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Eugenia Osborne confiesa, entre lágrimas, la secuela que le dejó la muerte de su bebé: "La siento dentro de mí"

Eugenia Osborne nunca olvidará el año 2013, cuando, tras cumplir su sueño de volver a ser madre, conoció la muerte de su hija melliza, Leticia, solo ocho días después de nacer. "Separarme de ella ha sido lo más difícil a lo que me he enfrentado y seguramente me enfrente en la vida", se sinceró la hija mediana de Bertín Osborne y Sandra Domecq en su última entrevista.

El segundo embarazo de la psicóloga, madre de los pequeños Juan , Sandra y Tristán, fue buscado. Sin embargo, la noticia le pilló "por sorpresa". "Me enteré que eran mellizas y lloré del miedo", explicó en Madres: desde el corazón, el mismo programa donde recientemente Nuria Fergó habló de su ruptura.

Su entonces marido, Juan Melgarejo, vivía en Italia por trabajo, y ella en Madrid. "Iba a estar sola", apuntó Osborne, afirmando que, al ser un parto doble, debía guardar reposo. Después, a las 27 semanas de gestación se marchó a Jerez. Por el momento, todo iba bien.

Osborne narra que, al ser un parto doble, tenía que guardar reposo, y a las 27 semanas de gestación decidió irse a Jerez y pasar un fin de semana con su familia. "En ningún momento intuí que había algo que no funcionaba", avanzó. Fue de vuelta a Madrid cuando empezó a sangrar y fue trasladada de urgencia al hospital. Sandra y Leticia nacieron el 23 de noviembre de 2013 con un parto prematuro. "Sandra pesó 800 gramos y Leticia 750, eran muy chiquititas", explicó.

Al octavo día de dar a luz, Leticia "no aguantó", perdió la vida. "Tuve que decirla adiós", lamentó la coach, entre lágrimas. Una experiencia que su propio padre ya vivió con la pérdida de su hijo Cristian a las dos semanas de vida: "Se aprende a vivir con ello, pero no se supera. No creo que se pueda superar". Casi 12 años después, aún sufre el síndrome del miembro fantasma, que se refiere a la sensación de que un miembro amputado aún esté presente. Es lo que percibe, en su caso, con su hija Leticia.

"Yo a veces sigo sintiendo a Leticia moviéndose dentro de mí, probablemente es cosa de mi cabeza, pero llego a sentir que está aquí, en mi barriga, es una sensación súper rara, y no lo olvidas", zanjó Osborne, cuyas declaraciones llegan días después de reaccionar a los desprecios de los que le acusa Gabriela Guillén, la madre del último hijo del recién nombrado conde de Donadío de Casasola.

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