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La banca andorrana enseña los dientes a sus competidores con la compra de Tressis

    La banca andorrana enseña los dientes a sus competidores con la compra de Tressis

    Ángel Alonso
    Madrid,

    La adquisición de una participación mayoritaria de Tressis por parte de MoraBanc es el último episodio de la reestructuración que está afrontando la banca privada en España (al igual que en otros países), en un entorno regulatorio europeo que pretende impulsar el asesoramiento financiero independiente al eliminar las retrocesiones de los productos de inversión. Y es la demostración de la fuerza que está ganando la banca andorrana en el mercado nacional desde hace varios años, tras un período de ostracismo en los que la marca del Principado perdió fuelle, después de la polémica intervención en 2015 de Banca Privada d'Andorra (BPA), matriz de Banco Madrid, después de la denuncia por blanqueo de capitales realizada por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.

    Este episodio desencadenó la remodelación de la banca andorrana, que de cinco entidades pasó a tres, tras diversas operaciones corporativas: Credit Andorra, MoraBanc y Andbank, firmas que se vieron obligadas a crecer fuera de su perímetro natural una vez que el microestado dejó de ser considerado paraíso fiscal y ya no obtenía tanto margen del negocio doméstico. Y aunque la expansión por España había comenzado mucho antes, se acentuó. La más activa en realizar compras para crecer fue Andbank, que ahora se sitúa entre las diez mayores firmas de banca privada en España, según el último ranking de elEconomista.es, con algo más de 24.000 millones de euros de patrimonio.

    Un volumen que ha ido ganando tras la integración de la banca privada de Inversis y la posterior incorporación de Merchbank, Esfera Capital (tras la intervención de la CNMV), Degroof Petercam España (que cambiaría de nombre a Wealthprivat Asset Management y revendería luego a Welcome AM). La firma dirigida por Carlos Aso también controla el banco digital MyInvestor, competidor en el mundo de la gestión automatizada con Indexa o Finizens.

    Este proceso de compras también lo ha llevado a cabo Credit Andorra, que opera globalmente bajo la marca Creand, con la que pretende alcanzar un volumen patrimonial en España más acorde con el que tienen en el Principado, donde es la primera entidad por volumen de activos. La firma fue pionera en 2011 con la compra de Banco de Alcalá y hace tres años adquirió el multi family office GBS Finance, aparte de integrar a su competidor andorrano VallBanc.

    La entidad que se había quedado más retrasada era Morabanc (que absorbió el negocio andorrano de Banco Sabadell), aunque ya había intentado en anteriores ocasiones tentar a Tressis. Pero los tiempos (la primera vez coincidió con el periplo de BPA y la CNMV lo vetó) no fueron favorables. Fuera de Andorra, opera con la marca MoraWealth, y España es la tercera filial del grupo, que a principios de año se transformó en sociedad de valores para poder ofrecer más servicios.

    Y no van a ser las últimas operaciones. A la necesidad de realizar más compras para ganar volumen, en un momento en que la banca privada, en general, afronta un proceso de transformación de su modelo de negocio, con la presión en márgenes de unas comisiones más reducidas, se une el hecho de que numerosas firmas de asesoramiento o gestión patrimonial independientes están en el punto de mira por la cada vez más cercana edad de jubilación de sus fundadores, lo que facilita las transacciones. Y la banca andorrana está dispuesta a competir seriamente para seguir creciendo. De momento, el volumen conjunto de las tres entidades supera los 40.000 millones de euros en España.