Cayetana Guillén Cuervo se rinde al directo de Natalia Lafourcade y Valeria Castro, con la feliz confesión de la artista mexicana en la noche marbellí

Starlite Occident vivió este fin de semana una de sus noches más emotivas con la esperada actuación de Natalia Lafourcade y Valeria Castro. El público se rindió a la sensibilidad de dos artistas que convirtieron el festival marbellí en un encuentro íntimo y lleno de nostalgia. Dos generaciones, dos estilos diferentes, pero la misma magia sobre el escenario.

Lafourcade abrió fuego con su guitarra y esa voz única que mezcla dulzura y fuerza a partes iguales. Vestida de negro y con una calma que desarma, fue desgranando sus éxitos de siempre —Hasta la raíz, Tú sí sabes quererme o Nunca es suficiente— junto a nuevas canciones de su Cancionera Tour, el esperado regreso tras un tiempo alejada de los escenarios. La cantante mexicana no solo conquistó con su música, sino también con la confesión de la feliz noticia de su embarazo, que el público recibió entre aplausos y cariño. El momento álgido llegó con la complicidad sobre el escenario junto a Valeria en Cómo quisiera quererte, un tema que sacó las emociones a flor de piel.

Después, le tocó el turno a Valeria Castro, la voz canaria que a sus 25 años ya es una de las grandes promesas del panorama nacional. Su directo fue puro sentimiento, con canciones cargadas de verdad como La soledad, Devota o Guerrera, que recorren un universo íntimo y honesto. La química con Natalia volvió a brillar en Debe ser, un tema que unió a las artistas en un doblete que pasará a la historia.

Entre los asistentes no faltaron rostros conocidos. Cayetana Guillén Cuervo, Teresa Riott y Valeria Mazza fueron algunas de las personalidades del mundo del espectáculo y la cultura que se dejaron ver en una noche marbellí marcada por la música con alma.

La que fuera una de las amigas más íntimas de Amaia Montero no faltó a su cita más especial del verano y lo hizo deslumbrante: lució un vestido rojo pasión de corte skater con plisados, que combinó con unas sandalias de plataforma doradas y su melena rubia suelta, al viento.

Acudió acompañada de Sandra García-Sanjuán, fundadora y presidenta ejecutiva del grupo Starlite, alma mater del festival más multitudinario del verano marbellí. Para la ocasión, la empresaria apostó por un llamativo maxi dress dorado con estampado animal print, cuello halter y sutiles transparencias. Completó el estilismo con un peinado efecto mojado y la ya icónica bolsa del festival.

La noche también tuvo su habitual desfile de estilo en los jardines de Starlite. Invitados, empresarios, actores y amantes de la música disfrutaron de una velada de lo más especial en la que el arte y el espectáculo volvieron a darse la mano.