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La UE abre la puerta a una 'confiscación' total de activos rusos y crece el temor de un golpe crítico en el euro

  • Dombrovskis (CE): "Hay que obligar a pagar a Rusia"
  • Euroclear defiende que habrá un claro impacto en los mercados financieros
Zelensky durante la cubre de líderes del Consejo Europeo de diciembre (Bloomberg)

Álvaro Moreno

Tras un largo periodo en el que este tema parecía aparcado, la UE vuelve a resucitar la idea de una confiscación total de los activos rusos congelados. Desde que empezó la guerra una de las medidas más importantes desde Bruselas fue el bloqueo de los activos rusos denominados en euros. Esta medida ha ido in crescendo hasta alcanzar unas reservas congeladas de 210.000 millones de euros. Pese a que esto inmoviliza una parte del músculo financiero ruso (que ya no podría utilizarse en la guerra) en todo momento parecía respetarse la idea de que solo se estaba 'bloqueando temporalmente' este dinero. Sin embargo, a medida que la guerra se ha ido recrudeciendo crecieron las voces que piden quedarse con la integridad de este dinero, una opción que ha vuelto con fuerza. Sin embargo, la empresa encargada de custodiar esos activos (Euroclear) lleva tiempo advirtiendo de que el daño que generaría para Europa sería mucho mayor que el dinero que se conseguiría a corto plazo. Los expertos además, añaden que el euro sería el principal perjudicado de la medida.

Hasta ahora este debate parecía haber quedado resuelto con una solución salomónica. Los activos rusos no se tocarían pero los intereses que están generando los mismos (rendimientos de los bonos, por ejemplo) sí que se emplearía en unos préstamos a Ucrania por valor de 35.000 millones de euros. Con este mecanismo 'creativo' por parte de Bruselas, aprobado en octubre, parecía resolverse el problema. Aquellos que querían utilizar los fondos rusos veían en parte cumplido su deseo, mientras que se limitaba al máximo el impacto que podría tener esta medida. Sin embargo, ahora, con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca hay cada vez menos certezas sobre el futuro de la financiación de Ucrania y este debate ha vuelto a emerger con fuerza.

Esta semana la opción ha vuelto a marcar su punto álgido. Este mismo lunes el comisario europeo de Economía, Valdis Dombrovskis, defendió que hay que obligar a Moscú a "pagar" por su guerra de casi tres años en Ucrania. En ese contexto dijo que la mejor manera de lograr este objetivo era a través de estos activos rusos, una opción que debe ser "fuertemente considerada". Esto no fue una declaración aislada. Durante una de sus primeras intervenciones la nueva alta representante de la Unión para Asuntos Exteriores Kaja Kallas defendió esta medida. "No utilizaré la palabra confiscación porque en realidad se trata de utilizar los activos de manera legal", dijo durante su audiencia de confirmación parlamentaria en noviembre.

Euroclear, la sociedad que maneja 180.000 millones de estos activos rusos congelados ha mostrado su opinión crítica durante el foro de Davos. La directora ejecutiva, Valerie Urbain, comentó que "habrá consecuencias" si se incauta este dinero. De hecho, anticipa que los días posteriores habrá gran volatilidad en los mercados financieros. "Siempre podría haber contramedidas por parte de Rusia que podrían desestabilizar aún más los mercados".

Esta ha sido solo la última declaración de Euroclear. Sin embargo, en una entrevista a Bloomberg, Urbain iba más allá y comentaba que "el riesgo es crear un precedente para el euro, porque la confianza que se ha tenido durante décadas en el sistema, de repente se ha puesto en tela de juicio". La directiva cree que, viendo la situación, países que ahora mismo apuestan fuertemente por crear grandes carteras de activos denominados en euros pueden ir deshaciendo sus posiciones, dañando el papel global de la divisa.

El ejemplo paradigmático es China, que tiene las mayores reservas del mundo. Sin embargo es un problema a nivel global, el euro es la segunda moneda de referencia para los bancos centrales del mundo, de hecho según los datos del FMI hay 2,36 billones de euros en las reservas del mundo. "No creo que sean sólo los chinos. Puede ser cualquiera de los bancos centrales que se darían cuenta de que, de repente, los activos del banco central no se benefician del marco legal que se ha utilizado durante décadas" sentenciaba Urbain.

Golpe en el euro

Desde GIS comentan que de tomar esta decisión "se crearía un precedente y arrancaría un juego muy arriesgado". Más allá de la legitimidad y los problemas jurídicos que puede derivar pues tienen dudas de que en el marco de estado de derecho se le puedan quitar los bienes a un Estado con el que no estás en guerra, el problema vendría sobre el euro. "La proporción de esta moneda en las reservas mundiales ronda el 20% con solo un porcentaje muy pequeño de la población mundial".

Para empezar la consultora comenta que "la mayor parte de las reservas de Rusia están denominadas en euros, por lo que generaría un impacto desproporcionado". Luego, ya en el medio plazo "se generaría un riesgo muy real de que este gesto socave el estatus de la moneda como refugio seguro y como consecuencia no deseada, esto puede reforzar aún más al dólar".

Desde Quincy Institute,Ryan Martínez Mitchell, miembro no residente y profesor asociado de Derecho en la Universidad China de Hong Kong, coincide en el impacto de esta medida. "Confiscar los activos sería un regalo para Pekín". El motivo principal es la moneda del gigante asiático ganaría posiciones en su carrera por convertirse en una referencia a nivel global. Para Martínez Mitchell, "El atractivo del euro se ha basado en numerosos ingredientes, entre los que obviamente figuran la productividad económica, la estabilidad y el potencial de crecimiento de Europa; sin embargo, su aparente seguridad para los tenedores de activos en comparación con el sistema financiero estadounidense, más armado, es también un factor clave".

"Habría que incautar los activos"

No todos están de acuerdo, desde el Foro Oficial de Instituciones Monetarias y Financieras (OMFIF, por sus siglas en inglés) comentan que "no tiene mucho sentido proteger la propiedad rusa cuando Rusia misma está destruyendo flagrantemente a Ucrania, y a un costo mucho mayor que la suma de las reservas del banco central ruso. Lo mismo puede decirse del respeto a la inmunidad soberana rusa. La historia está repleta de ejemplos de reparaciones".

Mark Sobel, presidente del think tank cree que los argumentos de que esto debilitaría el papel dominante del euro son "muy ´débiles" y "poco convincentes". El motivo, según el experto, es que las tenencias extranjeras de activos en dólares y euros "están en gran parte en manos de países con los que tienen estrechos vínculos". Por ejemplo, "alrededor de tres cuartas partes de los activos seguros de Estados Unidos están en manos de países que tienen alianzas con Estados Unidos" . Al mismo tiempo Estados Unidos y Europa "poseen los mercados de capital más profundos y líquidos del mundo. Los efectos de red e inercia refuerzan el dominio. Hay pocas alternativas a estas monedas".

"Los activos incautados permitirían a Ucrania defenderse entre tres y cuatro años más sin ningún coste adicional"

Según OMFIF para Europa y el papel del euro tendría mucho más peso "pulir el mercado de bonos, generando un gran mercado de deuda conjunta" o "permitir que la unión de mercados de capitales avance de forma significativa". Estos dos enfoques tendrían un peso mucho mayor en el euro como moneda global que el impacto, positivo o negativo, de su decisión sobre los activos rusos.

Por su parte el fundador de Hermitage Capital, Bill Bowder, ha advertido esta semana en Davos que el precio para Europa de no quedarse con estos fondos es mucho mayor que la cuantía en sí misma. Según el líder financiero "los activos incautados permitirían a Ucrania defenderse entre tres y cuatro años más sin ningún coste adicional". Esto permitiría tener más garantías de una paz que mantenga el equilibrio de la región mientras que un acuerdo en el que Ucrania salga perdiendo "obligaría a aumentar de forma crítica el gasto militar de Europa y provocaría un gran éxodo de refugiados", con el consiguiente impacto económico de su gestión.

"Ese dinero debería ser confiscado rápidamente y entregado a Ucrania, para que no sea Donald Trump quien determine su futuro. Si nos vemos obligados a una capitulación total, terminaremos en Europa occidental, en el Reino Unido, con entre 15 y 20 millones de refugiados" sentenciaba Bowder.

En resumen, hay un debate cada vez más enconado (de nuevo) sobre el uso de estos activos. Que además se pueden convertir en una moneda decisiva y un elemento totalmente determinante en un verdadero punto de inflexión. Trump ya ha expresado que buscará acabar lo antes posible con la guerra y utilizará la financiación a Kiev como su principal herramienta de presión. En ese sentido los próximos meses podrían definir el final del conflicto o, al menos, una nueva fase en la Europa tiene este as bajo la manga. Una gran montaña de dinero ruso que se perfila como un arma de doble filo.