Lo que durante años fue un proyecto de vida en común se ha terminado. Joaquín Torres, prestigioso arquitecto de 55 años, y Raúl Prieto, director de televisión de 48, han puesto fin a su historia sentimental. La noticia, adelantada en primicia por Informalia, ha sido confirmada por el propio Torres, que reconoce que llevan tiempo distanciados.

El arquitecto, que en mayo de 2023 pronunció el "sí, quiero" en Sevilla, nunca imaginó que aquella promesa de amor eterno acabaría rompiéndose poco más de dos años después. Aunque los rumores circulaban desde hace meses, no había confirmación oficial hasta ahora: cada uno ha tomado su camino y ya no conviven bajo el mismo techo.

La exclusiva de Informalia

En un panorama mediático en el que abundan las conjeturas y los desmentidos, fue Informalia el medio que primero destapó el desenlace. Lo hizo hace semanas, cuando apenas circulaban comentarios en voz baja en su entorno más cercano. Hoy, los hechos han dado la razón a aquella exclusiva: el vínculo se ha roto de manera definitiva.

"Lo mejor era seguir adelante por separado", reconocen fuentes consultadas. Aunque intentaron mantener viva la llama, la realidad terminó imponiéndose. A pesar de lo mediática que fue su boda, la separación se ha gestionado con absoluta discreción.

De la ilusión al adiós

Torres y Prieto se conocieron en 2012, cuando él colaboraba en televisión en una sección de arquitectura y Raúl ejercía de director de Sálvame. La complicidad laboral pronto se transformó en algo más profundo. En 2017, decidieron dar un paso al frente y oficializar su compromiso con una celebración que reunió a numerosos rostros del universo televisivo.

El enlace en la Casa de Pilatos de Sevilla fue todo un acontecimiento. Allí se dieron cita figuras como Belén Esteban, Terelu Campos, Rocío Carrasco, Carlota Corredera, Emma García o Kiko Matamoros. Una fiesta que sellaba la unión y que tuvo incluso un preludio en un crucero por el Guadalquivir. Sin embargo, lo que comenzó con ilusión terminó convirtiéndose en una relación marcada por dificultades personales y profesionales.

Obstáculos en el camino

Torres no ocultó jamás las dificultades que tuvo que afrontar en su vida privada. Antes de comenzar su historia con Raúl, estuvo casado con Mercedes Rodríguez Parra, madre de sus dos hijos. El arquitecto ha reconocido en numerosas ocasiones que comunicar a sus pequeños su orientación sexual fue uno de los momentos más complicados de su vida.

Superado ese trance, el arquitecto vivió años de estabilidad emocional. Pero los últimos tiempos no fueron fáciles: en diciembre de 2023 sufrió un grave accidente de moto que le llevó al quirófano en seis ocasiones y que derivó en una peligrosa infección ósea. Apenas tres meses más tarde, en marzo de 2024, perdió a su madre tras una larga enfermedad, y poco después su padre fue ingresado por un delicado problema de salud.

A todo ello se sumó un duro enfrentamiento familiar con su hermano Julio, al que acusó de haber arruinado a sus padres con presuntas irregularidades financieras. Un cúmulo de golpes que desgastaron profundamente al arquitecto y, de rebote, también a Raúl.

Primeras grietas

En mayo de 2024, Torres admitió que necesitaba distanciarse de Raúl para no descargar sobre él toda su frustración y su dolor. "No era una crisis, era una manifestación de amor", explicó entonces. Pero, aunque la intención era proteger al otro, el efecto real fue abrir una grieta que nunca se cerró del todo.

El arquitecto lo definía como "el amor de su vida" y aseguraba que era la persona que más lo había querido. Sin embargo, las circunstancias externas, sumadas a un desgaste natural, terminaron marcando el final.

Una ruptura sin ruido

Lejos de protagonizar escándalos, el final se ha producido con serenidad. Ni grandes declaraciones ni reproches: simplemente, cada uno ha decidido seguir adelante con su camino. Los indicios estaban claros: dejaron de seguirse en redes sociales y su presencia conjunta desapareció de los focos.

Familiares y amigos conocían la situación desde hace tiempo, pero han respetado el silencio y la discreción con la que ambos han querido gestionar este desenlace. Hoy, Joaquín está plenamente centrado en sus proyectos de construcción y rehabilitación, mientras que Raúl continúa vinculado al mundo de la televisión.

El valor de una primicia

Que la noticia no trascendiera hasta que Informalia lo contó primero no es un detalle menor. En un mundo mediático donde abundan rumores, este medio consiguió adelantarse a todos, señalando con precisión que la historia había llegado a su fin.

Lo que en su día fue una boda llena de flashes y expectativas se ha cerrado en privado, con la misma discreción con la que, a pesar de su exposición pública, supieron vivir muchos momentos de su vida en común.

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