Bolsa, mercados y cotizaciones
Treinta valores internacionales con los que ganar un 40% en bolsa
Xavier Martínez-Galiana
De todos ellos, nueve acciones cuentan con un recorrido en el parqué que supera el 50%, y algunas incluso el 70%, como es el caso de Stellantis, Marvell, Deutsche Post y Faurecia.
La estrategia bursátil de comprar en las caídas -resumida en la pegadiza frase buying the dip, en inglés- tiene tantos partidarios como detractores. Se trata de comprar una acción, índice u otro activo después de que haya bajado de valor. La esperanza es que, de comprarlo a un precio inferior al que ha cotizado en el pasado, se pueda obtener un beneficio si el precio sube tras el descenso.
"Algunos inversores creen que cuanto más ha caído una acción o un activo, más potencial alcista presenta la operación. Esto puede ser cierto a veces, pero otras veces el precio de un activo sigue cayendo. Por lo tanto, la gestión del riesgo es fundamental si se trata de comprar la caída, al igual que decidir cuándo recoger beneficios si el precio sube después de la caída", explican desde CMC Markets, firma británica de servicios financieros, en un artículo publicado en su web.
Daniel P. Egan, director de finanzas conductuales e inversiones en Betterment, contaba a The Washington Post el año pasado que entiende por qué la gente compra cuando las bolsas se desploman: "es una forma de minimizar el arrepentimiento y de sentirse cómodo invirtiendo en un momento determinado".
Sin embargo, añadía un inconveniente. "El problema de la estrategia de comprar en las caídas es que se puede acabar permaneciendo fuera del mercado durante esos largos periodos de tiempo en los que se produce un repunte", afirmaba el experto. En el fondo, es muy difícil averiguar cuándo el mercado caerá a su punto más bajo.
En ese mismo artículo del Post, la columnista Michelle Singletary recogía las conclusiones de la firma de inversión Charles Schwab para apoyar su tesis de que buying the dip no funciona: "nuestra investigación muestra que el coste de esperar el momento perfecto para invertir suele superar el beneficio incluso del momento perfecto". Según Singletary, "a largo plazo, la compra lenta y constante de acciones es mucho mejor que tratar de cronometrar las caídas del mercado".
Esto está en línea con la idea que expresaban en CMC Markets de que "los inversores pueden buscar caídas más grandes para comprar y luego tratar de mantener las operaciones durante años, capturando potencialmente grandes movimientos al alza".
Al final, "las acciones no son billetes de lotería", como dijo el exgestor de fondos Peter Lynch hace unos meses en un artículo aparecido en la web de Fidelity. "Detrás de cada acción hay una empresa. Si la empresa va bien, con el tiempo las acciones van bien, y viceversa. Hay que mirar a la empresa, eso es lo que se investiga".
Una selección de crecimiento
En un año complicado para el mercado, donde los principales índices de Wall Street pierden por el momento entre un 10% y un 25%, son muchas las empresas cotizadas que registran notables pérdidas en bolsa. Una situación que para algunos inversores puede representar una oportunidad, ya que muchas acciones ofrecen un potencial alcista de doble dígito a ojos del consenso de analistas.
De ahí que elEconomista proponga una selección de valores internacionales con la que el inversor podría ganar un 40% de media en el parqué en los próximos doce meses, en comparación con el recorrido del 30% que presenta el S&P 500. En concreto, son treinta compañías procedentes de los Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Europa, Japón y Corea del Sur, que reciben una recomendación de comprar del consenso de mercado que recoge FactSet (o se acercan mucho a la compra) y tienen unas perspectivas sólidas de crecimiento de los beneficios. Sus sectores son tan diversos como la automoción y la movilidad, la construcción y la gestión de infraestructuras y la tecnología.
Todos estos valores forman parte del índice Eco30, la primera cartera de bolsa mundial de un medio de comunicación revisado semestralmente a partir de una decena de criterios fundamentales de mercado. El índice está elaborado por este periódico y calculado por Stoxx.
Las acciones con mayor potencial
De los treinta valores, el que menos potencial alcista tiene es Suncor Energy, cuyas acciones podrían subir algo más de un 10% en los próximos meses, pero nueve acciones cuentan con un recorrido en bolsa superior al 50%. Son Engie (51%), Volkswagen (58,6%), ArcelorMittal (60%), Micron Technology (62,6%), Taylor Wimpey (65%), Stellantis (71,2%), Marvell Technology (71,5%), Deutsche Post (71,8%) y Faurecia (97%).
Sin duda, el valor más castigado en lo que va de año y el que presenta un potencial más atractivo es el francés Faurecia, fabricante de partes de automóviles, como asientos o piezas de carrocería. Si en 2019 ganó en bolsa un 45%, desde que llegó la pandemia acumula pérdidas anuales, aunque las de este año son las peores: la acción pierde un 50% y cotiza en los 21,3 euros.
Todavía sigue por debajo de su máximo previo al Covid (los 50,64 euros que registró en diciembre de 2019) y aún más lejos de su máximo histórico: los 75,90 euros que alcanzó en mayo de 2018 (y del que aún le separa casi un 240%).
El comportamiento de Faurecia en bolsa ha estado condicionado por su salida del grupo PSA (hoy parte de Stellantis) y por la adquisición de Hella en enero, que ha llevado a Faurecia a crear la empresa paraguas Forvia. "La integración se ha visto afectada por las persistentes limitaciones de suministro y las restricciones de Covid-19 en China", aseguran los analistas Gillian Davis y Michael Dean, de Bloomberg Intelligence. "Estos factores han ralentizado el ritmo y el alcance de las sinergias previstas de la fusión, lo que ha llevado a los directivos a mejorar la flexibilidad financiera de la empresa", añaden los expertos.
Por otro lado, entre las firmas con mayor potencial alcista, destaca Deutsche Post, uno de los líderes mundiales del transporte y la logística. Fue una de las compañías que más subió en bolsa durante la pandemia, pero en lo que llevamos de año ha borrado todo lo que ganó en el parqué en 2021 (año en que sus acciones se revalorizaron un 40%). Sus acciones cotizan ahora en los 37 euros, pero el pasado septiembre establecieron un precio sin precedentes de 60,87 euros. Desde enero de 2022, los títulos de la firma alemana se han desplomado un 32%, lo que sitúa su potencial en el 72%.
"Consideramos positivos los resultados del primer trimestre de 2022, ya que, a pesar de una normalización más rápida de los volúmenes B2C [negocio a consumidor] y de la inflación de los costes, Deutsche Post ha logrado un crecimiento del ebit y un sólido flujo libre de caja de 1.137 millones de euros (excluida la adquisición de Hillebrand), lo que demuestra su renovado enfoque en la conversión de efectivo", sostiene el equipo de análisis de Barclays.
Y agrega que, "si bien la rigidez de los mercados de flete a corto plazo sigue apoyando los resultados (especialmente en el sector de la expedición), consideramos que la confirmación de las perspectivas por parte de la dirección es un apoyo para el crecimiento continuado a pesar de los riesgos geopolíticos y de inflación de costes".
Por último, merece una mención especial Marvell Technology, empresa estadounidense que produce circuitos integrados que se emplean en la automoción, los centros de datos o la tecnología 5G, y cuyos títulos presentan un potencial también próximo al 72%. Se trata de una acción que estuvo entre las más rentables de Wall Street en 2021 -ganó un 84%-, y sin embargo este año pierde un 40% (no obstante, recibe todavía una impecable recomendación de comprar). En diciembre, la acción estableció un máximo histórico en los 91,51 dólares, mientras que en la actualidad cotiza en la zona de los 52 dólares.
"Tras el cierre de la adquisición de Inphi en abril de 2021, [Marvell] es un fuerte líder del mercado en conectividad óptica y será muy sinérgico con las franquicias de Marvell de almacenamiento, redes y procesamiento integrado", destacan los analistas de JP Morgan. Además, recalcan que la dirección de Marvell "sigue viendo sólidas tendencias de demanda/pedidos a corto plazo en todos los mercados finales y por encima de su capacidad de suministro a pesar de las continuas mejoras de la oferta - preparándose para un fuerte crecimiento en el año fiscal 2023 (más del 30% de crecimiento) con un impulso continuo en el año fiscal 2024".