Bolsa, mercados y cotizaciones

CaixaBank y Telefónica tienen los planes de pensiones que mejor resisten a un año de caídas


    Cristina García

    De septiembre del año pasado hasta septiembre de este año, la bolsa europea perdió, por poner un ejemplo, un 19%. Y quien acudió a los bonos en busca de refugio se encontró con una caída de otro 20%, que es lo que bajó el precio de una cesta de bonos mundiales en el mismo periodo, según los índices de Bloomberg y Barclays. En este complicado mercado, uno de los más difíciles de gestionar de las últimas décadas, marcado por la invasión de Rusia a Ucrania y el regreso de la inflación, ninguno de los 20 mayores planes de empresa logró esquivar las pérdidas en el plazo de un año, según los últimos datos disponibles de Inverco, a cierre de septiembre. Hay que tener en cuenta que cada producto aplica una estrategia diferente, supervisada por el comité de control del plan de pensiones de cada empresa.

    De este modo, el plan de los empleados de CaixaBank, gestionado por VidaCaixa, y el de los de Telefónica, en manos de Fonditel, la gestora de la teleco y una de las firmas más reconocidas incluso fuera de su entorno, fueron los que más moderaron sus pérdidas. El plan de empleo de los primeros cedió un 4,15% en un año -hasta septiembre-, y el de los segundos un 6,06%, por debajo del 8,51% que pierden de media el conjunto de los planes más grandes. En el caso del de los trabajadores de Telefónica Móviles, también gestionado por Fonditel, las pérdidas son algo mayores, del 9,14%.

    Además del de CaixaBank, solo los trabajadores de otro banco, los de Sabadell, colocan su plan de empleo entre los cinco con mejor comportamiento (ver gráfico). El de los empleados de BBVA está en la parte media de la clasificación, con una caída del 8,36%; mientras que el de Ibercaja, Abanca Unicaja y Santander se encuentran más abajo. De hecho, el plan de los empleados del banco presidido por Ana Botín es el tercero que más cede, un 10,09%.

    La gestora de pensiones del BBVA también es la responsable del resultado de otros cuatro de los diez planes de empleo más grandes, entre los que se encuentran, aparte de su propio producto, el de los trabajadores de Repsol, que perdió un 7,72%; el de los empleados de la central nuclear de Vandellós, que cayó un 7,87%; el de los funcionarios públicos del Estado, que experimentó un retroceso del 8,92%; y el de Iberdrola, que sufrió pérdidas del 9,19%.

    Dentro del colectivo de las eléctricas, el plan de empresa de Naturgy es el que mejor resiste las caídas del mercado y el tercero con menos pérdidas entre los veinte mayores, con un descenso del 6,26% en el último año. El de Endesa, en cambio, se deja cuatro puntos porcentuales más.

    Pérdidas mayores al 8%

    El que más pierde entre los grandes es el plan de empleo de los trabajadores de Nestlé, que siempre ha destacado por sus buenas rentabilidades. Sin embargo, en el último año se apunta una caída del 11,4%. A largo plazo, no obstante, sigue entre los más rentables en un periodo de diez años. El otro plan que más cae es el de los funcionarios de Aragón, que retrocede otro 11%.

    El de los trabajadores del Banco de España pierde también algo más que la media de los grandes planes de empleo en el último año, al anotarse un descenso del 9,31%.

    El patrimonio en estos productos de ahorro no ha crecido desde que el Gobierno se propuso impulsarlos, aumentando sus incentivos fiscales en detrimento de los que tenían los individuales en dos ocasiones, la primera en 2020, al reducir la cantidad máxima a deducir en el IRPF con las aportaciones a los planes del sistema individual. Desde ese momento, el patrimonio que hay en el sistema de empleo ha menguado en 1.200 millones. Esta reducción de los activos no se debe únicamente a la caída que se ha producido en el precio de los activos. Tampoco se han incrementado las aportaciones brutas, sino que han caído respecto al año anterior, unos 100 millones de euros en el conjunto del año. El dinero que ha salido es superior al que ha entrado, dejando el saldo en prestaciones netas de 238 millones de euros en el año.

    El Gobierno está en proceso de desarrollar un fondo público de pensiones al que podrán adherirse colectivos que antes no tenían acceso, como los trabajadores de las pymes o los autónomos. Hace un mes aproximadamente recibió luz verde un Real Decreto en el que se regula la Comisión Promotora y de Seguimiento, un órgano colectivo de carácter público y la constitución y funcionamiento del otro órgano de vigilancia de los fondos y planes de pensiones de empleo, y la Comisión de Control Especial. Pero todavía se desconoce con exactitud cuándo estará todo listo. En el reglamento también se detallan las comisiones que podrán aplicar las entidades que se ocupen de la gestión de los planes. Se ha fijado una comisión de gestión máxima del 0,30%.