 un euro se intercambiará por un dólar.
Esto significa que, desde los niveles actuales, le auguran una depreciación adicional de cerca del 6% a la divisa comunitaria frente al billete verde. Y es que, la que acaba de concluir es la segunda peor semana del año para el euro después de que la anterior se dejase alrededor de un 2,6%, la más bajista desde 2015.
En concreto, en los últimos cinco días la moneda común se dejó cerca de un 2,5% en su cruce con el dólar, lo que la lleva a profundizar en sus mínimos de 2015 por debajo de los 1,06 dólares, que llegó a ceder durante la jornada del viernes. Joan Cabrero señala que "desde esta zona no nos sorprendería que se produjera un rebote fruto de la sobreventa con visos de ser vulnerable". Y es que, el experto considera que el objetivo del euro es su menor nivel del pasado ejercicio en la zona de los 1,049 dólares a los que cedió el día 13 de marzo y de lo que le separa poco menos de 1 punto porcentual.
La expectativa de una subida de tipos en diciembre es lo que está animando al dólar. De hecho, el pasado jueves la presidenta de la Fed, Janet Yellen, apuntó claramente al encuentro que el regulador estadounidense mantendrá el mes que viene como la fecha escogida para volver a subir el precio oficial del dinero después de hacerlo hace un año por primera vez en casi una década. El mercado también apunta en esa misma dirección y desde Bloomberg dan un 96% de posibilidades a que se produzca.
El 'Brent' recupera los 46 dólares
En cuanto al petróleo, la volatilidad fue la tónica general de los dos barriles de crudo ya que, aunque sólo cerraron al alza una jornada, lograron salvar la semana con importantes subidas que en el caso del Brent superaron el 3,5%, lo que le llevó a cotizar por encima de los 46,3 dólares. Pese a ello, en el transcurso de la semana llegó a reconquistar los 47 dólares. En cuanto a su homólogo estadounidense, el West Texas, rebotó más de un 4,1%, hasta los 45,2 dólares. Las alzas se han producido cuando apenas quedan 12 días de que tenga lugar la reunión de la OPEP para la reducción de petróleo acordada a finales de septiembre. El viernes se conoció que el cártel propuso que Irán limite su bombeo de crudo a 3.92 millones de barriles al, según Reuters. Teherán había asegurado previamente que aceptaría congelar su producción a un rango de entre 4 y 4,2 millones de barriles diarios.