Bolsa, mercados y cotizaciones

El Ibex 35 frustra el mejor mes del año por la posible salida de Telefónica y BBVA del EuroStoxx

    El EuroStoxx 50 cerró el periodo con ganancias del 3,09% y deja las pérdidas anuales en el 12%.

    Daniel Yebra
    Madrid,

    Con la negociación mensual en mínimos desde 2004 -según los datos que recoge Bloomberg-, el Ibex 35 ganó un 1,34% en agosto, al destrozar en la última sesión, en la que se hundió un 2,42%, hasta los 6.969,5 puntos, el que apuntaba a ser el mejor mes del año, dejando las pérdidas en 2020 en el 27%. Mientras, el EuroStoxx 50 subió un 3,09% y reduce la caída al 12,62% en lo que va de año.

    En las últimas horas de la última sesión, la posibilidad de que Telefónica y BBVA sean expulsadas del principal índice de la eurozona golpeó con fuerza al índice español. La teleco se dejó este lunes un 2,33% y el banco un 5,65%. En el mes, las pérdidas son del 6% y del 9,8%, respectivamente, y el efecto de salir del EuroStoxx 50 podría hacerlas profundizar en nuevos mínimos al descolgarse del universo inversión de ciertos fondos y los productos directamente indexados.

    Dos compañías fundadoras de este selectivo de referencia -la primera división europea- que confirman con su decadencia que la crisis del coronavirus lo es sobre todo de la vieja economía y, de nuevo, de los países periféricos.

    La bolsa europea agrava la brecha con Wall Street -es ya de 20 puntos entre el Stoxx 600 y el S&P500-, y el Ibex 35 en concreto todavía más. La bolsa de Estados Unidos acabó el mes con el índice de referencia y el tecnológico Nasdaq 100 en zona de máximos históricos.

    Pese a haber sido un periodo con un bajo volumen de negociación -el menor para el S&P 500 desde 2014-, deja varios hitos que confirman la absoluta descorrelación de los mercados financieros con la economía real. Se trata del mes de una de las cimas más simbólicas del S&P 500, después de subir cerca de un 6% y acumular ya ganancias del 8,5% desde que empezó el ejercicio, y tras el crash provocado por el coronavirus en febrero y marzo. Una cumbre que antes, en junio, había alcanzado ya el Nasdaq 100, y que ha ido reeditando en las últimas semanas, pese a que no hay horizonte concreto sobre una vacuna que sirva para controlar la pandemia, a que la expectativa de una rápida recuperación económica global es ya una utopía, a que los contagios vuelven a aumentar en todo el Planeta, a que las tensiones entre Estados Unidos y China permanecen latentes o a que la incertidumbre se cierne sobre las elecciones presidenciales de noviembre en la primera potencia mundial.

    El mes también será recordado por la superación de los 2 billones de dólares de capitalización bursátil por parte de una sola compañía por primera vez en la Historia. Fue Apple, y sirve como prueba ejemplar de que el mercado tiene claro ganador de la crisis del Covid-19: el sector tecnológico, cuyo peso en los principales índices de Wall Street es crucial para explicar su comportamiento.

    Para Juan Carlos Ureta,presidente ejecutivo de Renta 4, estamos viendo una "subida bursátil en forma de K, con una pata hacia arriba liderada sobre todo por las tecnológicas, por las farmacéuticas y por algunas compañías de consumo, y con una pata hacia abajo en la que estarían todas las empresas de la economía tradicional, se basa en la idea de que en el mundo post Covid habrá ganadores y perdedores, y la brecha entre ambos va a ser enorme e incluso creciente".

    Apoyo de la Fed

    Y, por supuesto, será recordado por el cambio de perspectiva sobre la inflación de la Reserva Federal (Fed). La instituición monetaria ahora tendrá como objetivo una tasa media de inflación del 2% a lo largo del tiempo, lo que le permitirá que se toleren periodos en los que el incremento del precio del dinero esté por encima del 2% para compensar los periodos en los que ha estado por debajo.

    Eso no se traduce en que se endurezca la política monetaria cuando se prevea un movimiento de la inflación por encima de esos niveles. Se necesita que esté por encima de esas cotas durante algún tiempo antes de que se aumenten los tipos de interés. "Esto quiere decir que los tipos se mantendrán bajos por más tiempo", explica Chris Iggo, jefe de inversiones de la gestora de fondos AXA IM.

    "La intención del banco central de dejar de lado su objetivo primordial de hacer que la inflación se sitúe en torno al 2% más allá de cualquier otro cometido ha tenido un efecto alcista en los mercados, que han visto cómo la Fed se ha extendido a sí misma un cheque sin fondos para seguir practicando políticas monetarias extremadamente acomodaticias por un periodo indefinido de tiempo", observa Aitor Méndez, analista de IG.