Bolsa, mercados y cotizaciones
Los expertos ya ven al Ibex en los 15.000 puntos y lo acercan a cotas históricas
- En la historia del índice, este solo ha cotizado en este nivel 84 sesiones
- No alcanza esta cota desde 2008
- Con ella se aproximaría a los máximos históricos en los 15.945 puntos
Violeta N. Quiñonero , Javier Luengo
Madrid ,
En la historia del Ibex 35, el índice tan solo ha cotizado en los 15.000 puntos durante 84 sesiones y tan solo ha traspasado esta cota en seis ocasiones distintas en sus más de 30 años de vida. Lleva sin alcanzar en este nivel desde el 2008, pero el consenso de expertos espera que, por primera vez en algo más de 17 años, el principal selectivo del mercado español volverá a situarse en esta cota en los próximos doce meses.
Concretamente, el consenso de expertos que recoge Bloomberg fija el precio objetivo para el Ibex 35 en los 15.017 puntos. Esta es la valoración más alta ofrecida para el índice nacional desde 2008 e implica seguir viéndole recorrido para los próximos meses. El Ibex 35 podría seguir subiendo hasta un 8% adicional, un alza que se añadiría a la fuerte revalorización que el selectivo acumula desde que empezó el año. Con un 19% de ascenso anual, el índice se establece como el más alcista entre los principales parqués del Viejo Continente y también de Wall Street.
Por el momento, son dos las compañías del selectivo de las 35 que cotizan actualmente en zona de máximos anuales: Acciona y Solaria. La primera de estas energéticas se ha visto beneficiada recientemente en bolsa por el anuncio de una venta de sus parques eólicos en Perú por 253 millones de euros. Actualmente, sus acciones cotizan en máximos de julio de 2023, tras haberse revalorizado un 40,5% desde principios de año. Para los expertos, sin embargo, sus títulos cotizan sin potencial.
La renovable solar, por su parte, vive en junio uno de los mejores meses bursátiles de toda su historia. Los resultados trimestrales que presentó el pasado 3 de este mes convencieron tanto a inversores como analistas, especialmente por su proyección en su negocio de data centers. Así, desde aquella fecha, sus títulos avanzan un 32%, situándose en máximos de noviembre de 2024 y recuperando el terreno positivo en el ejercicio, con ganancias bursátiles del 30%, frente al casi 3% que cedía en el año antes de junio.
Por potenciales revalorizaciones para los próximos meses destacan, sin embargo, otras compañías: Grifols, Puig, Rovi, Cellnex y Acerinox, con recorridos alcistas del 50%, 46%, 39%, 34% y 23% respectivamente. De ellas, solo Puig y Rovi sufren los números rojos en el ejercicio (a doble dígito en ambos casos), mientras el resto registran subidas en 2025.
Aunque todavía debe subir algo más de ocho puntos para alcanzar estos 15.000 enteros, la trayectoria hasta los niveles actuales no ha sido fácil. El 10 de abril de 2007, el Ibex 35 alcanzaba por primera vez en la historia este nivel. Desde entonces, traspasó la barrera de los 15.000 puntos hasta en seis ocasiones distintas hasta principios de 2008. En total, durante algo menos de un año, el índice cotizó durante 84 sesiones en los 15.000 puntos. En ellas, marcó máximos históricos en los 15.945 puntos.
La última vez de los 15.000 puntos fue el 2 de enero de 2008. A partir de ahí, el selectivo español comenzó un descenso que se vio fuertemente agravado por la crisis financiera a raíz de la quiebra de Lehman Brothers y marcó su peor momento en marzo del 2009 cuando cedió a los 6.936 puntos, perdiendo un 57% de su valor desde aquellos máximos históricos. Pese a ello, acabó cerrando aquel ejercicio con subidas de casi un 30%.
Pero de nuevo, los azotes macroeconómicos hicieron tambalear sus cimientos. Desde 2010 el Ibex no dejó de caer año a año hasta 2012. La crisis del euro y de deuda soberana en Europa devolvieron al Ibex 35 a los 6.000 puntos en 2012. Un nivel al que volvería a ceder ocho años más tarde, en marzo de 2020, cuando se vivieron los peores momentos en los mercados a raíz del estallido de la pandemia de Covid-19.
Varios años de tensiones
Desde entonces han sido varios los acontecimientos que han hecho tensionar la economía mundial y los mercados. En 2022, derivada de la pandemia y agravada por la guerra entre Rusia y Ucrania apareció una inflación desbocada que provocó la intervención de los bancos centrales. Estos desarrollaron la política monetaria más agresiva de las últimas cuatro décadas.
A finales de 2024, Israel reactivaba con agresividad el conflicto en Gaza que sigue activo a día de hoy. También en aquellas fechas, Donald Trump era elegido como presidente de los Estados Unidos y este abril provocaría uno de los sustos de 2025 con su política arancelaria. La aparición de DeepSeek, la IA low cost china, fue la primera alarma del año, al hacer temer a los inversores una burbuja tecnológica. Ahora, la crisis en Oriente Medio vuelve a cuestionar la estabilidad económica que se había ido consolidando, pese a todo, estos últimos años.
En todo este tiempo, el Ibex 35 ha liderado la recuperación y se ha ensalzado como uno de los índices más robustos del Viejo Continente. Desde esos mínimos del Covid, el índice español registra una revalorización del 126% y ha pasado de cotizar en los 6.000 puntos a hacerlo actualmente en los 14.000, situándose en máximos del 2007.7
Una Europa a dos velocidades
Mientras tanto, en el resto de parqués europeos la situación es dispar dependiendo hacia qué plaza se mire. Y es que, si bien se espera por el mercado un crecimiento significativo en la mayoría de índices del Viejo Continente, los potenciales divergen. El Cac 40 francés lidera las expectativas con un recorrido alcista proyectado del 14,9%, seguido del FTSE 100 británico con un 13,7% y el EuroStoxx 50 con un 12,6%. En contraste, el Dax alemán se posiciona como la excepción con una expectativa ligeramente negativa, de 1%, mientras que el S&P 500 estadounidense muestra un potencial más moderado del 8,8%.
Un buen pulso para las bolsas está respaldado por varios factores estructurales. Las previsiones económicas de primavera de la Comisión Europea proyectaron un crecimiento del PIB real del 1,1% para este año y del 0,9% para a eurozona. Números que, aunque pueden parecer modestos, representan una base de crecimiento sólida, especialmente, después de los desafíos del último lustro. La menor percepción de riesgo geopolítico debido a las posibles negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania ha contribuido significativamente al optimismo del mercado.
Además, se espera que el ciclo de flexibilización monetaria de la eurozona siga su curso y el Banco Central Europeo (BCE) baje de nuevo los tipos de interés, al menos en sus dos próximas reuniones, hasta situar la tasa de depósito entre el 1,75% y 2%, lo que proporcionaría un entorno de financiación más favorable para las empresas europeas. "A diferencia del Reino Unido, que ha tenido problemas para eliminar la inflación residual y los altos salarios, y de Estados Unidos, donde se debate el impacto inflacionista de los aranceles, el BCE se encuentra ahora en un contexto inflacionista benigno", recuerdan desde Janus Henderson.
A pesar de la mejora general, la inflación en la zona euro se situará en el 2,1% en 2025 y del 1,7% en 2026. Presión de precios que seguirá enfrentando a las empresas comunitarias a un aumento de los costes laborales unitarios, lo que, a la postre, podría limitar sus márgenes de beneficio.
La clave de que estas subidas proyectadas por el mercado terminen materializándose o no a lo largo de los próximos doce meses estará en la capacidad de Europa para mantener la estabilidad política, gestionar las presiones inflacionarias y beneficiarse de la rotación de flujos de capital desde mercados más caros.