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La revolución liberal de Milei reanima el inmenso yacimiento de petróleo que promete 'industrializar' la economía de Argentina

  • El yacimiento de Vaca Muerta promete generar un superávit energético crónico
  • "Está floreciendo en un momento sumamente significativo para Milei"
  • La receta de Milei ha sido clave: quitar obstáculos, generar incentivos y observar

elEconomista.es, Bloomberg

En un lugar perdido de la Patagonia, donde la estepa desértica se funde con exuberantes riberas, los perforadores argentinos están extrayendo un crudo tan liviano y dulce como el de la cuenca de la Cuenca Pérmica y a un coste menor que el crudo que 'mana' de ese epicentro del shale oil que ha revolucionado la industria de EEUU. Bienvenidos al más reciente boom del shale a nivel mundial. Tras una década de arranques y despertares en falso, Vaca Muerta finalmente despega, impulsada por el experimento de libre mercado del presidente Javier Milei. El mandatario libertario quiere convertir a Argentina en un gran productor de petróleo y transformar una economía históricamente sustentada en la agricultura. Es un proyecto existencial para todos los involucrados: si Milei logra generar nueva riqueza petrolera, podría sacar al país del estancamiento económico, industrializar su economía y convencer a los votantes de seguir respaldando su visión.

Su mayor desafío será el tiempo. Vaca Muerta está cobrando impulso justo cuando los precios del petróleo oscilan entre mínimos de varios años, dejando a Argentina en vilo respecto al ritmo de producción. Y si el proyecto no da frutos antes de que Milei se presente a la reelección en 2027, es posible que los votantes, hastiados de la austeridad, se vuelvan en su contra, poniendo en riesgo la inversión extranjera necesaria para aprovechar plenamente los recursos del país.

Desde la agencia Bloomberg explican en un extenso reportaje que este yacimiento ofrece una oportunidad histórica para 'industrializar' Argentina de verdad. Desde fuera puede parecer complicado cómo un solo yacimiento puede importar tanto, pero lo cierto es que Vaca Muerta tiene la capacidad para generar un superávit crónico en la balanza por cuenta corriente (gracias a las exportaciones de petróleo y gas), además de abaratar la energía a todas las empresas del país. Esto podría resultar clave para convertir un modelo productivo muy agrario en otro más industrial y donde la agricultura ser más productiva. No se trata de abandonar la agricultura, sino de producir más en ese sector con menos y dar un auténtico empujón a la industria.

Vaca Muerta está floreciendo

Vaca Muerta "está floreciendo en un momento sumamente significativo para Milei, que necesita con urgencia victorias económicas que le demuestren a los votantes que todos los sacrificios del último año y medio valieron la pena", señala Benjamin Gedan, investigador del Latin America Studies Initiative de la Universidad Johns Hopkins. "Y él también puede ser el eje del próximo capítulo", asegura este experto en declaraciones a Bloomberg. Todos los ingredientes para el éxito están ahí.

Como la tapa de un frasco que se abre súbitamente después de que otros aflojaran el sello, Vaca Muerta ya estaba a punto de explotar cuando Milei asumió el cargo. Además de contar con el respaldo de los tres gobiernos anteriores, la formación rocosa, ubicada a 3 kilómetros de profundidad, es considerada por geólogos como tan buena )o incluso mejor) que la Cuenca Pérmica, la formación de shale más grande y prolífica del mundo. Eso ayudó a las empresas perforadoras a reducir sus costos de equilibrio por debajo de los de sus rivales estadounidenses, según Rystad Energy.

La revolución liberal de Milei

Para acelerar el boom, Milei solo tuvo que eliminar los obstáculos: suprimió prácticamente todos los límites de precios del petróleo; relajó los controles de capital, que han resultado especialmente perjudiciales para grandes compañías como Chevron; y concedió a los inversores energéticos exenciones fiscales a prueba de balas por 30 años. En el plazo de un año desde su llegada al poder, la producción diaria de crudo en Vaca Muerta aumentó un 28% y en abril alcanzó los 442.000 barriles. Se prevé que en los próximos cinco años supere el millón de barriles diarios (tanto como algunos miembros de la OPEP) y que la mayor parte se destine a la exportación.

Pero el aumento coincide con una etapa de volatilidad en el mercado. Antes de que Israel lanzara ataques aéreos contra Irán el 13 de junio (lo que disparó los precios), el Brent, referencia global, cotizaba en su nivel más bajo en cuatro años, llegando a tocar los 60 dólares. El mercado registró un breve repunte a medida que se intensificaron las tensiones geopolíticas, pero posteriormente comenzó a caer nuevamente. Los precios en los últimos meses fueron suficientemente bajos para que los perforadores de shale en Estados Unidos comenzaran a frenar el gasto, lo que llevó a los analistas a advertir sobre una inusual caída de la producción de los principales productores de petróleo del mundo.

El petróleo de Vaca Muerta es 'barato'

Las empresas argentinas dedicadas al shale, por el contrario, han mantenido sus inversiones. La mayor de ellas, la estatal YPF, insiste en que sus operaciones pueden resistir incluso si el precio cae hasta los 45 dólares. La segunda, Vista Energy, ha declarado que solo revisará su plan anual si los precios alcanzan los 55 dólares. Por su parte, Pampa Energía, un productor más pequeño, estima que su bloque de shale oil más emblemático puede alcanzar el umbral de rentabilidad con precios inferiores a 40 dólares por barril.

Esto puede parecer curioso, dado que Vaca Muerta carece de las economías de escala con las que cuentan los operadores de la Cuenca Pérmica, donde la competencia entre una gran cantidad de empresas de servicios y proveedores contribuye a reducir los costes. Sin embargo, ahora que las mejores zonas de la Cuenca Pérmica de EEUU ya han sido explotadas, los pozos de shale son cada vez menos prolíficos, sale más agua y gas y menos petróleo.

Mientras tanto, los perforadores argentinos aún pueden seleccionar los mejores yacimientos. También tienen fácil acceso al agua dulce y a la arena necesarias para fracturar la roca, un proceso conocido como fracking. "Las cosas se pueden ir perfeccionando", comenta Alexis Martínez, supervisor de perforación, durante una visita reciente a una plataforma.

Como la mayoría de los trabajadores petroleros en Argentina, Martínez —de 48 años, corredor de ultramaratones y de intensos ojos azules— fue asignado a Vaca Muerta tras años de trabajo en yacimientos convencionales, donde el margen para innovar era escaso. "Como estaba todo tan estandarizado, era difícil romper ese estándar", señaló. "Acá siempre se está pensando en qué puedes mejorar, en busca de más".

La vida en una ciudad en auge

En Neuquén, cuyo nombre proviene de una palabra indígena que significa algo como "audaz", la apuesta por el shale parece estar dando frutos. La población de la provincia ha crecido rápidamente junto con la producción de petróleo, aumentando un 32% hasta alcanzar los 727.000 habitantes entre 2010 y 2022, según el último censo argentino. Eso es más del doble de la tasa nacional, ya que miles de personas llegan a la región en busca de una parte de la legendaria riqueza.

Nicolás Almará, de 37 años, es uno de ellos. Llegó hace una década como fotógrafo de un periódico local y ahora lidera un equipo en una empresa de servicios de perforación. Trabaja en turnos de dos semanas en la cabeza del pozo y confía en que podrá ahorrar lo suficiente como para jubilarse a los 50 años. "En Neuquén, el que no avanza es porque no quiere", afirma.

El arquitecto Pablo Arpajou también cree en esa movilidad ascendente. Su desarrolladora inmobiliaria, Safiar, está diseñando torres residenciales en la capital provincial para una nueva generación de trabajadores petroleros. Pero en Añelo, una polvorienta localidad al pie del desierto de shale, comienzan a evidenciarse los inconvenientes del auge, lo que subraya los retos a largo plazo que enfrentará Javier Milei, incluso si el desarrollo del shale sigue prosperando. Aquí, la población se ha quintuplicado, alcanzando aproximadamente 11.000 habitantes desde que se perforó el primer pozo de shale alrededor de 2011. Los nuevos bloques de viviendas para trabajadores petroleros ocupan prácticamente cada centímetro libre de terreno.

Marcelo Venegas, concejal de la municipalidad, comenta que cada semana llegan a Añelo hasta ocho familias en busca de empleo. Aproximadamente la mitad se instala en precarias construcciones en la nueva expansión de la ciudad de Neuquén, mientras que otros permanecen en Añelo, durmiendo a la intemperie en la plaza, el cementerio o la estación de servicio de YPF.

"Lo que pasa es que hay una falsa idea respecto de que acá van a llegar y se van a bajar del vehículo en el que vienen y los van a agarrar y los van a llevar a trabajar", explica Venegas, quien llegó a Añelo siendo niño, hace unos 45 años, durante otro boom vinculado a la perforación de gas natural.

Venegas sabe mejor que nadie que el sueño del petróleo puede hacerse realidad: su padre, que era camarero, abrió su propia cafetería, y él mismo logró ganar lo suficiente como trabajador petrolero para ahorrar e invertir en propiedades. Pero también recuerda cómo comunidades petroleras como Cutral y Catriel, a pocos kilómetros de la frontera provincial, se convirtieron en pueblos fantasma cuando YPF fue privatizada a comienzos de la década de 1990 y el negocio se agotó. "No queremos que se repita acá", afirma. "Más teniendo en cuenta que el fenómeno Vaca Muerta es mucho más explosivo".

Matías Weissel, director de operaciones de Vista, de 39 años, también recuerda tiempos más inciertos. Cuando era un joven ingeniero en YPF hace 13 años, aún rememora la consternación que sintió al ver al viceministro de Economía de Argentina irrumpir en la torre acristalada de la empresa en Buenos Aires y llamar por teléfono a la presidenta para informarle que el gobierno había recuperado el control de YPF.

Hubo críticas de que el viceministro gestionó mal algunos aspectos de la nacionalización, lo que llevó a que un tribunal de Nueva York dictaminara una década después que la endeudada Argentina debe pagar unos 16.000 millones de dólares a antiguos accionistas. Javier Milei heredó la problemática demanda y la situación llegó a un punto crítico esta semana, cuando el tribunal ordenó al Estado transferir sus acciones en la empresa, mientras los demandantes intentan embargar activos soberanos para cobrar el dinero. Argentina está apelando el caso en su totalidad y la orden emitida esta semana.

Pero en 2012, YPF tenía la libertad, bajo control estatal, de explorar el potencial de Vaca Muerta, y destinó a Weissel a su nuevo equipo de shale. Al principio, el pequeño grupo se sentía como un conjunto de marginados: primero los instalaron en oficinas dentro de un antiguo yacimiento de gas, y luego en un par de remolques en una zona conocida como Loma Campana.

No estaba claro (por no decir algo más duro) si el shale funcionaría en la Patagonia como lo había hecho en Texas, en ese momento el único lugar donde el fracking era verdaderamente viable. Sin embargo, los esfuerzos de YPF junto con Chevron en Loma Campana para entender el recurso y aplicar el conocimiento sobre shale proveniente de Estados Unidos demostraron la productividad de la roca y allanaron el camino para la llegada de más perforadoras.

La industria se tambaleó más tarde durante el gobierno del presidente Mauricio Macri, cuyos esfuerzos por liberalizar la economía argentina fracasaron en 2018 y 2019. Matías Weissel fue testigo de cómo los inversores, que inicialmente se mostraban eufóricos con Macri, se retiraron ante los enormes déficits presupuestarios de su gobierno y le dieron la espalda. Esto provocó que se evaporara la financiación para un importante gasoducto de shale gas, y que las repercusiones inflacionarias de la caída del peso obligaran a reimponer los temidos controles sobre el precio del petróleo.

Estos riesgos "sobre el terreno", como les gusta llamarlos a los petroleros, siguen existiendo. Mientras los inversores globales vuelven a poner sus ojos en Argentina y celebran el enfoque de Javier Milei en generar superávits fiscales, muchos esperan el resultado de las elecciones legislativas de octubre como una señal más clara de que los votantes están dispuestos a dar una oportunidad prolongada a su experimento de libre mercado. Otros, en cambio, están desinvirtiendo mientras las condiciones aún son favorables.

Por ahora, la popularidad de Javier Milei se mantiene firme, ya que muchos argentinos, pese a enfrentar una austeridad sin precedentes, comienzan a ver destellos de la "luz al final del camino" que el presidente prometió el día de su toma de posesión hace 18 meses.

La pobreza y la inflación se encuentran en mínimos de varios años; los ciudadanos, por fin, ya no enfrentan restricciones para cambiar sus ahorros entre pesos y dólares; y se espera que la economía crezca 5% este año, tras contraerse en 2023 y 2024. Con la mitad de los argentinos manteniendo una imagen positiva de Milei, el mandatario se impone claramente a todos sus competidores de izquierda y derecha, según una encuesta reciente de AtlasIntel realizada para Bloomberg News.

Suponiendo que Milei tenga un buen desempeño en las elecciones legislativas, "cuenta con una base fiscal mucho más sólida que Macri para demostrar a los inversores que puede llegar con estabilidad hasta 2027", afirmó Jimena Zúñiga, analista de América Latina para Bloomberg Economics en Buenos Aires. No obstante, advirtió que la frágil política cambiaria de Milei representa un factor de riesgo.

Vaca Muerta está desempeñando un papel crucial para mitigar este riesgo. Con la reciente finalización de una importante ampliación del oleoducto hacia la costa atlántica, las autoridades federales proyectan un superávit comercial energético de 8.000 millones de dólares para este año, superando el récord de 2024 que puso fin a años de déficits estructurales paralizantes.

"Imposible de detener"

Los perforadores ya han demostrado que pueden ser competitivos exportando Medanito, el crudo de Vaca Muerta comparable al Brent, pasando por el extremo sur de Sudamérica hacia EEUU, su principal cliente extranjero por ahora, luego de las ventas por oleoducto al vecino Chile. Entre los nuevos hitos se incluyen envíos de prueba a India y Australia.

Muy pronto, muchos de esos barriles serán transportados desde el desierto hasta el mar a través de un nuevo oleoducto de 567 kilómetros y un puerto exclusivo, en el marco de un proyecto denominado Vaca Muerta Sur, financiado mediante un préstamo de un consorcio de bancos internacionales. Es el tipo de línea de crédito que habría sido impensable antes del gobierno de Javier Milei.

"Esto no es cualquier proyecto", señala Manuel Castillo, un refugiado venezolano a cargo de supervisar la construcción, protegido del viento entre hileras de tubos de acero negro apilados. "El impacto que tiene es convertir Argentina en una potencia exportadora".

De hecho, los perforadores insisten en que están en camino de igualar los 30.000 millones de dólares que los agricultores —tradicional pilar de la economía argentina— exportan cada año. Daniel González, responsable de energía del gobierno de Javier Milei, afirmó recientemente que el auge del comercio de petróleo y gas representa un "cambio de paradigma" que "le cambia la vida a la Argentina". Matías Weissel también se muestra optimista: "Veo muy difícil ahora que esto deje de seguir sucediendo", culmina