Bolsa, mercados y cotizaciones
El interés que paga España por su deuda se eleva 30 puntos de golpe
- El dinero huye de los bonos de los países de la periferia
- Y no encuentra refugio ni en el oro, que cae hasta un 5%
Daniel Yebra
Madrid.,
"No hay piedra tras la que cobijarse", lamenta Enrique Lluva, gestor de Imantia Capital. Pasó el lunes, y volvió a pasar este jueves. Desplomes de las bolsas, ventas masivas de deuda de los países periféricos, incluso salida de dinero por momentos y elevada volatilidad en los bonos alemanes y de EEUU, y hasta un retroceso de cerca del 5% del activo que (casi) siempre actúa de refugio, el oro.
El mercado mostró su profunda decepción con la respuesta del BCE al impacto del coronavirus en la economía. De poco sirve que los expertos y la propia institución insistan en que las medidas para contrarrestar los efectos de una pandemia no pueden ser solo monetarias, sino que los estímulos deben coincidir con planes fiscales de los gobiernos, que ya se empiezan a poner en marcha.
La realidad es que el dinero huyó en estampida de la deuda de los países periféricos de la eurozona, disparando la prima de riesgo de España (el diferencial entre el interés del bono a 10 años con el de Alemania) hasta los 125 puntos, máximo de mayo de 2018, y la de Italia hasta los 250 enteros, su nivel más alto desde junio de 2019, cuando volvía a hacerse evidente la ingobernabilidad del país.
A la deuda española de referencia pasó de exigírsele un 0,26% a un 0,54% (las ventas hacen caer el precio y elevan el interés) y a la italiana de un 1,2% a un 1,8%, en un solo día y a pesar de la extensión del programa de compras del BCE, lo que encarece la capacidad de endeuamiento de ambos estados en el peor momento, cuando están anunciando planes de gasto para contrarrestar el impacto del coronavirus en la actividad económica.
El euro cae un 1%
El euro, que en un primer momento reaccionó al alza en su cruce con el dólar ante las medidas monetarias anunciadas por Christine Lagarde, llegó a caer más de un 1%, hasta los 1,118 dólares, relajando la presión sobre las exportaciones de la región, aunque la caída en recesión parece ya inevitable en la primera parte del año. La volatilidad en el mercado de divisas alcanza máximos de los mayores momentos de tensión de la historia.
El desplome del oro es quizá la mayor muestra del pánico que impera en el mercado. Los futuros que cotizan sobre la onza del metal precioso llegaron a hundirse cerca de un 5%, en contra de su propia naturaleza de refugio.
El único activo que cumplió su papel, aunque también dominado por una amplia volatilidad (la mayor desde la crisis de 2008) fue la deuda de EEUU. El bono nortemericano con vencimiento a 10 años atrajo dinero en medio de la debacle y el interés que se le exige se quedaba en el entorno del 0,7% a media sesión. En los últimos días, y tras registrar un mínimo histórico en el 0,31% tras el recorte sorpresa de los tipos de interés de la Fed, distintos expertos han apuntado que podría alcanzar el 0%, o incluso profundizar en terreno negativo, en un escenario impensable hace apenas unas semanas.