Internacional
Presión sobre Arabia Saudí en el G20: Argentina estudia abrir un proceso contra el príncipe Bin Salman por crímenes de guerra
- Juez y fiscal estudian cómo sortear el blindaje diplomático del príncipe
- Argentina reconoce la jurisdicción universal para investigar crímenes
- Human Rights Watch ha acusado a Salman de crímenes de guerra en Yemen
elEconomista.es
El príncipe saudí Mohamed bin Salman, presuntamente implicado en el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en el consulado del país en Turquía, ha llegado a Buenos Aires envuelto en la polémica por la posible acción de la justicia argentina contra él.
La cumbre del G20, que se celebra en Buenos Aires desde el viernes hasta el sábado, ha subido la temperatura de la habitual controversia por la presencia del líder de Arabia Saudí. Su presunta relación con el asesinato del periodista crítico con el régimen, confirmada por la investigación de Turquía y de la CIA, ha levantado la incomodidad entre los dirigentes de algunos países, que incluso han tomado severas medidas: Alemania y Dinamarca ya han paralizado la venta de armas al régimen saudí.
La jurisdicción universal en Argentina permite a esta nación iniciar un procedimiento judicial si se presenta una denuncia por la comisión de un delito contra la humanidad en cualquier parte del mundo, en aras de prestar asistencia a aquellos que no pueden obtenerla en sus propios países de origen. Los crímenes de guerra, por ejemplo, entran dentro de esta categoría. Aprovechando el paso de Bin Salman por Argentina, la organización sin ánimo de lucro Human Rights Watch interpuso una denuncia el pasado miércoles ante la justicia de este país, que está siendo estudiada por un juez federal asignado por sorteo.
La participación del príncipe heredero en la Cumbre G20 en Buenos Aires podría permitir que las víctimas de abusos que no lograron que se haga justicia en Yemen o Arabia Saudita puedan obtenerla en los tribunales argentinos
La denuncia abriría un proceso penal que incluiría un interrogatorio al príncipe saudí, acusado de crímenes de guerra en el estado vecino de Yemen, y en el que su participación en el asesinato de Jamal Khashoggi también sería investigada. "La participación del príncipe heredero en la Cumbre G20 en Buenos Aires podría permitir que las víctimas de abusos que no lograron que se haga justicia en Yemen o Arabia Saudita puedan obtenerla en los tribunales argentinos", ha explicado Kenneth Roth, director ejecutivo de Human Rights Watch, en el comunicado publicado por la ONG. Roth ha informado de que el escrito presentado ante la justicia argentina incluye la denuncia por violación del derecho internacional por parte de Bin Salman desde 2015, en medio del conflicto armado en Yemen, y del que el príncipe sería responsable máximo como ministro de Defensa.
Sortear el blindaje del príncipe
El fiscal y el juez que estudian el caso están acelerando la investigación bajo la presión porque sea Argentina quien se encargue de aplicar justicia, ya que su código legislativo así lo reconoce, y que la presencia de Salman en el país durante la cumbre del G20 se materialice en un primer interrogatorio ante la denuncia. El príncipe podría escudarse en su blindaje diplomático para no declarar ante la justicia argentina, un obstáculo que el fiscal estudia cómo sortear.
Después de que la investigación de la CIA y la de las autoridades turcas concluyeran que Salman fue el responsable de dar la orden de ejecución contra el escritor hostil, quien nunca llegó a salir con vida del consulado de Arabia Saudí en Turquía, el presidente de EEUU apostó por correr un tupido velo sobre el caso y conceder el beneficio de la duda sobre su socio árabe, apoyándole en una reciente gira por los países vecinos. Sin embargo, su visita a Argentina podría dejar en situación de vulnerabilidad al príncipe, que se ha reportado muchos críticos tras el escándalo del asesinato al periodista.