Internacional

A casi dos años de las elecciones, EEUU se encuentra ya con un pelotón de candidatos presidenciales

  • La carrera demócrata ya tiene casi a una veintena de aspirantes
  • Siete ya se han lanzado oficialmente, pero los favoritos se resisten
La senadora Kamala Harris lanza su candidatura. <i>Foto: Reuters</i>.

Víctor Ventura

Las próximas elecciones presidenciales de EEUU se celebrarán el 3 de noviembre de 2020. Las primarias para que el Partido Demócrata elija a su candidato darán el pistoletazo de salida el 3 de febrero de ese año. Pero un año antes de esa fecha, la lista de aspirantes demócratas a enfrentarse con Donald Trump ya supera con creces la que hubo en 2016 y no deja de crecer. Si hay algo que los votantes van a tener es, desde luego, variedad para escoger.

En total, 10 importantes figuras demócratas ya han anunciado su candidatura: los senadores Bernie Sanders, Kamala Harris, Elizabeth Warren, Kirsten Gillibrand, Cory Booker y Amy Klobuchar; los diputados John Delaney y Tulsi Gabbard y los alcaldes Julián Castro y Pete Buttgieg. A ello se suman media decena de activistas y hasta uno que ya ha retirado su campaña (Richard Ojeda, exsenador estatal). Por comparar, en 2016 solo se presentaron 6 candidatos en total.

La mayoría de los candidatos pretenecen claramente al ala más izquierdista, con Sanders -finalista en 2016- y Warren a la cabeza. Pero también hay aspirantes hacia el centro: Klobuchar se vende como "capaz de lograr acuerdos con los republicanos" y Harris y Gabbard rehúyen los asuntos más espinosos en el tema económico para centrarse en lo social.

Lo más sorprendente es que, entre los que ya se han lanzado, no está el favorito en las encuestas: el exvicepresidente Joe Biden, mano derecha de Barack Obama, que está "estudiando" su decisión. A ellos se suma una docena más de 'sospechosos' que podrían dar el paso en cualquier momento. Sin ir más lejos, uno de ellos, el senador Sherrod Brown, del estado clave de Ohio, anunció recientemente una "gira para escuchar" a los ciudadanos, lo que se considera una señal muy clara de su interés.

Es posible que este 2019 la cifra de aspirantes crezca hasta niveles récord

Esta gran variedad es un cambio sorprendente respecto a 2016, cuando la potencia interna de Hillary Clinton 'asustó' a prácticamente todos los otros posibles candidatos. Esta vez, todo parece indicar que los votantes tendrán mucho para escoger: desde izquierdistas duros (Sanders, Warren) a moderados centrados en recuperar los obreros industriales que impulsaron a Trump (Brown, Biden), pasando por candidatos hispanos (Castro), negros (Harris, Cory Booker) o jóvenes (Beto O'Rourke).

Lo más probable es que a las primarias de 2020 solo llegue una decena, y que, tras el 'supermartes' del 3 de marzo, cuando votan 12 estados a la vez, solo queden dos o tres. Pero es posible que este 2019 la cifra de aspirantes crezca hasta niveles récord, superando ampliamente los 17 candidatos republicanos de 2016. Al fin y al cabo, los que se retiren siempre podrán volver a sus trabajos o presentarse a otros cargos.

Precisamente, en previsión de una avalancha de candidatos, el partido ya ha anunciado que los debates electorales demócratas se celebrarán cada uno en dos noches seguidas, para evitar que haya más de 15 personas en el escenario a la vez.

Candidatos no demócratas

Pero si la casi veintena de candidatos demócratas no fuera suficiente, el ex-consejero delegado de Starbucks, Howard Schulz, también ha anunciado su candidatura como independiente. Este movimiento ha despertado muchas críticas de los demócratas, que le acusan de "dividir el voto" y ayudar a Trump a revalidar el cargo. Schulz insiste en que es necesario "un centrista moderado" que sea liberal en lo social y conservador en lo económico, frente a los "izquierdistas" que, advierte, están "tomando el Partido Demócrata".

Y ese mismo perfil, sin ir más lejos, también sobrevuela las primarias republicanas. Tradicionalmente, el presidente suele recibir una alfombra roja de su partido hacia la nominación automática. Pero no sería la primera vez que presidentes impopulares o con una fuerte contestación entre algunos de sus militantes se encuentran con un rival interno. Y ya hay varias figuras centristas que han mostrado interés: Larry Hogan y Bill Weld, ambos gobernadores de estados tradicionalmente izquierdistas.

Esta avalancha de aspirantes se debe, principalmente, a la sensación de que Trump es un candidato vulnerable, especialmente tras la derrota republicana en las elecciones legislativas del pasado noviembre. Aun así, las encuestras muestran que el magnate sigue teniendo el apoyo de la gran mayoría de votantes republicanos, y derrotar a un presidente en el cargo nunca ha sido fácil. Pero este año no será por voluntarios para intentarlo.