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Los datos no señalan una contracción económica en Estados Unidos: el riesgo de recesión es del 30%

Una pieza de ajedrez sobre una bandera de EEUU. Dreamstime

Sergio Fernández

La renta variable global reflejó esta semana el debate de si la economía de Estados Unidos entraría o no en recesión. Una discusión que quedó en tablas vista la evolución de la bolsa en una semana, aunque no haya estado exenta de vaivenes. Sin embargo, la percepción del mercado no ha cambiado en los últimos días ni han aumentado los análisis que descuentan una contracción de la economía estadounidense. Así, el riesgo de recesión en Estados Unidos se mantiene en el 30%.

El índice que recoge las opiniones de las firmas de análisis acerca de una recesión en Estados Unidos se mantiene en su punto más bajo del año esta semana. Es decir, la media que recoge más de 59 pronósticos diferentes se sitúa en el 30% y la mediana en el 32%, según Bloomberg. Y es que menos de una quinta parte del total de los analistas puntúa el riesgo en el 50% o por encima.

Que las probabilidades sean bajas no quiere decir que no puedan producirse. Como ejemplo, el caso contrario. Con la irrupción del coronavirus la recesión estaba descontada por el consenso de mercado (la probabilidad de recesión era del 100%) pero no llegó a producirse como tal. La clave en aquel caso fue la intervención de la Reserva Federal de Estados Unidos u otras ayudas gubernamentales para apuntalar la economía en aquella situación de crisis. En futuras fechas podría producirse el mismo patrón con una rápida flexibilización económica como la que ya descuenta el mercado.

Lo cierto es que el dato de empleo del viernes de la semana anterior se tradujo por los agentes del mercado como el primer indicador de que la economía del país daba los primeros signos de fatiga a consecuencia de las políticas de la Reserva Federal. Esto desató el pánico entre los inversores, que corrieron a comprar renta fija (aunque también influyeron otros factores como el ajuste del carry trade de los operadores) por temor a que se cumpliera la 'regla de Sahm', que históricamente señalaría una recesión y que estaría a punto de darse.

"A pesar de estas señales macroeconómicas [empleo en EEUU de la semana pasada], es probable que Estados Unidos no esté en recesión", comenta el economista de PIMCO, Tiffany Wilding. Pero si hace una semana el dato de empleo incentivó un sesgo pesimista, las peticiones de subsidio por desempleo del cierre de esta semana mostraron todo lo contrario al caer no solo respecto al dato anterior, sino muy por debajo de lo esperado por el mercado.

La variación de las ventas minoristas en Estados Unidos (dato mensual) no registra una caída superior al 1% desde enero de 2022, mes que llega detrás de las compras navideñas. El índice manufacturero de la Fed de Filadelfia no da una lectura por debajo de 0 (que implica empeoramiento de las condiciones) desde enero de 2024 y el índice PMI del sector servicios se sitúa por encima de los 50 puntos (por encima de 50 implica expansión económica) desde febrero de 2023 (actualmente está en 55 puntos).

Solo el PMI manufacturero de julio y la tasa de desempleo, que se sitúa en el 4,3% en su nivel más alto desde 2021, estarían señalando una desaceleración de la actividad en Estados Unidos. Si bien es cierto que el empleo y la inflación salarial es uno de los aspectos que vigila la Reserva Federal para calibrar el alcance de su política monetaria, el objetivo de la institución de controlar los precios contempla el incremento del desempleo. "Más allá de los desacuerdos sobre las estadísticas, los factores que provocarían que la economía entrara en recesión no son evidentes", opina el director financiero de Edmond de Rotschild AM, Benjamin Melman.

Por otra parte, las lecturas microeconómicas tampoco señalan una desaceleración de la actividad empresarial tras una temporada de resultados en Wall Street que bate las expectativas del mercado. Así, el consenso de expertos considera que la economía estadounidense crecerá un 2,3% este año y un 1,7% en 2025. Y para 2026 el Producto Interior Bruto de Estados Unidos crecerá otro 2%, según las estimaciones del mercado y también según las previsiones que barajó la Reserva Federal de Estados Unidos en la última revisión de su cuadro macroeconómico en junio.