Bolsa, mercados y cotizaciones
Si el mercado ya habla de negociación TACO (Trump siempre se acobarda), ¿por qué todavía le sigue la corriente con sus amenazas?
- Retrasa a julio los aranceles del 50% que lanzó contra la UE el viernes
- Esto se suma a capitulaciones como la de China y la de Powell
- El miedo de los inversores va más allá de este vaivén de anuncios
Mario Becedas
Desde que entró de nuevo en la Casa Blanca como una elefante en una cacharrería, amenazando a diestro y siniestro, sobre todo en materia comercial, sonoras han sido ya varias 'recogidas de cable' de Donald Trump. Tras enseñar su temible pizarra con los aranceles para el resto del mundo el Día de la Liberación, poco después el mandatario decretaba una tregua de tres meses para negociar. Después de elevar la tensión comercial con China a niveles insólitos y los aranceles a las tres cifras, instó a una rápida negociación de tú a tú con Pekín que en cuestión de un fin de semana se sustanciaron en buenas palabras y una tregua también de 90 días. Tras amenazar con despedir al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, en un par de días el inquilino del Despacho Oval se retractó y dijo que simplemente no le gustaban sus políticas con los tipos de interés. La última marcha atrás ha llegado con la Unión Europea: después de amenazar el viernes con aranceles del 50% a partir del 1 de junio, ahora Trump ha postergado la fecha hasta el 9 de julio en aras de una más reposada negociación.
Este repetido 'envainar la espada' por parte del presidente de EEUU se ha analizado de dos maneras. Algunos lo consideran una forma de negociación de máximos: plantea un escenario terrible e inaceptable, recula parcialmente y eso ya es aceptado por todos sacando Trump cierta ventaja (la tregua comercial de 90 días mantenía el arancel universal del 10%). Para otros, los más, Trump incurre en la improvisación y ha tenido que retractarse cada vez que una de sus estridentes amenazas ha provocado el caos en los mercados, cuando no sus asesores más sensatos, véase el secretario del Tesoro, Scott Bessent, le han convencido para que recule, como ocurrió en la polémica con Powell.
La referencia de su primer mandato, cuando Trump y su gabinete se cuidaban muy mucho de que la bolsa no se hundiera con sus políticas, y su promesas teóricamente pro-empresariales, hacían confiar a los inversores en lo que se bautizó como la 'opción Trump' (Trump put en inglés), siguiendo la jerga bursátil. Esto básicamente consistía en que Trump frenaría sus amenazas cuando las bolsas corrigieran de forma extrema. Aunque al principio parecía que esta opción no iba a llegar y que Trump 2.0 no se iba a casar con nadie, la tregua general tras el Día de la Liberación empezó a cambiar el relato. Los ejemplos posteriores directamente han llevado a analistas y operadores de mercado a manejar otro concepto: el TACO trade o negociación TACO.
La palabra TACO responde a las siglas en inglés de Trump Always Chicken Out (Trump siempre se acobarda). Uno de los últimos en verbalizarla ha sido el periodista y analistas financiero alemán Holger Zschaepitz en su cuenta de X (antes Twitter), cuando los futuros europeos subían con fuerza este lunes tras avenirse Trump a prolongar la negociación comercial con la UE.
No obstante, surge la duda de por qué, si el mercado habla abiertamente de negociación TACO, todavía se le sigue la corriente al presidente de EEUU cada vez que coge su perfil de Truth Social (su propia red social) y lanza una nueva amenaza. Este mismo viernes, tras anunciar los aranceles del 50% contra Europa, los selectivos continentales llegaban a caer más de un 2% y el EuroStoxx 50, referencia europea, caía un 1,8%. En Wall Street, la amenaza contra Europa y la lanzada contra Apple (aranceles del 25% por no construir sus teléfonos en EEUU), también se saldaba con caídas. Es cierto, dirán algunos, que estos retrocesos hubieran sido mayores si no hubiese habido previamente otras capitulaciones de Trump, pero lo cierto es que siguen imperando el miedo y la incertidumbre.
El economista jefe de UBS Paul Donovan, reflexiona sobre esto en su comentario de este lunes: "El presidente estadounidense Trump ha reculado en su amenaza de gravar agresivamente a los consumidores estadounidenses de productos europeos, retrasando el arancel sugerido del 50% a julio. Estos retrocesos son tan frecuentes que los inversores deberían esperarlos racionalmente. Entonces, ¿por qué los mercados siguen reaccionando a los anuncios iniciales, como ocurrió el pasado viernes?".
El mismo Donovan expone tres motivos. En primer lugar, destaca, "aunque nadie piense que las amenazas vayan a cumplirse, las empresas necesitarán asegurarse. Por ejemplo, la oferta podría desviarse de otros mercados a EEUU para acumular existencias antes de una amenaza de aranceles. Contratar un seguro contra acontecimientos de baja probabilidad sigue suponiendo un coste".
En segundo lugar, continúa el experto de UBS, "los altibajos en la formulación de políticas aumentan los riesgos en los mercados, y la sensación general de imprevisibilidad exige una prima de riesgo. Además, los inversores perciben dos facciones en la política comercial: una convencional y otra más radical. Las políticas arancelarias agresivas sugieren que la facción radical está dominando a Trump, y los mercados favorecen lo convencional frente a lo impredecible".
Y por último y en tercer lugar, agrega Donovan, "las subidas agresivas de impuestos son sensacionales y atraen la cobertura mediática". "Los retrocesos son bastante más mundanos. Esto puede moldear la percepción de los consumidores sobre la política, si se recuerda el daño potencial de los aranceles y se olvidan los retrocesos de Trump. Si los consumidores achacan las subidas de precios a unos aranceles que en realidad pueden no materializarse, se abre el camino a una mayor inflación impulsada por los beneficios de los minoristas", remacha.
Javier Molina (eToro): "La incertidumbre, más allá de los datos macro, se está colando por debajo de la piel del mercado"
De forma similar se pronuncia Javier Molina, analista de Mercados de eToro: "Trump ha vuelto a tensar la cuerda con Europa, amenazando con un arancel del 50% a todas las importaciones desde la UE. Esta vez ni siquiera se disimula, pues las amenazas son públicas, maximalistas y carentes de recorrido técnico. No sorprende que otras potencias empiecen a ignorarlas. Si China ya logró que Trump se echara atrás, ¿por qué no van a hacer lo mismo Bruselas o Canadá?".
Lo que ocurre va más allá, explica Molina: "Aquí es donde las señales se cruzan, con una inflación que se modera, un crecimiento del dinero por debajo del 6% que históricamente se asocia a un entorno de inflación controlada, y sin embargo los tipos largos no bajan. ¿Por qué? Porque el mercado ya no ve a EEUU como un activo sin riesgo. Lo que estamos viendo, es un episodio claro de incertidumbre de régimen. No hablamos de incertidumbre económica o política puntual, sino de un cambio de reglas en todos los frentes: fiscal, comercial e institucional". Esto explica los movimientos que se vienen registrando con los bonos del Tesoro de EEUU en los últimos tiempos.
"De momento las bolsas aguantan. Pero algo empieza a cambiar. Las previsiones de beneficios en EEUU se han ido revisando a la baja semana tras semana y muchas compañías han dejado de dar guías de futuro, literalmente porque no saben qué hacer. Y eso es otra señal de que la incertidumbre, más allá de los datos macro, se está colando por debajo de la piel del mercado", glosa el analista de eToro.
Desde el banco SEB analizan el fenómeno con el ejemplo de lo ocurrido con la UE en los últimos días: "Al parecer, la Casa Blanca rechazó una propuesta de la UE que, entre otras cosas, suponía eliminar por completo los aranceles a los bienes industriales y aumentar las oportunidades para que los productos agrícolas estadounidenses lleguen a la Unión. El hecho es que las tácticas negociadoras de Trump son devastadoras para EEUU y para el mundo, ya que contribuyen a una incertidumbre que corre el riesgo de reducir la demanda empresarial debido a comportamientos de espera".
"El especulador cree que con los últimos movimientos, Trump quiere quitar el foco sobre las tambaleantes finanzas estatales del país y el creciente problema de los crecientes tipos de interés del gobierno de EEUU. A medida que la realidad ponga los hechos sobre la mesa, es probable que las críticas a la Casa Blanca crezcan también en casa", escribe Dana Malas, haciendo también alusión al concepto TACO trade.