Bolsa, mercados y cotizaciones

El espejismo de Grecia salva de milagro el soporte clave de los 11.200 puntos

  • El mercado vuelve a rechazar la deuda periférica

Daniel Yebra, Javier G. Jorrín, Mónica G. Moreno

Los espejismos son ilusiones ópticas que pueden originar falsas esperanzas a las que agarrarse en momentos de desesperación. El miércoles, Grecia lanzó un mensaje al mercado europeo que alimentó los anhelos de los toros: existía un preacuerdo con sus acreedores. No fue más que un espejismo. Bruselas fue el jarro de agua fría al desmentirlo. Alemania dio la puntilla al advertir de las consecuencias de no alcanzar un acuerdo final.

Ahora, mientras el culebrón heleno parece haber aplazado su desenlace al domingo, los inversores sufren la incredulidad de los decepcionados y se encomiendan al que menos falla: Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, que vuelve a escena el próximo miércoles.

En el mercado doméstico, a la incertidumbre helena se le ha sumado la electoral, visto que la conclusión principal de las últimas elecciones autonómicas y municipales es que el futuro de todos los parlamentos en España pasa por la fragmentación.

Esto hace que se mantenga el debate cada vez más tenso entre alcistas y bajistas. De este modo, el Ibex 35 cerró su peor semana del mes al caer un 2,9% y termina  mayo con una caída del 1,47% -acumula su segundo mes en negativo- y registra la mayor caída mensual desde diciembre. El índice de referencia español salvó el soporte de los  11.200 puntos in extremis.

La pérdida de ese nivel puede poner en jaque la reestructuración alcista de los mercados. Es por ello, que la jornada del lunes colma especial atención. "Si se abre un hueco a la baja es muy probable que fracase el proceso de reestructuración alcista y asistamos a una continuidad de la fase correctiva iniciada a mediados de abril. Por el contrario, si el hueco que se abra el lunes es al alza es muy probable que veamos un contraataque alcista importante", explica Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader. Sin embargo, no hay tiempo para relajarse ya que el Ibex comienza junio a un 0,15% de dicho nivel.

Donde sí se perdieron soportes a corto plazo fue en el EuroStoxx 50, al ceder los 3.604 puntos -el índice de referencia europeo cayó un 2,95% en la semana-. Entre los europeos, el más perjudicado fue el Dax alemán, que perdió en la semana un 3,8%, mientras que el Cac francés cayó un 2,62%. Por su parte, el euro empezó la semana perdiendo los 1,10 dólares por la incertidumbre griega, pero cerró el viernes a las puertas de este nivel por los pobres datos económicos de EEUU.

El estigma periférico

La crisis de deuda de la eurozona se acabó el día 19 de mayo, cuando uno de los altos comisarios del BCE, Benoit Coeuré, anunció que la entidad podría adelantar las compras de deuda del verano a mayo y junio. Desde entonces, el mercado de deuda ha vuelto a preocuparse por Grecia y no tanto por los tipos de interés.

A medida que sigue corriendo la cuenta atrás para llegar a un acuerdo antes de que Grecia tenga que hacer frente a los 300 millones de euros que tendrá que devolver el próximo viernes al FMI, la tensión va en aumento. Los inversores saben cómo tienen que actuar ante esta situación: comprar deuda de los países del centro y vender de los periféricos. La presión compradora de bonos alemanes llevó a la rentabilidad del Bund a caer hasta el 0,488%, su nivel más bajo en cuatro semanas.

Por el contrario, el bono español cerró cerca de sus máximos del año, en el 1,829%. Esta divergencia llevó a la prima de riesgo a acabar la semana en 134 puntos básicos, a 5 puntos de su máximo del año.