En cinco años, TVE ha aumentado su gasto en entretenimiento un 39% y ha perdido un 11% de audiencia

1. David Saiz

5/04/2024 - 15:58

El fichaje de David Broncano por RTVE lleva un mes yendo y viniendo a la mesa del consejo de administración de la Corporación, que este jueves frenó por segunda vez la contratación del humorista. Está paralizado a la espera de que la nueva presidenta interina, Concepción Cascajosa, resuelva las dudas jurídicas que ha admitido tener y sea capaz de formar una mayoría de cinco votos que saque adelante la contratación de un presentador jienense. La sucesora de Elena Sánchez cuenta de momento con cuatro votos a favor y tres en contra; los otros dos están en el aire.

El BroncanoGate se ha convertido en foco mediático desde que este periódico destapara a finales de febrero la operación promovida desde Moncloa para situarlo en La 1 como rival de Pablo Motos. El presentador de El Hormiguero está considerado el azote mediático que más perjudica la imagen del presidente del Gobierno, y es a diario el espacio más visto de la televisión.

El empeño del propio Pedro Sánchez por fichar a Broncano, cuyo contrato con Movistar Plus+ termina en junio si no se renueva, ha puesto de manifiesto el caos de la cadena, protagonista de un auténtico culebrón. El escándalo ha encendido el debate sobre el altísimo coste que supondría para RTVE un programa que contará con un presupuesto de 14.076.135 euros para cada una de las dos temporadas que recogía el acuerdo previsto. Más de 28 millones para una operación de alto riesgo, porque muy pocos analistas del sector aciertan a explicar qué posibilidades tiene de triunfar un programa como La Resistencia en una cadena pública y generalista que exige contenidos familiares y más amplios que los que el showman ofrece en la televisión de pago, donde la audiencia real apenas llega al 0.15%.

El contrato que Cascajosa no ha podido de momento sacar adelante recoge algunas cláusulas polémicas, entre ellas la que impide a RTVE cancelar el programa durante su primer curso de emisión, incluso siendo un fracaso, porque RTVE no exige un mínimo de audiencia (share de corte) para esa primera temporada en La 1. Sí lo hace de cara al segundo año, pero el listón en este caso es poco menos que ridículo (7,5%). Ese dato es muy inferior a la media de una cadena que acaba de cerrar marzo con una marca muy baja, tan solo 9,2% de share, el peor dato en casi un año. El canal lleva dos meses como la tercera opción, por debajo de Telecinco, un hecho que advierte de la importante crisis que afecta a la pública, actualmente sin director de Contenidos tras la salida de José Pablo López hace una semana.

La situación de TVE es mala a pesar de que cuenta con un descomunal presupuesto con el que nutrir su programación. En la temporada 2022/2023, la última de la que se tienen datos oficiales, el coste de la parrilla de La 1 fue de 422,50 millones de euros, la más cara de las últimas seis, para un resultado final de 9,6% de cuota media (tercera opción). Las anteriores se repartieron de la siguiente manera: 388,46 millones de euros (8,8%) en la 2021/2022; 366,36 millones (8,9%) en la 2020/2021; 308,08 millones (9,6%) en la 2019/2020; 335,62 millones (9,7%) en la 2018/2019; y 304,16 millones (10,8%) en la temporada 2017/2018, según los datos que la expresidenta interina, Elena Sánchez, ofreció en una respuesta parlamentaria.

Los últimos fracasos salen caros a TVE

La televisión, claro está, no es una ciencia exacta y nadie conoce la fórmula del éxito, pero en la última temporada RTVE acumula un buen puñado de fracasos (el 85% de los estrenos han estado por debajo de la media) que han supuesto un importante mordisco para las arcas de la Corporación. Uno de los patinazos más crueles y recientes es Baila como puedas, un formato que se empeñó en sacar adelante el decapitado director de Contenidos, José Pablo López, con un presupuesto de 6.094.950,98 euros. El programa, grabado, enlatado y emitido a rebufo de Bailando con las estrellas (Telecinco), firmó un insignificante 4,7% en su última entrega y ya está sentenciado de muerte (5,8% de media).

Maestros de la costura, cuya última edición no está a la altura de las expectativas (8,3%), ha costado 5.061.773 euros, mientras que El mejor de la historia, un proyecto presentado por Silvia Intxaurrondo que tuvo que ser relegado al late night por su mala audiencia (5,2%), se llevó 1.969.227,87 euros. Bake Off sí ha logrado salvar los muebles (11,1% de media), con un presupuesto de 6.215.046,13 euros y un casting repleto de concursantes rescatadas de Mediaset y del universo del difunto Sálvame (Rocío Carrasco, Terelu Campos o Alba Carrillo), que ha sido una de las principales líneas de actuación de José Pablo López en los últimos meses.

El cajón de RTVE cuenta con otros programas que nacieron con la ambición de salvar la cadena pública, pero acabaron convertidos en cadáveres televisivos incapaces de competir con los formatos de las cadenas privadas. Dúos increíbles supuso un desembolso de 6.799.136 euros para la Corporación y tan solo alcanzó un 7,7% de media. Cover Night, por su parte, tuvo un presupuesto de 7.634.700 euros y se despidió de la parrilla de La 1 con un bajísimo 6,9%. En el caso de El Conquistador, un formato que sí triunfa en ETB, tan solo cosechó un 8,8% a pesar de que se llevó 5.654.560 euros. Ninguno de ellos volverá a ver la luz.

De la quema se salva el Gran Prix, un formato con 30 años de historia que regresó el verano pasado -fuera de temporada, por lo tanto- con un presupuesto de 3.800.319 euros y logró casi un 20% de media (19,2%). Curiosamente es uno de los presupuestos más bajos -es cierto que contó con siete entregas- y el que ha resultado más competitivo. También resiste Masterchef, un valor seguro que siempre da una bocanada de oxígeno a la parrilla de la cadena pública. La última edición Celebrity tuvo un coste de 7.384.193 euros y alcanzó un destacado 15,9% de share; y la de anónimos superó los 9 millones (9.114.582 por 25 entregas) para un 13,3% de media. En este caso también hablamos de un formato que lleva más de una década en parrilla y su aprobación es muy anterior a la etapa de José Pablo López que acaba de terminar.