Infraestructuras y Servicios

Acciona y Ferrovial se alían para luchar contra FCC, Vinci y Limak por la reforma del Camp Nou

  • Sacyr se descuelga del proceso para la remodelación del estadio del F. C. Barcelona
  • Las empresas presentarán sus ofertas el día 22 mientras el Barça avanza en la negociación con Goldman Sachs para la financiación
Imagen del futuro Camp Nou

Javier Mesones

La lista de seis consorcios que trasladaron semanas atrás las muestras de interés para ejecutar la remodelación integral del Camp Nou, el principal proyecto incluido dentro del denominado Espai Barça, ha quedado reducida a un máximo de cuatro, después de que Sacyr haya decidido descolgarse de la carrera y de que las alianzas lideradas, respectivamente, por Acciona y Ferrovial, hayan optado por unir fuerzas, según indican fuentes del mercado conocedoras a elEconomista.es. Concurrirán también, previsiblemente, las UTEs (uniones temporales de empresas) capitaneadas por FCC, la gala Vinci y la turca Limak.

El F. C. Barcelona había fijado para este lunes, 14 de noviembre, la entrega de las ofertas por parte de los grupos constructores, pero a finales de la semana pasada decidió ampliar el plazo hasta el próximo martes 22 de noviembre. Las constructoras acudirán a la puja para el contrato de la primera fase de la reforma del Camp Nou con las incertidumbres que genera la falta de claridad respecto a la financiación completa del proyecto. El Barça ha estado durante años negociando con entidades como Goldman Sachs para financiar el desarrollo Espai Barça, cuyo presupuesto se ha actualizado hasta un máximo de 1.500 millones de euros.

La licitación corresponde a la primera fase de la obra, valorada en cerca de 600 millones 

El banco estadounidense concedió un crédito de 180 millones de euros con el que club blaugrana confía en arrancar las obras del estadio a comienzos de 2023. En los últimos días, no obstante, ambas instituciones han avanzado en las negociaciones para cerrar un primer tramo ampliado, según fuentes financieras.

La inversión total para el Camp Nou se estima en 900 millones de euros, por lo que el dinero proporcionado hasta ahora por Goldman Sachs ni siquiera cubre la cuarta parte. La licitación para la que están llamadas las constructoras la próxima semana corresponde a la primera fase de la obra, valorada en cerca de 600 millones de euros. El contrato abarca la ejecución de la cubierta, envolvente y adecuación del estadio. Los 300 millones restantes se refiere a contratos futuros para la adecuación de interiores y otras actuaciones para la finalización del proyecto.

Además, otro problema que enfrentan las constructoras es la indefinición del proyecto y los cambios que se han ido introduciendo que han multiplicado la complejidad, lo que propicia que existan riesgos no menores.

Acciona y Ferrovial están acompañadas en el consorcio de Copisa, Rubau, Copcisa y Acsa

En este escenario, Sacyr ha preferido salir del proceso. El grupo que preside Manuel Manrique había forjado una alianza con la catalana Acsa (Sorigué) y la belga Bexis que ahora ha quedado disuelta. Acsa, no obstante, se ha enganchado al nuevo consorcio fruto de la fusión de las uniones originales entre Acciona y Copcisa, por un lado, y entre Ferrovial, Rubau y Copisa, por otro. De este modo, las compañías que dirigen, respectivamente, José Manuel Entrecanales y Rafael del Pino pilotan la UTE junto con las cuatro constructoras catalanas. FCC, por su parte, mantiene intacta su apuesta por el proyecto del Camp Nou y lo hace de la mano de la catalana Comsa Corporación.

Todas estas empresas, agrupadas en cuatro consorcios diferentes, ya presentaron sus credenciales hace dos años, pero el proceso se detuvo por la pandemia y por las dificultades económicas y de gobernanza del F. C. Barcelona. Tras su aplazamiento, el club presidido ahora por Joan Laporta retomó hace unos meses el proyecto y el pasado mes de septiembre atrajo a los mismos cuatro consorcios y también a las alianzas compuestas por la francesa Vinci y su filial en España Cobra y por la turca Limak, la ingeniería española Ghesa, controlada por China Energy Engineering Corporation (CEEC), y la constructora barcelonesa Vopi4.

Para recuperar la inversión, el club prevé generar ingresos adicionales de 280 millones anuales 

Aunque la concurrencia definitiva de estos dos últimos consorcios no está confirmada, la expectativa del Barça es recibir cuatro ofertas y seleccionar en las próximas semanas la propuesta ganadora para iniciar las obras a comienzos de 2023. Su finalización se estima para el verano de 2026.

Entretanto, Laporta y su equipo tendrán que resolver el problema de la financiación para ofrecer suficientes garantías a las empresas y están analizando distintas opciones. Para recuperar la inversión, el club prevé generar ingresos adicionales de 280 millones de euros anuales gracias al Espai Barça, la propuesta del F. C. Barcelona para reurbanizar el entorno del Camp Nou en la Ciudad Condal. La remodelación implicará el aumento del aforo hasta 105.053 espectadores y la instalación de una cubierta de 50.000 metros cuadrados.

Experiencia acreditada

Todos los consorcios cuentan con experiencia en la construcción de grandes estadios de fútbol en el mundo. FCC construye en la actualidad el nuevo Santiago Bernabéu del Real Madrid y años atrás hizo lo propio con el Allianz Arena de Munich y con el Wanda Metropolitano del Atlético de Madrid. Para este último, el club rojiblanco recibió el apoyo financiero de Inbursa, el banco mexicano de Carlos Slim, dueño de FCC. Su socio para el Camp Nou, Comsa, es la responsable del nuevo estadio Johan Cruyff en San Juan Despí (Barcelona), sustituto del Miniestadi. Ferrovial, por su parte, ejecutó la remodelación del Camp Nou en 1997 y ha construido múltiples estadios como el de Los Cármenes, en Granada, Anoeta, en San Sebastián, el Estadio Deportivo del Mediterráneo, en Almería, o el Olímpico de Radès, en Túnez. Acciona tiene en su haber el nuevo San Mamés, en Bilbao.

Vinci, mientras, ejecutó el estadio de Saint-Denis, en París, o el Estadio Olímpico Atatürk, en Estambul, y Limak también ha construido estadios como el Mersin Arena de Turquía.