En los vastos y tranquilos paisajes del oeste estadounidense, una nueva amenaza acecha en la oscuridad: el regreso del lobo gris, una especie antes al borde de la extinción que ahora ha recuperado territorio… y hambre. Para los ganaderos de zonas rurales como la cuenca de Klamath, entre California y Oregón, la situación ha pasado de ser anecdótica a alarmante. Cientos de cabezas de ganado han sido devoradas por estos depredadores, que aprovechan la facilidad de encontrar alimento en pastizales abiertos.
Ante la creciente desesperación de los rancheros, las autoridades han comenzado a probar estrategias inesperadas para repeler a los lobos sin dañarlos —una exigencia legal, ya que la especie sigue protegida por leyes de conservación. Entre esas estrategias destaca una medida sorprendente: usar drones equipados con altavoces que emiten sonidos estresantes para los lobos, incluyendo canciones de AC/DC y fragmentos de peleas cinematográficas protagonizadas por Scarlett Johansson.
Tecnología en los pastizales
La escena parece sacada de una película de ciencia ficción rural. Equipos de biólogos, expertos en fauna y supervisores del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) recorren los ranchos en camionetas cargadas con tecnología de última generación. Entre las herramientas principales están drones con cámaras térmicas capaces de detectar animales entre los árboles en plena noche. Una vez localizado el objetivo, se activan altavoces que emiten sonidos diseñados para incomodar al lobo.
Uno de los favoritos del equipo: "Thunderstruck" de AC/DC. También han recurrido a grabaciones de discusiones humanas, fuegos artificiales, disparos y una escena particularmente tensa de la película Historia de un matrimonio, en la que Scarlett Johansson y Adam Driver se enfrentan en una acalorada pelea. Todo vale para enviar el mensaje: los humanos no son buena compañía.
"Necesitamos que los lobos asocien estos sonidos con peligro y se mantengan alejados del ganado", explica en The Wall Street Journal Paul Wolf, supervisor de distrito del USDA (y sí, su apellido es literalmente Wolf, lobo en inglés). Desde 2022, lidera un estudio sobre métodos de disuasión no letales en el sur de Oregón, en respuesta a una oleada de ataques que dejó más de una docena de vacas muertas en menos de un mes.
Resultados prometedores… pero con límites
Los resultados iniciales son alentadores. Durante un período de 85 días en el que los drones estuvieron patrullando constantemente, las muertes de ganado por ataque de lobo se redujeron drásticamente: solo dos casos registrados. Pero no todo ha sido sencillo. Los drones actuales solo pueden volar unos 20 minutos antes de necesitar recarga, y en más de una ocasión han tenido que abandonar una misión justo cuando la amenaza era inminente.
Uno de los incidentes más llamativos ocurrió cuando un lobo, tras ser detectado por un dron, reaccionó juguetonamente como si estuviera invitando al aparato a jugar. Desde entonces, el equipo añadió altavoces para emitir comandos humanos. En otra operación, un dron se estrelló contra un árbol y perdió una costosa cámara térmica de más de 20.000 dólares (algo más de 18.000 euros).
A pesar de estos desafíos, la tecnología ha sido una herramienta valiosa, especialmente en zonas donde los rancheros viven con miedo constante. "Me deja dormir tranquila", dice Wendy Gauthier, copropietaria de un rancho atacado recientemente. "Mi esposo y yo somos los únicos que cuidamos el ganado, y esto es un alivio enorme", señala en WSJ.
La noche del lobo
Durante una de las últimas operaciones, los especialistas esperaban atrapar en plena acción al famoso lobo CA102, identificado por su collar con GPS. Aunque esa noche no apareció, al día siguiente el equipo se trasladó al rancho Prather, donde un ternero había sido atacado la noche anterior.
A las dos de la madrugada, los drones captaron señales. Una silueta blanca en la pantalla térmica reveló la presencia del depredador acercándose a las vacas dormidas. El dron lo iluminó con un potente foco mientras el operador le gritaba desde el altavoz: "¡Lárgate de aquí!". El lobo huyó al bosque, pero poco después apareció otro. Esta vez, el piloto decidió poner "Blue on Black" de Five Finger Death Punch. Los dos lobos retrocedieron aún más, y el ganado se salvó.
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