Bolsa, mercados y cotizaciones
La deuda británica no refleja la volatilidad francesa a las puertas de las elecciones del Reino Unido
- El bono a diez años se sitúa en el 4,24%: mismo nivel que con el anuncio del adelanto electoral
- La libra aprovecha para sacar terreno al euro y alcanza los 1,18 al cambio
Sergio Fernández
Las elecciones legislativas de este 4 de julio en el Reino Unido se saldarían con la victoria del Partido Laboralista, según apuntan las últimas encuestas. Y este resultado no sería una sorpresa para el mercado que no refleja ni la volatilidad ni la incertidumbre que ha mostrado la deuda francesa o la renta variable gala en su propio referéndum en marcha. El bono del Reino Unido a diez años se sitúa en el 4,25% de rentabilidad: el mismo nivel que anotó con el adelanto electoral anunciado por el hasta ahora primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, a finales de mayo.
La posible llegada de los laboralistas y el consiguiente fiasco del Partido Conservador, con mayoría en la Cámara de los Comunes desde hace catorce años, espera el cambio de gobierno en el mismo punto de partida que hace treinta sesiones, en base a la evolución de la rentabilidad exigida en el mercado secundario. Si bien el retorno de la deuda británica es superior en todos los vencimientos a los bonos franceses, ha sido así desde 2013, en las últimas semanas la deuda británica recorta su rendimientos mientras que los bonos europeos, con los franceses al frente, incrementan los suyos.
El bono británico a diez años se sitúa en el 4,24%, sin que haya traspasado en las últimas cinco semanas el 4,4%. De hecho, en este periodo son los vencimientos superiores a los 10 años los que más han incrementado sus rendimientos sin llegar a superar los 6 puntos básicos en ninguna de las referencias respecto a lo anotado el día del adelanto electoral. Por contra, los vencimientos más cortos que deberían responder con mayor sensibilidad a un cambio inesperado en la Cámara de los Comunes registran una caída de la aversión al riesgo. La deuda británica a dos años cae al 4,15% (casi 30 puntos básicos por debajo de lo anotado tras 30 sesiones de cotización).
Por contra la deuda gala a diez años se separa del 3% que registró con el adelanto electoral por parte del inquilino del Elíseo, Emmanuel Macron, hasta el punto de competir en interés con la deuda portuguesa o la española. "La relativa calma en el Reino Unido se ve como un refugio frente a la incertidumbre del vecino", apunta la analista macro de Bloomberg, Mary Nicola.
Por otra parte, los niveles de inflación en el Reino Unido han caído más de lo esperado por el mercado en los últimos meses, lo que también ayudó a aliviar la presión sobre la deuda soberana británica. "El contexto al que se enfrentará el nuevo gobierno está mejorando de maneras diferentes. Por la parte internacional, la economía de EEUU se está ralentizando. Y en el Reino Unido el motor de la mejora del crecimiento del PIB es el consumo", explicó el economista jefe de Columbia Threadneedle, Steven Bell.
Así, el principal índice bursátil británico se sitúa cerca de sus máximos históricos anotados este mismo 2024, la rentabilidad de la deuda soberana británica cae en el mercado secundario en la práctica totalidad de la curva y, todo ello, sin que su divisa se desplome frente a las principales referencias del mercado.
El desenlace de las elecciones legislativas en el Reino Unido también tendrá su implicación en la libra esterlina, si bien los propios laboristas descartaron deshacer el Brexit en caso de salir victoriosos. Aunque en un primer momento la divisa británica cedió terreno frente al dólar o el euro, en particular con los primeros instantes tras el adelanto electoral de Sunak, lo cierto es que en este periodo la libra aprovechó para sacar terreno a la divisa de la eurozona, que sufre las consecuencias del posible bloqueo parlamentario en Francia en la segunda vuelta de este fin de semana.
Así la libra avanza un 0,5% frente al euro desde el 22 de mayo y un 2,3% desde que arrancó el año (se cambia por 1,18 euros). En el caso de su cruce con el billete verde, la libra cede un 0,3% y se cambia por 1,26 dólares. No obstante, no todo gira alrededor de la geopolítica. El Banco de Inglaterra mantiene su política monetaria sin cambios desde agosto del año pasado, lo que deja los tipos en el 5,25%. Tampoco los alteró a la baja la Reserva Federal de Estados Unidos (rango alto en el 5,5% desde julio del año pasado). Por contra, el Banco Central Europeo anunció su primer recorte el pasado mes de junio, hasta el 4,25% en el tipo de referencia para el precio del dinero de la eurozona, lo que amplía el diferencial a favor de divisas como la libra o el dólar.
Ahora, se espera que la libra siga ganando terreno al euro después de las elecciones. Los costes de cobertura contra la debilidad de la libra se sitúa en mínimos de 2017, según los principales indicadores de Bloomberg, lo que evidenciaría esa seguridad de los operadores en que la libra tiene todas consigo para mantener su pulso frente al euro en el corto plazo. "Los inversores aborrecen la incertidumbre y un gobierno laborista ha sido recibido negativamente en elecciones anteriores. No es el caso esta vez. Creemos que los mercados acogerán con satisfacción la perspectiva de una mejora de las relaciones con la Unión Europea", explica el analista financiero de Ebury, Matthew Ryan.