Internacional

Otra cara de la desescalada: solo un tratamiento "milagroso" permitirá conciertos y fútbol en público dentro de un año

  • Bill Gates asegura que para ello se necesita un tratamiento de un 95% de eficacia
  • Lo ve bastante improbable y fía la normalidad a la llegada de una vacuna
Foto: Reuters.

elEconomista.es

Aunque el proceso de desescalada del confinamiento por el coronavirus parece algo más cercano, cómo se ejecutará es todavía una verdadera incógnita. Uno de los principales retos para los gobiernos es saber cuándo será seguro poder hacer una vida completamente normal, lo que incluiría grandes aglomeraciones de personas como conciertos o eventos festivos o deportivos. Un escenario que, sin un tratamiento realmente efectivo, podría estar aún lejos de cumplirse. Coronavirus, última hora, en directo.

Es lo que mantiene Bill Gates, que en un prolijo artículo de su blog analizando las consecuencias y retos del coornavirus ha asegurado que solo un tratamiento "milagroso" haría que la gente pudiese acudir a eventos como festivales de música o partidos de fútbol... y a partir de la primavera de 2021. O lo que es lo mismo: que en el mejor de los casos, aún quedaría cerca de un año para que se pudiesen abrir los eventos multitudinarios a todo el público.

El confundador de Microsoft apunta a que, para que el grado de seguridad sea suficiente, la eficacia de este tratamiento debería ser al menos de un 95%. En ningún caso, avisa, se puede tratar de varios tratamientos combinados: debe ser una única herramienta contra el coronavirus que en este momento parece improbable.

Gates hace referencia a la amalgama de tratamientos que tratan de perfeccionarse para combatir al coronavirus. Es el caso del plasma de pacientes que han pasado la enfermedad, la búsqueda, fabricación y uso de anticuerpos, el reciclaje de antivirales que puedan tener propiedades contra el coronavirus, la hidroxicloroquina o los moduladores del sistema inmune. Todos y cada de ellos aún están en fases tempranas y se enfrentan a diversos tipos de problemas, ya sean de tiempo, fases de investigación o dudas sobre su efecto real.

Por tal razón, el filántropo hace referencia a que, casi con toda seguridad, será la creación de una vacuna lo que pueda poner bajo seguro el total desconfinamiento de la población y lo que sería una vuelta real a la normalidad. En este punto, Gates avisa de que también tardará en llegar, puesto que, aunque el periodo habitual sea de cinco años y se esté acelerando, nunca estará preparada antes de un rango de tiempo de entre nueve y 24 meses.

Unas y otras posibilidades son aristas de un mismo problema que, en función del país, se aborda de diferentes maneras. Cómo abrir el confinamiento es todo un misterio, pero lo cierto es que las medidas de los territorios, más allá de la apertura de comercios o el reinicio de la actividad económica, van más o menos encaminadas a que las grandes aglomeraciones de gente no se puedan dar todavía. Salvador Macip, profesor de Estudios de Ciencias de la Salud de la Universidad Oberta de Cataluña, ya avisaba a elEconomista.es hace unos días de que "hasta que no exista una vacuna habrá que ir con cuidado porque habrá rebrotes".

En clave nacional, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ya avisó de que la apertura total de bares, restaurantes y diversos elementos de ocio y turismo se haría, como mínimo, a finales de año. La entrada en el sistema productivo de estos sectores se haría de forma paulatina y siempre atendiendo al respeto de las distancias de seguridad y con aforos limitados.