El estreno de Ni que fuéramos Shhh -el nombre lo han tenido que cambiar porque Mediaset reclamó el uso de la palabra Sálvame- se convirtió en una especie de ajuste de cuentas de los colaboradores con su anterior cadena, porque la gran parte del programa consistió en comentar asuntos relacionados con Telecinco, sus programas y algunos de sus tertulianos, especialmente el clan Campos. Es más, este jueves comenzarán su nueva emisión desde las instalaciones de Mediaset, "la cadena de enfrente" a partir de ahora para el equipo de Canal Quickie.
Ni que fuéramos Shhh comenzó hablando del supuesto intento de Cristina Tárrega para llevarse a Víctor Sandoval y Kiko Matamoros a La vida son filtros. "Ayer casi me quedo sin dos colaboradores, porque a Víctor y a Kiko le tiraron los tejos, recibieron una llamada", comentó María Patiño al comienzo del programa. "Me dijo que me iba a ayudar a encontrar trabajo con ella en Mediaset en cualquier programa", explicó Sandoval. "Me deseó suerte para esta nueva andadura y me dijo que me pidió para Sin filtros, que quería estar conmigo y dijo que yo era el mejor", apuntó Matamoros, que tuvo que recordar a Tárrega que estaba "vetado" en Mediaset.
Pero el contenido más fuerte del estreno de Ni que fuéramos Shhh estuvo centrado en Alejandra Rubio, con unas duras declaraciones de Kiko Matamoros por su actitud como colaboradora de Supervivientes y su acercamiento a Makoke desde el momento en el que está al lado de ella en los platós. "Tengo munición suficiente para hacer un daño... pero no quiero. En mi obligación personal tengo una voz dentro que me está reclamando que cuente cosas no solo de Alejandra Rubio sino una forma de hacer televisión que a mi parecer no es la correcta", arremetió Matamoros.
Supervivientes fue uno de los asuntos que con más interés abordaron los colaboradores de Ni que fuéramos Shhh. No hay que olvidar que Matamoros ha sido muy crítico con el reality y el trato que se le ha dado a su hija en ese formato. De hecho, renunció una oferta que le hizo la productora Cuarzo para recibir a su hija en plató de Telecinco tras su expulsión de Supervivientes.
Con la libertad que les da estar fuera de Mediaset, los tertulianos destriparon parte de la trastienda de la televisión y hablaron, por ejemplo, del regreso de Sofía Suescun tras años vetada en una cadena por un asunto relacionado con contratos de publicidad, según explicó Matarmoros. Terelu Campos y Carmen Borrego también recibieron algunas pullas de los colaboradores de Canal Quickie y Lydia desveló que Terelu tenía una oferta de Mediaset para volver a la cadena.
Durante la emisión del primer programa, Canal Quickie aprovechó para pedir a los espectadores que se convirtieran en suscriptores de pago en Twitch con una promesa: si llegaban a los 200, estaban dispuestos a comenzar la segunda entrega desde la entrada de las instalaciones de Mediaset. "Si estuviera yo ahí, no solo iría a la puerta de Mediaset, sino que entraba. Les diría: '¡14 años que os hemos llenado los bolsillos!", protestó Kiko Hernández cuando habló con sus excompañeros a través de una llamada telefónica. "Desde luego", se escuchó decir a Belén Esteban.
Kiko Hernández habló poco, pero su intervención fue una de las más explosivas y aprovechó también para vengarse de Ana Rosa cuando presumió del número de seguidores que tenía Canal Quickie. "Al ritmo que vais, os queda muy poco para ganar a la otra: ARRRR", espetó. "¡No, no, no!", intervino María Patiño. "Hay sitios para todos".
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