En este país es posible gastar una fortuna del dinero de todos en hundir a la audiencia y no dar explicaciones ni argumentos. Eso ocurre en la Corporación Pública. Pero al menos podemos señalar a los responsables. Jordi González condujo su último DCorazón el pasado domingo 18 de agosto con una dato demoledor: un raquítico 4,2% antes de marcharse de vacaciones. El programa de cotilleo volvía el pasado fin de semana a la parrilla de La 1 después de un largo parón de tres semanas con motivo de los Juegos Olímpicos y regresaba con el catalán de presentador en solitario y sin Anne Igartiburu. Volvió peor de lo que se fue. Justo lo contrario de lo que ha sucedido en el siguiente espacio, el de este sábado: con Jordi fuera y Anne al frente del magacín, la audiencia se ha disparado más de un 60%; es decir, ha pasado, de marcar aquel 4.2% a un 6.7%, que no es gran dato, excepto si lo comparamos con el desastre anterior porque supone alrededor de un 60% más de porcentaje de cuota de pantalla: mismo programa, misma horas, misma cadena. Sin comparamos el dato del domingo de Jordi con el de este domingo de Anne vemos que la vasca también le vapulea: marca un 5,9%, es decir, un 40% más de share.
En neto, Jordi enganchó su último domingo a una media de 268.000 espectadores frente a los 413.000 que logró Igartiburu. El sábado 17, Jordi no pasó del 5% con 336.000 espectadores frente a los 407.000 de Anne, con una cuota del 6.7%. Jordi, aparte de cobrar una fortuna (un poco más que su compañera), resta en lugar de sumar.
El portal de transparencia obligó a revelar que TVE paga a Anne Igartiburu 1.750 euros por cada programa de D Corazón, mientras que Jordi González gana 1.900 euros. Por lo tanto, Jordi González se embolsa 150 euros más por entrega que su compañera. Pero, curiosamente, la eficacia del catalán es desastrosa con los datos en la mano. Presentado en solitario por Jordi González, la audiencia se desploma a mínimos históricos, pero si está sola Anne Igartiburu y es el catalán quien no está porque se ha ido de vacaciones, D Corazón anota casi un 7%. Si Jordi presenta ocho programas al mes (dos por cada fin de semana), el dinero que la Corporación Pública desembolsa a cambio de hundir su propia audiencia es de casi 16.000 euros al mes. Y eso sin contar lo que cobraba por presentar (con muy malos datos) Lazos de Sangre, ya retirado.
TVE fulmina el programa de Jordi González tras fracasar de forma estrepitosa en las tardes de La 1
El último programa emitido con el catalán al frente (Jordi ya ha hundido La Plaza y Lazos de Sangre) marcó un paupérrimo 4,2% de share y tan solo reunió a 268.000 espectadores, la mitad que Socialité, su rival directo, que firmaba un 8,9% (518.000 seguidores) en Telecinco. En esa misma franja, La Ruleta sigue arrasando a pesar de que ofrece reposiciones El dato de D Corazón no fue mucho mejor el sábado, cuando firmó un débil 5,5% (336.000 espectadores) frente al 8% de Socialité. Comparando sábado contra sábado, Jordi también sale perdiendo por goleada contra Anne. Lo más preocupante es que D Corazón deja un débil arrastre al Telediario de La 1 de TVE, que es quien paga el desaguisado de su telonero.
El propio Jordi González avisó de que se tomaba otro descanso, según dijo él mismo hace una semana, antes de decir adiós a los espectadores. "Tengo diez segundos para agradecer a Javi, Marina, Euprepio y Alba [los colaboradores] su presencia en el programa y para deciros que yo me voy de vacaciones un poquito. Y que el fin de semana que viene estará aquí ya Anne Igartiburu y luego ya al otro estamos los dos. Buenas tardes", se despidió el periodista antes de marcharse hasta el día 31 de agosto.
Jordi González también acaba de terminar su labor al frente de Lazos de sangre con una audiencia que tampoco ha acompañado. De hecho, el presentador se acordó de este programa durante la última emisión de D Corazón, cuando lanzó una pullita aprovechando un juego de palabras cuando hablaba sobre Isabel Pantoja y su sobrina Anabel. "Vamos a hablar de sangre de su sangre. Mira, podría lanzar una pullita yo, Lazos de sangre, su sobrina Anabel Pantoja". De La plaza ni hablamos ya. A Concepción Cascajosa, presidenta de RTVE a la que le queda un mes en el cargo si el Consejo no renueva mandato, habría que preguntarle por qué pagar 2.000 euros (la hora) a Jordi González de dinero público, si el espacio de cotilleo que antecede al Telediario funciona mejor cuando nos ahorramos ese dinero (4.000 euros cada fin de semana si Jordi está en sábado y domingo). La sucesora de facto del defenestrado José Pablo López, la histórica de la casa Ana María Bordas, directora de Entretenimiento y Divulgación de RTVE, tampoco explica si no tiene una idea mejor sobre donde gastar los 16.000 euros mensuales de Jordi González. ¿Algún argumento defendible? ¿Se puede derrochar así el dinero público? ¿Es el cotilleo un servicio público esencial? ¿Van a explicar estas cosas Ana María Bordás o Cascajosa?