Infraestructuras y Servicios

Acciona y ACS construirán una autopista por 4.200 millones en Atlanta (Estados Unidos)

Simulación de los futuros carriles exprés de la SR-400.

Víctor de Elena

El consorcio formado por las españolas Acciona y ACS, junto a la francesa Meridiam, ha sido el elegido por el Departamento de Transportes del estado de Georgia para diseñar, construir y explotar uno de los mayores proyectos de concesiones de carreteras en Estados Unidos: los carriles rápidos (Express Lanes) de la autopista de peaje SR-400 a su paso por la ciudad de Atlanta. El proyecto de obra está valorado en unos 4.191 millones de euros (4.601 millones de dólares), una de las más altas cuantías dentro del listado de concursos de colaboración público-privada previstos este año por las autoridades estadounidenses para mejorar sus infraestructuras. A eso hay que sumar otros 3.690 millones de euros (4.050 millones de dólares) que se han comprometido a abonar a la administración estatal como canon, y los gastos financieros asociados al mismo, que elevan el importe total del negocio a los 9.800 millones de euros (10.800 millones de dólares), según reconoció ACS en un hecho relevante a última hora del viernes.

De esta forma, las dos empresas españolas y el fondo francés serán las encargadas de llevar a cabo el diseño, construcción, financiación, explotación y mantenimiento de 20 kilómetros de carriles exprés (managed lines) entre los condados de McFarland Parkway y Forsyth. La obra durará hasta seis años (72 meses) Estos carriles se unirán al tramo de autopista ya existente y formarán parte de la amplia red de carriles exprés de Georgia, un modelo por el que se han interesado las grandes empresas de concesiones españolas.

La unión de las compañías presididas por José Manuel Entrecanales y Florentino Pérez ha arrebatado este contrato a Ferrovial, que concurrió al mismo con sus filiales Cintra y Ferrovial Construcción y ofreció menos canon (3.011 millones de euros) y una obra más barata (3.941 millones). En el consorcio, llamado Georgia Express Link Partners, también participaban los fondos australiano Macquarie y británico John Laing.

El consorcio SR400 Peach Partners, en el que participaban Acciona, ACS y Meridiam, se hizo con el contrato tras lograr una puntuación total de 873,63 puntos al superar ampliamente la propuesta financiera de su rival, que se quedó en 200,25 puntos. En concreto, el comité evaluador les otorgó 750 puntos en ese ámbito frente a los 6 obtenidos por Georgia Express Link Partners, la unión de Ferrovial con los fondos australiano Macquarie y británico John Laing.

La construcción correrá a cargo de las filiales norteamericanas, Acciona Construction USA y Dragados USA; mientras que las operaciones y el mantenimiento estarán encomendados a Acciona Concesiones y ACS Infra, la nueva filial que integra todos los negocios de la compañía al otro lado del Atlántico. La ingeniería del proyecto correrá a cargo de Parsons Transportation Group; y la financiación será aportada por la gala Meridium a través de su fondo MINA Fund III, Acciona Infraestructuras e Iridium Concesiones.

El Departamento de Transportes de Georgia, que lanzó este concurso en 2022, recibió las ofertas a finales en junio y las ha resuelto este jueves, dos años después de arrancar un proceso que ya tuvo un primer intento años antes, en 2020, cuando también se preseleccionó a Acciona, ACS y Meridiam como adjudicatarios. Entonces, el coste del proyecto se cuantificaba en 1.200 millones de euros, pero finalmente decayó.

Éxito para ACS, jarro de agua fría para Ferrovial

Acciona alcanza así un nuevo hito dentro de sus planes de expansión en Norteamérica, que se suma al contrato de 1.900 millones de euros ganado en febrero a medias con Sacyr para construir el nuevo puente de la autopista I-10 a su paso por el río Calcasieu, en Luisiana. Fue también la elegida para construir una infraestructura que desvíe las aguas pluviales y tormentas del Río Rojo, una obra valorada en 2.340 millones de euros entre Dakota del Norte y Minnesota que ganó en consorcio con Shikun & Binui y North American Construction Group años atrás.

Para ACS, este contrato permite quitarse el mal sabor de boca tras la decisión de Texas de nacionalizar la autopista SH-288, construida y gestionada por la compañía ahora también participada por CriteriaCaixa, que veía en esta infraestructura uno de sus mayores activos en EE.UU. dado su buen rendimiento financiero. El gobierno de ese Estado decidió semanas atrás recuperar la gestión de la vía, tal y como constaba en el contrato, al considerar que las tarifas impuestas por la constructora española estaban por encima de las posibilidades de pago de los viajeros.

La constructora dirigida por Florentino Pérez se hizo con ese contrato en 2015, vigente durante los siguientes 52 años a cambio de 954 millones de euros. En 2021 compró el 22% que estaba en manos de su socio Shikun & Binui a cambio de 391 millones, pero en marzo de este año, la administración federal decidió recomprarlo por 1.600 millones de euros.

Para Ferrovial, en cambio, es un nuevo jarro de agua fría, ya que su filial norteamericana Cintra vuelve a quedarse fuera de otro intento por hacerse con nuevas concesiones en EEUU, país que motivó el cambio de su sede social a Países Bajos para acabar cotizando en la bolsa de Nueva York. La compañía de la familia Del Pino continúa operando varias Managed Lines en Norteamérica, pero todas ellas fueron adquiridas hace ya varios años mientras sus rivales han ido sumando concesiones. A pesar de ello, sigue superando hitos financieros para centrarse en su mayor proyecto en suelo americano: la construcción de la nueva terminal del aeropuerto John F. Kennedy, en Nueva York.

Fe de errores: Las cifras relativas al coste total del concurso se han ido alterando según las han ido dando a conocer las compañías, desde los importes inicialmente planteados de 2.100 millones, hasta los más de 7.800 millones que sumaron construcción y concesión, tal y como señaló el Estado de Georgia en su presentación pública. Finalmente, se ha decidido mantener el coste de construcción la obra como importe global, dado que es el que están comunicando las empresas.