Bolsa, mercados y cotizaciones

La forma de recuperar lo perdido con la bolsa española en 2020 es irse a otra

  • "El punto de inflexión será cuando se retiren todas las ayudas al desempleo"
  • "España ha despreciado la importancia de la revolución digital"

Víctor Blanco Moro, Ángel Alonso
Madrid,

Quedan menos de dos semanas para que arranque el último trimestre de 2020, un año fatídico en el que la llegada del Covid-19 se ha llevado por delante a los mercados. Aunque la recuperación ha sido muy rápida en algunas regiones y sectores, como la tecnología estadounidense, la bolsa española sigue siendo la que peor lo hace en uno de los mercados, el europeo, que más ha sufrido el impacto de la pandemia. Ahora la situación obliga a plantearse si de cara a la recta final del año es posible que el parqué español recupere el terreno perdido frente al resto del mundo en los últimos meses de 2020.

elEconomista, con la colaboración de Nextep Finance, reunió el pasado jueves a varios expertos de la industria en un encuentro online para debatir sobre las perspectivas de cara al final de año y responder las peticiones y preguntas de la audiencia. Víctor Alvargonzález, socio fundador de Nextep Finance, Alicia García Santos, responsable para España, Portugal y Andorra de M&G Invesments, Nicolás Llinás, director de desarrollo de negocio en Carmignac y Manuel Puente, director de márketing y nuevos canales de EBN Banco, participaron en el encuentro y coincidieron en señalar que la mejor manera de poder recuperar lo perdido durante el año con la bolsa española es buscar en otras geografías y otros mercados,  ya que las perspectivas no son nada halagüeñas para nuestro país, por su poca presencia en sectores bien posicionados para tener un buen comportamiento en los próximos años, entre otras cuestiones. 

"La mejor forma de recuperar lo que se ha perdido en bolsa española es irse a otra". Esta afirmación de Víctor Alvargonzález es la que mejor resume la opinión de los expertos que participaron en el debate. España tiene un Himalaya por delante en los próximos meses, que parecen haber asumido ya expertos e inversores, llevando su dinero a otras geografías. "Tenemos poca posición en renta variable española", reconoce Alicia García, y advierte de que "tenemos un otoño, y años por delante, que van a ser muy difíciles a nivel económico". Para ella, "el punto de inflexión llegará cuando se retiren todas las ayudas al desempleo, los ertes. Los PMIs están en España muy por detrás de los de otros países europeos. No somos positivos a corto y medio plazo con nuestro mercado local", avisa.

Se necesita, como poco, que empiece a haber cierta visibilidad sobre la pandemia para poder atisbar un escenario de recuperación. "El Ibex está muy representado por la banca, y también hay empresas como Telefónica, Repsol, Meliá, IAG... que dependen mucho del entorno macroeconómico. Este entorno no se presta a invertir en estas compañías si no hay más visibilidad sobre la pandemia", explica Llinás. Para él, es importante que quienes se plantean invertir en bolsa española, no debe olvidar algunos desequilibrios macro importantes que hay en el país, que le impiden poder tener una opinión más optimista:  "La elevada tasa de paro, el aumento del endeudamiento público, el envejecimiento de la población, y reducidos niveles de competitividad. Si eso lo trasladas al Ibex, se me antoja que este índice no es el mejor sitio donde podemos tener el dinero".

¿Dónde hay oportunidades?

Una vez España queda fuera de la mesa como una alternativa interesante de inversión para los próximos meses, Joaquín Gómez, director de mercados y productos de inversión de elEconomista, plantea la pregunta, "¿Dónde es el mejor sitio donde invertir?", una vez el mayor consenso del mercado español, el índice Eco10 Stoxx, ha quedado por primera vez sin bancos y sin Telefónica. Esta pregunta lleva inevitablemente a plantearse si el rally que ha vivido la tecnología ha terminado ya, como parece creer la mayor parte de gestores de fondos que ha encuestado Bank of America en septiembre, o si todavía se pueden ver mayores alzas. Manuel Puente destaca cómo, en la plataforma de EBN Banco, "lo que suena a big data, robótica... etc, son los fondos en los que más se suscriben nuestros clientes"".

Alvargonzález cree que, precisamente, lo que le ha faltado a España para poder seguir el ritmo de otras bolsas ha sido la ausencia de este tipo de valores en el mercado. "España ha despreciado la importancia de la revolución digital. Es un problema que viene de muy atrás. Si quieres participar en la revolución digital, tienes que fomentarla, invertir en educación, en investigación", explica. Llinás considera que hay que separar el trigo de la paja en tecnología, y que si se hace este ejercicio aún se pueden encontrar buenas oportunidades. "Hay que fijarse en el crecimiento de los beneficios y hoy es mucho mayor en las tecnológicas que en los sectores más cíclicos. Comprar tecnología no quiere decir comprar las FAANG, no hace falta estar en Tesla o Apple, que quizá son valores muy sobrecalentados", explica, y considera que "hay que ser muy selectivo, pero creo que la visibilidad del crecimiento de beneficios esperados son infinitamente superiores a los sectores más cíclicos", avisa.

García, por su parte, presenta una alternativa de inversión, la de los fondos de infraestructuras, y defiende con buenos argumentos su atractivo. "Es una de las ideas de inversión que más nos gustan. Está alineada con la inversión de los Fondos de Recuperación, el nuevo Plan Marshall. Ahora no podemos hablar de esta crisis sin mirar a los planes de recuperación. En Estados Unidos, el único punto en común de las dos candidaturas es la inversión en infraestructuras. Sólo EEUU y Canadá van a necesitar en torno al 20% de la inversión global", explica, y señala un problema que desde hace varios años han destacado algunos expertos y gestores: "En EEUU las carreteras están deterioradas. Las redes de distribución eléctrica son de los años 50", explica. Mientras tanto, en Europa "se ha aprobado un plan de 750.000 millones con una fuerte idea de reducir las huellas de carbón. Esto refuerza la idea de invertir en infraestructuras. Son una oportunidad de inversión para las próximas décadas", una nueva megatendencia a largo plazo.

Camignac: "El principal riesgo para la renta fija es un repunte de la inflación"

Uno de los temas que se trató en la jornada fue la actitud que debe tener un inversor conservador, poco acostumbrado todavía a la volatilidad que implica la renta variable en su cartera. Nicolás Llinas, responsable de desarrollo de negocio de Carmignac en España, recordó que lleva muchos años escuchando decir que la renta fija no tiene valor, que es mejor invertir en renta variable, porque los bajos tipos de interés impiden generar retornos positivos. Pero subrayó que la inversión en activos de deuda a través de fondos de inversión permite una diversificación por tipología de bonos y geográfica que sí permite obtener resultados positivos para un inversor conservador, como se está demostrando este año.

"Nos tenemos que acostumbrar a asumir más riesgo, ampliar los plazos y adaptar nuestras expectativas de rentabilidad al entorno de tipos en el que nos encontramos, porque los depósitos al 3% ya no van a volver. La gestión activa sí que tiene sentido en renta fija, sin ningún género de duda, y nosotros vemos todavía recorrido tanto en deuda corporativa como en bonos de gobierno", sentenció.

Pero, pese a la ayuda que está proporcionando los bancos centrales mediante sus programas de compras de activos de deuda en un entorno de bajos tipos de interés, uno de los principales riesgos que puede pasar desapercibido es un repunte de la inflación. La primera señal de alarma ya se ha puesto en ámbar tras el anuncio del presidente de la Fed, Jerome Powell, de que propiciarán un recalentamiento de la economía para elevar los precios.

"La Fed va a ser más flexible con la inflación y esto puede ser uno de los sustos para los inversores, porque ya hemos visto cómo han cambiado las perspectivas para el próximo año en Estados Unidos", señaló Alicia García, country head de M&G España gestora donde siguen viendo cierto valor en crédito corporativo y de alta calidad crediticia. "Si vemos como están los diferenciales vemos todavía posibilidades de compresión, con el soporte de bancos centrales".

Pero Llinas insisitó en que "el 'shock' del Covid es deflacionista y el exceso de capacidad va a tardar mucho en reducirse. Además, tenemos factores deflacionistas estructurales, como el coste de la energía, el precio de la financiación, el envejecimiento de la población, los disruptores tecnológicos son deflacionistas... esto va a hacer que los tipos estén durante mucho tiempo bajos y eso es muy positivo para la renta fija".

Nextep: "Es una oportunidad única para invertir en value, pero no es su momento"

La última encuesta de BofA destacaba la preferencia creciente de los gestores profesionales por compañías industriales, lo que mostraría una cierta rotación hacia sectores más cíclicos, en un momento en que el value investing ha sido denostado en Estados Unidos por los nuevos inversores 'millenials' de plataformas como Robinhood, al focalizarse en firmas tecnológicas. En España, gestores 'value' como Francisco García Paramés, también están sufriendo cierto desaire por los malos resultados de sus fondos en los últimos años, a pesar del largo historial de rentabilidad que han conseguido en su carrera profesional, como apuntó en la jornada Joaquín Gómez, director de Mercados y Productos de Inversión de elEconomista.

La cuestión que se plantea ahora es si habría que empezar a considerar ese cambio hacia empresas de valor, de cara a preparar las carteras antes de se produzca esa transición.

Alicia García, responsable en España de la gestora M&G, explicó que, aunque "llevamos más de diez años hablando de la década perdida del 'value' y cómo esa brecha de valoraciones con el 'growth' sigue ampliándose, lo cierto es que ha habido minirallies del 'value', pero son cada vez más cortos y pronunciados, consecuencia de la desconfianza de los inversores en compañías a las que el mercado ha dado la espalda sin ninguna razón por fundamentales". A su juicio, lo sensato es tener algo de value en las carteras para aprovechar esas subidas.

Para Víctor Alvargónzalez, socio fundador de Nextep Finance, llegará un momento de cambio de tendencia. "Los fondos de valor lo hicieron bien en la última crisis financiera de 2008-09, porque se encontraron con un montón de valores a un precio muy bueno. Y dentro de un año o dos años, el Covid será un recuerdo muy malo desde el punto de vista social, pero desde el punto de vista económico será bueno, porque volveremos a consumir. Probablemente estamos en una oportunidad única, cuando no hay consenso, y me recuerda a la crisis financiera. Los gestores 'value' no van a comprar tecnología pero van a poder comprar barato y aprovecharse de un cambio de ciclo. Pero es pronto", remarcó.

Para Nicolás Llinas, responsable de Carmignac en España, lo importante es que los gestores tengan capacidad de adaptación. "No tiene sentido estar invertido en un estilo y esperar resultados. Invertir en empresas baratas porque se supone que pueden ofrecer rentabilidad no es así. Y tienes rentabilidades negativas que te han podido dar un infarto", afirmó.

M&G: "La ASG es una tendencia que va a seguir gane las elecciones Trump o Biden"

Los factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo, más conocidos por sus siglas ASG, han ganado peso en las carteras de los inversores en los últimos años, gracias a una mayor concienciación, sobre todo por el cambio climático, y el impulso que Europa va a dar a su agenda económica verde, que incluye una descarbonización de la economía. En Estados Unidos, aunque la administración de Donad Trump ha sido reacia a integrar los criterios de sostenibilidad en su política de gobierno e incluso el propio presidente auspicia teorías negacionistas, las empresas mantienen su compromiso ambiental. Con las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos a la vuelta de la esquina, muchos expertos vaticinan que una victoria del partido demócrata ayudaría a incrementar este proceso, ya que incluso en sus propuestas electorales un programa de inversión en sectores relacionados. Pero Nicolás Llinas, director de desarrollo de negocio de Carmignac en España, considera que "el ASG ha venido para quedarse, independientemente de que gane las elecciones Trump o Biden. Es cierto que si gana este último, todo se aceleraría mucho más, pero ya no tiene vuelta atrás". A su juicio, esto no quiere decir que se deba invertir en las compañías en función de una posible victoria de un candidato u otro, sino que la cartera debería de estar diversificada hasta esperar un resultado claro pero teniendo en cuenta que la ASG ya es un factor clave.

De la misma opinión se mostró Alicia García, 'country head' de M&G en España, para quien lo más sensato es posicionarse en ASG más allá de los ciclos electorales porque es una tendencia que "va a seguir ahí", aunque más centrado en las infraestructuras sostenibles. "Hay temas que no se pueden evitar, como las energías limpias y renovables, las ciudades inteligentes, residencias de estudiantes... que influyen en la sostenibilidad, el 5G, que tendrán un desarrollo brutal en los próximos años. Y estas compañías son dueñas de activos físicos y críticos para la sociedad, y operan en sectores con una demanda muy inelástica, con flujos de caja predecibles, lo que permite pagara un dividendo estables", subrayó.

Para Víctor Alvargónzalez, socio fundador de Nextep Finance, no debe olvidarse que "seguimos en una revolución digital y no podemos estar invertidos fuera de sus protagonistas", razón por la que recomienda realizar una rotación gradual hacia otros sectores con sentido común.