Internacional

Diez candidatos para el Número 10: uno de estos diputados será el próximo primer ministro británico

  • Las últimas horas han estado marcadas por bajadas de impuestos
  • El consumo de cocaína de uno de los favoritos sacude la carrera

Víctor Ventura

La carrera por suceder a Theresa May como primer ministro de Reino Unido ha comenzado oficialmente con un número talismán: el diez. La lista de candidatos para entrar en el Número 10 de Downing Street es tan larga como se esperaba. La dirección del partido anunció hoy que 10 candidatos han conseguido al menos el apoyo de 8 diputados para presentarse a las primarias. La enorme cifra de aspirantes augura 10 días de locura, ya que para el próximo día 20 de junio solo pueden quedar dos.

Por si el estrés con el que se desarrolla el proceso no fuera suficiente, un gran número de candidatos de nivel decidieron presentar sus candidaturas este mismo lunes, horas antes del límite para presentar las nominaciones. Algunos apenas permanecerán en la carrera hasta el jueves, cuando quedarán eliminados todos los que no tengan 17 apoyos entre el grupo parlamentario 'tory'.

Los favoritos

El favorito unánime, con el mayor apoyo entre diputados y militantes, es el polémico exalcalde de Londres y exministro de Exteriores, Boris Johnson. En respuesta, todos sus rivales están yendo contra él, especialmente después de que propusiera subir el mínimo para pagar el tramo más alto del IRPF, del 40%, de 50.000 hasta las 80.000 libras anuales, una promesa tachada de "irresponsable" o de "una caricatura" de las ideas de la derecha por sus rivales. Sobre el Brexit, su plan consiste en poco menos que intentar lo mismo que ya hizo May, solo que esperando que la UE le haga a él las concesiones que no hicieron a la primera ministra saliente con la amenaza de una salida sin acuerdo y no pagar la factura que el país debe a la UE.

La principal alternativa al exministro de Exteriores parece ser el actual ocupante de la cartera, Jeremy Hunt, uno de los dos, junto a Johnson, que cuenta con la aprobación de Donald Trump. A la hora de presentar las ocho firmas de apoyo, Hunt escogió como patrocinadores a figuras moderadas clave de las diversas familias 'tories': Amber Rudd, la ministra de Trabajo, defensora de la UE; Liam Fox, ministro de Comercio y uno de los líderes 'brexiters', o Penny Mordaunt, de Defensa, una de las euroescépticas más respetadas. "Todos los sensatos están con él", comentaron a los medios varios de los diputados presentes en su acto de campaña.

Hunt tiene una línea bastante más moderada también sobre el Brexit. "Si alguien quiere ir a por una salida sin acuerdo, deberá convocar elecciones", aseguró, antes de señalar que si los 'tories' van a las urnas antes de que se produzca el Brexit, "seremos aniquilados". A la hora de renegociar el acuerdo de salida, cree que es "obvio" que "no podemos amenazar a la UE con algo que todos sabemos que el Parlamento no permitirá", en referencia a una ruptura dura.

Sin embargo, sus opiniones sobre el aborto han levantado algunas quejas entre el ala más feminista y moderado del partido. Hunt afirmó en una entrevista que el plazo para abortar debería reducirse de 24 a 12 semanas, aunque prometió que no haría cambios legales si gana, ante las críticas recibidas.

El último de los grandes favoritos es Michael Gove, examigo de Johnson, que es ahora su enemigo mortal. El actual ministro de Agricultura se ha visto envuelto en un escándalo en los últimos días tras confesar al tabloide Daily Mail que tomó cocaína hace dos décadas, lo que es un delito en el Reino Unido. Gove lleva días pidiendo perdón, y este lunes ha intentado cambiar el tema con un ataque directo a Boris, al que pidió que dejara de "esconderse en su búnker".

Respecto al Brexit, Gove, que lideró junto a Johnson la campaña por la salida, anunció que estaría dispuesto a retrasar la fecha "todo lo que sea necesario" hasta encontrar un buen acuerdo. Para él, ese mítico 'buen acuerdo' sería el que firmó May pero sin la salvaguarda de Irlanda del Norte, por lo que su promesa significaría un aplazamiento casi infinito del Brexit. Su medida económica estrella, por su parte, es reemplazar el IVA por un impuesto a las ventas y eliminar el impuesto de sociedades para pymes.

El pelotón

Detrás de los favoritos, otros tres aspirantes han presentado también sus planes. Dominic Raab, exministro del Brexit, insiste en cambiar la salvaguarda por "soluciones alternativas" y sugiere que cerrará el Parlamento en octubre si no hay acuerdo para evitar que los diputados frenen una salida dura si es necesario. "Hemos sido humillados", denuncia. Económicamente, promete bajar el tramo inferior de la renta del 20% al 15% para "no beneficiar a los ricos", como haría Johnson.

Matt Hancock, ministro de Sanidad, advirtió de que "si nos convertimos en el partido del brexit, estamos acabados", e insistió en la necesidad de una salida ordenada con acuerdo. Su objetivo es "cerrar este asunto" para "dominar el centro" ofreciendo mejoras económicas para la sociedad. Entre sus propuestas, subir el salario mínimo hasta el 66% del salario mediano.

Sajid Javid, ministro del Interior, se centró en la necesidad de mejorar el sistema educativo para preparara a las nuevas generaciones para la "cuarta revolución industrial". Su posición sobre el Brexit es más borrosa: apoyó permanecer en la UE pero afirma que es "necesario" aprobar el Brexit cuanto antes.

...y los demás

Hay tantos candidatos que muchos ni siquiera han presentado aún su campaña, pese a la falta de tiempo. Andrea Leadsom, finalista en las anteriores primarias y 'brexitera' declarada, presentará sus planes este martes, tras asegurarse los apoyos suficientes para entrar en la lista. También pasó el corte Esther McVey, exministra de Trabajo, que propuso "no llevar nada a votación al Parlamento" hasta noviembre para que los diputados no pudieran aprovechar para tomar el control del orden del día otra vez y frenar el Brexit sin acuerdo.

El candidato del que mejor hablan muchos diputados, para reconocer a continuación que va a fracasar espectacularmente, es Rory Stewart, ministro de Desarrollo Internacional. Stewart, pese a apoyar el Brexit, insiste en la necesidad de hacer un acuerdo blando que pueda ser apoyado por todo el país, en vez de dividir a la nación en dos mitades durante décadas. Por lo demás, está "horrorizado" por la "incontinencia fiscal" de sus oponentes y pide "prudencia y competencia" con inversiones en vivienda, infraestructuras y educación. En cualquier otro año sería uno de los favoritos, pero la tensa situación del Partido Conservador actual no le beneficia.

El último de los candidatos es Mark Harper, exsecretario de inmigración, que dimitió en 2014 tras descubrirse que la limpiadora de su vivienda no tenía papeles. Sobre el Brexit, apoya una extensión de la salida otros meses más. Si sobrevive a la primera ronda de votaciones, será un milagro.

Por el camino se quedó Sam Gymah, exsecretario de universidades, cuyo punto estrella era la celebración de un segundo referéndum. Poco después del cierre del plazo para entregar las nominaciones, admitió que no tenía las ocho firmas necesarias. A nadie le sorprendió, porque, como dijo un ministro en declaraciones anónimas al diario The Times, "apoyar un segundo referéndum es peor que admitir el consumo de cocaína en este partido".