Bolsa, mercados y cotizaciones
Yellen llega al valle de Jackson Hole con la intención de subir gradualmente los tipos
- Tras ausentarse el año pasado, Yellen recupera el protagonismo
- De momento, la presidenta de la Fed se encuentra en una encrucijada
José Luis de Haro
Desde 1982, gracias al explícito pasatiempo de Paul Volcker, los mandamases de la Reserva Federal y otros bancos centrales mundiales descuelgan a finales de agosto su 'sambenito aviar', al dejar de ser un fin de semana 'palomas' y los 'halcones', para calzarse las botas de pesca en las montañas de Jackson Hole, Wyoming.
Una exclusiva comitiva bajo invitación previa, y estas escasean especialmente en Wall Street, donde los distintos funcionarios y docentes de las universidades más prestigiosas del mundo disertan de forma distendida sobre el estado de las políticas monetarias y la economía en general. Un encuentro cuyo origen se remonta a 1978 y que organiza el banco central de Kansas City, Missouri.
En su última edición, la presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, recupera el protagonismo absoluto después de ausentarse el año pasado, cuando la inesperada devaluación del yuan en China hizo tambalear a los mercados y entorpecieron su primera subida de tipos de interés desde junio de 2006. Sin embargo, desde que el Comité Federal de Mercados Abiertos (FOMC, por sus siglas en inglés) decidiera mover ficha y aplicar un incremento de 25 puntos básicos a los tasas federales, el banco central estadounidense no se ha atrevido continuar con esta tendencia.
Razones no le faltan. La resaca asiática volvió a generar seísmos bursátiles en los primeros coletazos del año, a medida que el crudo llegó a perder los 27 dólares por barril. Mientras la tasa de paro ha continuado su descenso hasta el 4,9%, la inflación salarial sigue registrando tímidos avances al igual que los precios en general en un momento en que el PIB estadounidense creció un 0,8% en el primer trimestre y sólo un 1,2% entre los meses de abril y junio. Al mismo tiempo, tensiones geopolíticas, como la votación a favor del Brexit en Reino Unido, han dificultado la hoja de ruta de la Fed y confundido en ocasiones al mercado.
"Es probable que se profundice en cómo calibrar la política monetaria en el futuro, suponiendo que los tipos de interés reales permanecen bajos y los balances sensiblemente más elevados", manifiesta Michelle Meyer, economista de Bank of America Merrill Lynch, quien reitera que el tema central del simposio será el diseño de políticas monetarias resistentes para el futuro. A los debates sobre las preocupaciones de la estabilidad financiera, la coordinación de políticas a nivel global, los pros y contras de los tipos negativos o la efectividad de la guía de proyecciones, "también se incidirá en las metas de inflación, tal vez haciendo eco a los comentarios del presidente de la Fed de San Francisco, John Williams".
El protegido de Yellen publicó una análisis la semana pasada en la que apostaba por reevaluar la estrategia de la política monetaria. Su sugerencia para combatir los desafíos presentes en un mundo de tasas bajas incluyó objetivos de inflación mayore o reemplazar estas metas por objetivos nominales del PIB. "Esto podría indicar que quienes dictan las políticas están dispuestos a dejar que la inflación siga subiendo", indica Richard Turnill, estratega principal de inversiones globales de BlackRock.
¿Sorprenderá Yellen?
Aquellos que consideran que se debe actuar lo antes posible, un hecho que hasta la fecha sólo apoya abiertamente Esther George, el halcón que gobierna la Fed de Kansas City, justifican que la economía de EEUU se encuentra en un momento dulce, donde el gasto de consumidor creció un 4,2% en el segundo trimestre y acumula una media del 2,7% en los últimos tres trimestres. Precisamente, George dijo ayer a la CNBC que "los tipos deberían subir, pero gradualmente".
Declaraciones que siguen la estela de William Dudley, presidente de la Fed de Nueva York, o su homólogo en la Fed de Atlanta, Dennis Lockhart. Aún así, las expectativas sobre cuál será el mensaje de Yellen son bajas. "No dirá nada que no sepamos", asegura Alan Valdes, director de operaciones de Silverbear en la Bolsa de Nueva York. Durante la jornada del jueves, sólo un 24% de los operadores esperan una subida de tipos el próximo 21 de septiembre, pero la probabilidad de que esto ocurra el 14 de diciembre cuenta con el apoyo del más de 56% del mercado.
De momento, Yellen se encuentra en una encrucijada. Si retrasa la normalización, por gradual que esta sea, corre el peligro de generar burbujas de activos mientras penaliza a los ahorradores. Dicho esto, si fuerza una subida brusca puede frenar una actividad económica que puede ser calificada como tímida hasta la fecha.
Es por ello que la trayectoria hacia el equilibrio, que la Fed sitúa entre el 3 y el 3,5% y que en estos momentos se sitúa en el 0,25%, se hará esperar. "Suponiendo una tasa de crecimiento del 2% como base y sin nuevos shocks externos, nuestras proyecciones señalan una trayectoria relativamente plana, con un ligero alza de 0,25% a 0,5% en los próximos años", afirma Peter Hooper, economista jefe de Deutsche Bank Securities.