La repercusión pública del caso de agresión sexual y sumisión química denunciado por Paloma Lago ha devuelto a la atención mediática a una figura que, desde hace años, hanía mantenido un perfil discreto. Aunque siempre reconocida por su elegancia, Paloma Lago ha evitado involucrarse públicamente en temas controvertidos, incluso en asuntos relacionados con el machismo en el ámbito profesional.
Sin embargo, el pasado 22 de diciembre, en un acto social celebrado en Madrid, Paloma Lago fue abordada por un reportero de Europa Press que le preguntó por el acoso que muchas mujeres sufren en la industria de la moda. La presentadora, con una amplia trayectoria como modelo, respondió con evasivas: "Vengo a pasarlo bien, hay alegría. Ponerme tan trascendental no es el momento, pero por supuesto soy solidaria con todo y con todos". Pocos días después, el 27 de diciembre, según consta en la denuncia presentada en enero, Lago habría sido víctima de una presunta agresión sexual bajo sumisión química. El denunciado: Alfonso Villares Bermúdez, conselleiro do Mar de la Xunta de Galicia en el momento de los hechos. Su respuesta el 22 de diciembre fue, como en otras ocasiones, esquiva. Sin embargo, la gravedad de los hechos denunciados, y la implicación de un alto cargo del gobierno gallego, han situado su caso en el centro de la actualidad informativa.

La vida personal de la presentadora, nacida en Ferrol en 1967 en el seno de una familia gallega vinculada al ámbito cultural y deportivo, ha estado marcada por episodios sentimentales complejos. Lago es hija de Quico Pérez-Lago, empresario y apasionado del mundo ecuestre, muy conocido en su ciudad natal por su implicación en actividades culturales y deportivas. Paloma heredó de su padre la afición por los caballos, y junto a él compartió muchos momentos familiares que hoy recuerda con especial emoción. Quico Pérez-Lago falleció en enero en Navidad a los 95 años, justo en el momento en que su hija presentaba la denuncia por la presunta agresión. Su madre, Chus Gómez Deaño, también de avanzada edad, atraviesa un momento de especial preocupación por la salud emocional de su hija, de acuerdo con las fuentes familiares consultadas.
Lago construyó en Madrid una sólida carrera como modelo y presentadora de televisión. Fue imagen de importantes marcas, condujo programas en prime time y llegó a presentar las campanadas de Fin de Año en TVE junto a Ramón García, durante varios años. Su primer matrimonio, con Javier García Obregón, duró una década y fruto de esa unión nació su único hijo, Javier, quien contrajo matrimonio el año pasado. Tras su divorcio, Paloma regresó a Ferrol para estar más cerca de su familia y reconectar con sus orígenes.

Entre sus relaciones posteriores, destaca la que mantuvo con Álvaro Bultó, empresario y aventurero de conocida trayectoria mediática, que en su juventud fue novio de la infanta Cristina. La relación con Lago fue intermitente, con varias reconciliaciones, y concluyó de forma amistosa. Bultó falleció trágicamente en 2013 en un accidente de wingsuit en los Alpes suizos.

Posteriormente, se conoció que Lago mantuvo una relación sentimental con el policía nacional Daniel López, a quien conoció en 2014 durante los actos de proclamación del Rey Felipe VI.

También se la vinculó sentimentalmente al político Miguel Antonio Campoy, diputado del PP por Alicante.

Wojciech Sarjusz Zaleski, el polaco "descendiente del conde Drácula"
Sin embargo, uno de los episodios más difíciles de su vida fue su relación con Wojciech Sarjusz Zaleski, un ciudadano polaco que se presentó ante la opinión pública como un supuesto aristócrata descendiente del conde Drácula. En 2008, trascendió que Zaleski había solicitado a Lago una importante suma de dinero —140.000 euros, según consta en documentos judiciales— para una inversión en un fondo polaco centrado en la industria láctea. La presentadora, que entonces gozaba de gran popularidad, explicó que no sospechó de las intenciones del individuo debido al elevado nivel de vida que exhibía y a las constantes muestras de afecto que le dedicaba.
El caso derivó en una denuncia penal por intento de homicidio y estafa. La justicia acabó dando la razón a Lago (defendida por Teresa Bueyes): Zaleski fue condenado a dos años de prisión y a reintegrar el dinero defraudado, aunque apenas se recuperó una pequeña parte del importe, ya que el acusado no tenía bienes a su nombre. El episodio fue especialmente doloroso para Lago, que prefirió no revivirlo públicamente, y cuando fue mencionada la cuestión en programas de televisión, su reacción fue claramente evasiva. En 2004, durante una emisión del programa Fiesta, conducido por Emma García, la presentadora se mostró visiblemente incómoda al ser interrogada sobre el caso y llegó a amenazar con abandonar el plató.

En el entorno familiar y profesional de Lago se coincide en destacar su prudencia y reserva. Desde su regreso a Galicia, ha participado en proyectos televisivos autonómicos y ha seguido siendo rostro habitual en actos institucionales y benéficos. Según fuentes consultadas por Informalia, mantuvo durante meses una relación discreta con Alfonso Villares, conselleiro de Mar y miembro destacado del gobierno gallego. Hasta esta semana no se había hecho pública esa relación.
La denuncia presentada por Lago, que apunta a una presunta agresión sexual cometida bajo sumisión química el 27 de diciembre, ha desencadenado un terremoto político. El 5 de junio, Villares convocó una rueda de prensa urgente para anunciar su dimisión como conselleiro y su renuncia al aforamiento, con el objetivo de "defenderse como cualquier otro ciudadano". Al día siguiente, el Partido Popular confirmaba que el ex alto cargo había solicitado su baja temporal como afiliado. Durante esos días, también trascendió que el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ya conocía la existencia de la denuncia desde febrero y había respaldado la decisión de su consejero de abandonar el cargo, expresando su deseo de que "se haga justicia cuanto antes".

Villares, veterinario de formación y político con tres décadas de trayectoria, ha mantenido tradicionalmente un perfil discreto. Fue alcalde de Cervo (Lugo) durante 16 años antes de ser nombrado conselleiro en 2023. Sus redes sociales, limitadas casi exclusivamente a su actividad institucional, reflejan esa cautela respecto a su vida privada. Cercano al presidente Rueda, es considerado por sus allegados como una persona afable, sociable y amante del deporte. Su entorno insiste en su inocencia y en la confianza de que el proceso judicial esclarecerá los hechos.
Mientras tanto, Paloma Lago ha optado por alejarse del foco mediático. No ha realizado declaraciones públicas desde que se conoció la imputación, y mantiene un silencio absoluto que contrasta con la intensidad del debate público que ha suscitado el caso. En un país donde muchas veces la vida privada se convierte en espectáculo, su decisión de mantenerse al margen podría interpretarse como una forma de preservar la dignidad en medio de una situación dolorosa y compleja.