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El secreto de la remontada de Tesla: así se ha disparado un 54% en cuestión de semanas

  • Los expertos coinciden en que la clave es la expectativa por el Robotaxi
  • Pero también el distanciamiento de Musk con Trump y la tregua arancelaria
  • Algunos analistas la ven duplicando su valor... pero es un sendero peligroso

Álvaro Moreno

Tras los máximos de 2024 Tesla ha vivido una auténtica sangría. Las dudas respecto a su 'robotaxi', la creciente competencia china, un rejonazo en las ventas, los aranceles y las distracciones políticas de su CEO, Elon Musk, provocaron que la firma estuviera atrapada en un desplome prácticamente sin suelo. Desde sus máximos de diciembre la firma llegó a perder la mitad de su valor. Sin embargo, tras los abultados retrocesos algo parece haber cambiado.

Desde el 1 de abril la volátil acción de coches eléctricos se ha disparado un 30%. Sin embargo, poniendo como punto de partida los mínimos tras el colapso del 'Dia de la Liberación', la empresa de Elon Musk se dispara ya un 54%. Si bien esto no le permite afirmar que está en año positivo, pues todavía se deja un 9,8% desde que arrancó 2025, parece que las malas sensaciones se han reducido a un ritmo acelerado y, por el momento, se ha conseguido revertir la espiral destructiva que parecía imparable hace escasas semanas.

Hay tres aspectos que están provocando este giro radical y, si bien las acciones de Tesla se siguen encontrando en un equilibrio muy delicado, los analistas creen que esta conjunción de factores está cambiando por completo su realidad. Resumiendo, la paz comercial que parece que se está alcanzando ofrece un suspiro respecto al golpe de los aranceles, un renovado optimismo por la conducción autónoma y un giro total de Elon Musk hacia la empresa tras el sentimiento generalizado del mercado de que el foco del empresario sudafricano estaba centrado en la Casa Blanca.

La atención de Elon Musk vuelve a Tesla

Empezando por lo último, este se trata de un factor que ha despertado grandes tensiones entre los analistas y los inversores. Ross Gerber, de Gerber Kawasaki, defendió en una nota a sus clientes a principios de abril la necesidad incluso de un cambio en su cúpula. "La marca de Tesla se ha visto fuertemente dañada por el comportamiento controvertido de Trump y su enfoque en otras labores que no están relacionadas con Tesla, en particular su participación en la Casa Blanca y DOGE".

Elon Musk anunció a finales de abril que reduciría su participación en política, para centrarse en la empresa. Anunció esto tras los resultados empresariales donde la firma registró un preocupante descenso del 9% en los ingresos y del 71% en los beneficios, hasta los 409 millones de dólares. Sin embargo, a pesar de las malas cifras los títulos de la firma se dispararon casi un 8% cuando el sudafricano dijo que solo dedicaría entre uno o dos días a la semana en el programa de reducción de costes, DOGE.

""A partir del mes que viene, dedicaré mucho más tiempo a Tesla" explicaba Musk ante los analistas. El motivo por el que decidió volver al redil, es claro. "El trabajo crucial que me encomendó Trump está prácticamente terminado. Como sabemos, ha habido repercusiones por el tiempo que paso trabajando con el Gobierno.

La paz arancelaria

Por otra parte, mientras esto sucedía, la paz arancelaria se impone para el que se perfilaba como una de sus mayores víctimas. Trump anunció en abril un 25% de gravámenes a los vehículos importados. Esto no debería ser un problema para Tesla dadas sus fábricas en Texas y California, pero con otras plantas en China y Alemania, quedaba en el centro del fuego cruzado. China respondía con un aumento general del 125% a los aranceles recíprocos.

Los expertos alertaban de que las ventas en China de Tesla, donde es uno de los dos máximos dominadores del mercado (superado solo por BYD) se desmoronarían con los aranceles cruzados. El tiempo tardó poco en dar la razón a los mismos, desatando un desplome en las ventas en este país del 61% en abril respecto a marzo. Si bien EEUU representa casi la mitad de sus ingresos, el gigante asiático fue su segundo mercado, con un 21% de los mismos en 2021. China y Europa, otro de los frentes de la guerra comercial, juntos, superan el 51% de los ingresos de la firma. No solo es cuestión de los aranceles, sino también de la fuerte competencia con BYD, que le come terreno y ya es la firma que más coches eléctricos vende en el planeta.

Ahora la situación ha cambiado por completo y al menos se ve una clara desescalada. EEUU y China han pactado una tregua a 90 días para negociar en los que han reducido los aranceles al 30% en el caso del país norteamericano y al 10% en el del gigante asiático. También ha hecho lo propio con el resto de países a los que ha impuesto 'aranceles recíprocos' el día de la Liberación. En ese sentido, los temores del escenario más duro se diluyen.

Las acciones de Tesla aligeraron su marcha tras los anuncios, en particular las relativas a China. La firma de Musk compraba componentes críticos al país asiático desde piezas hasta materias primas clave para sus proyectos como la conducción autónoma. Según Reuters tras la tregua Tesla, que había suspendido las importaciones de componentes del gigante asiático, la ha reanudado.

El 'monopolio' de los robotaxis

Sin embargo la presentación de resultados de Tesla tuvo otro factor clave, la conducción autónoma. Si bien esta gran promesa ha llenado de volatilidad a la empresa, cada vez más analistas creen que puede ser el pasaporte mágico con el que la firma de Musk puede pasar, de una situación de máxima tensión ante el asedio de sus competidores, a convertirse en el gran monopolio detrás de un nuevo y poderoso mercado.

En los resultados quedó claro que la empresa espera que el producto salga al mercado el segundo trimestre. "La tecnología de conducción autónoma de Tesla podría estar mucho más cerca de alcanzar la autonomía real que el resto de sus competidores tras el avance del sistema. Ningún otro fabricante tiene esas capacidades en vías urbanas", explican los expertos de Bloomberg Intelligence.

"La oportunidad de la conducción autónoma y la IA presenta al menos 1 billón de dólares para la valoración de mercado de la firma"

Tesla planea iniciar un servicio limitado de robotaxis en Austin, Texas, en junio de 2025, utilizando entre 10 y 20 vehículos Model Y. Además, se espera que el CyberCab, un nuevo producto basado en el sistema de fabricación "unboxed", entre en producción el próximo año con un precio estimado de 30.000 dólares. Y los analistas creen que este momento marcará para siempre el futuro de la empresa. Según Adam Jones, analista de Morgan Stanley, "gran parte del valor de Tesla se basa en sus iniciativas sobre la IA más que en el negocio automotriz tradicional". Tras los últimos resultados este analista subió su nota de compra debido a este motivo.

Según Dan Ives de Wedbush Securities, estima que "la oportunidad de la conducción autónoma y la IA presenta al menos 1 billón de dólares para la valoración de mercado de la firma". Según el experto la firma duplicará al cierre de 2025 su capitalización actual a medida que aterrice ya definitivamente en la conducción autónoma. Según Morgan Stanley este sentimiento de euforia a medida que se aproximan este batalla definitiva tecnológica es el factor clave por el que está evolucionando tan positivamente las últimas semanas.

Grandes peligros

Sin embargo, pese a la remontada de Tesla, la evolución en el parqué todavía es un sendero de alto riesgo. No en vano el consenso de los analistas estima que tiene un precio objetivo un 17% inferior a su cotización actual. Si bien las enormes amenazas que sacudieron la acción se suavizan, la realidad es que el negocio sigue atravesando enormes desafíos y su futuro divide por completo a los expertos. Unos sueñan con un futuro de alta rentabilidad por la IA y la conducción autónoma en el muy corto plazo y otros no lo valoran por ahora y se centran en su negocio asediado por la competencia y los problemas de rentabilidad.

JP Morgan y Guggenheim han reducido su precio objetivo tras las últimas caídas. La última publicaba en su último informe, en el que reducía la calificación de Tesla a Vender en el que dudaba sobre la rentabilidad y la demanda de sus coches. "Creemos que (ante la competencia) Tesla tuvo que decidir entre sacrificar el crecimiento del volumen o los márgenes brutos y la respuesta parece ser los márgenes brutos. Esto crea una narrativa difícil para una acción que aún cotiza a aproximadamente 30 veces nuestras estimaciones para 2023".

En resumen, la firma cree que a medida que Tesla va recortando precios y renunciado a márgenes su enorme valoración bursátil tenderá a ir en picado a medida que su negocio se va convirtiendo en algo más convencional. El margen bruto de la firma no ha dejado de caer, pasando del 27,1% el primer trimestre de 2022 al 13,6% el primer trimestre de 2025 en una cóctel caótico de baja demanda y menores precios ante el aumento de sus rivales.

Ahora el futuro de la empresa se juega a una carta que se pondrá en junio encima de la mesa. Las grandes esperanzas en una tecnología futura pueden traer su recompensa o enormes retrocesos en caso de decepción. De momento los mercados más que una revolución descuentan un enorme paso adelante. En 2025 la empresa pasará a facturar 120.000 millones de dólares frente a los 97.690 millones actuales. Por su parte creen que el beneficio caerá este año para rebotar en 2026 a los 10.960 millones de dólares y posteriormente dar caza a los máximos históricos de 14.120 millones que se lograron en 2022. En cualquier caso en cuestión de semanas se decidirá si la senda alcista sigue o si el rumbo se quebrará.