¿Fue Joana Sanz cómplice (de nada, si no hay condena), víctima colateral o simplemente una mujer atrapada en una tormenta que nunca imaginó? ¿Fue solo víctima de una infidelidad (que no es delito)? La respuesta dependerá de la perspectiva de cada quien, pero lo que es seguro es que su vida nunca volverá a ser la misma. Este sábado nos llegaba un contundente comunicado dela modelo: "No se vayan a tener que morder la lengua que a veces envenena", decía. La absolución de Dani Alves ha generado un intenso debate social y mediático. El futbolista brasileño, que cumple 42 años en mayo, pasó más de un año en prisión tras ser condenado en primera instancia por la presunta violación de una joven en la discoteca Sutton de Barcelona en la madrugada del 31 de diciembre de 2022. Sin embargo, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña revocó la sentencia al considerar que existían inconsistencias y contradicciones en la resolución inicial, lo que llevó a la anulación de las medidas cautelares y a su puesta en libertad. Joana Sanz es un personaje esencial en este debate.
En medio de todo este proceso, una figura ha estado presente de manera constante, a veces como testigo, otras como una sombra difícil de interpretar: Joana Sanz. La modelo tinerfeña, esposa de Alves desde 2017, ha sido objeto de especulación y críticas por su comportamiento a lo largo del caso. En diferentes momentos, se la ha visto distanciándose del futbolista y, en otros, mostrando apoyo incondicional. ¿Ha sido una mujer que ha defendido su relación más allá de las circunstancias, o simplemente una víctima colateral de un caso que la ha sobrepasado? Joana Sanz y Dani Alves comenzaron su relación en 2015, cuando ella tenía 22 años y él diez más, un año después, contrajeron matrimonio en París. Posteriormente, en 2017, celebraron una segunda ceremonia más íntima en Formentera. Para entonces, la modelo ya había consolidado su carrera en la industria de la moda, desfilando para importantes firmas internacionales.
Sin embargo, la estabilidad de su matrimonio se vio sacudida cuando Alves fue detenido el 20 de enero de 2023. En un primer momento, Joana intentó mantenerse al margen de la polémica, pero el escándalo mediático la arrastró. Sus publicaciones en redes sociales, en las que mostraba una aparente normalidad, fueron interpretadas como una señal de apoyo al futbolista. En una imagen en la que se la veía sentada sobre las piernas de Alves, escribió: "Y sí, somos felices, y a quien le moleste, que no mire". Pero la presión se hizo insostenible. En marzo de 2023, Sanz anunció su separación a través de una carta manuscrita publicada en Instagram. En ella, hablaba del dolor que sentía por la situación y de la necesidad de seguir adelante por su bienestar emocional. A pesar de ello, siguió visitando a Alves en prisión y nunca dejó de defender su inocencia en público.
La estrategia de defensa de Alves y el papel de Sanz
Uno de los aspectos más llamativos del juicio contra Alves fue la inconsistencia en sus declaraciones. En un principio, negó conocer a la víctima. Más tarde, reconoció haber estado con ella en el baño de la discoteca, aunque sin contacto sexual. En versiones posteriores, admitió sexo oral y, finalmente, penetración, siempre alegando que fue consentido. El propio futbolista justificó sus cambios de versión como un intento de proteger su matrimonio con Joana Sanz. Esta afirmación puso a la modelo en el centro de la estrategia de defensa. ¿Era ella un pilar fundamental en su argumentación o simplemente un recurso más para sembrar dudas sobre las acusaciones? Durante el juicio, Sanz compareció como testigo y evitó hacer declaraciones que pudieran perjudicar a Alves. Esto generó críticas en algunos sectores que consideraban que su testimonio estaba condicionado por su relación con el futbolista. A pesar de haber anunciado su separación, su cercanía con él y su presencia en las visitas a la cárcel alimentaron las especulaciones sobre su verdadero papel en el proceso.
El impacto personal y profesional de Sanz
Más allá del caso judicial, Joana Sanz ha vivido una montaña rusa emocional que ha afectado tanto su vida personal como su carrera. En el último año, decidió retirarse del modelaje, alegando la necesidad de encontrar estabilidad emocional y personal. En un mensaje publicado en redes sociales, confesó que había pasado meses trabajando con una sonrisa forzada mientras lidiaba con un profundo dolor interno. "Estos dos últimos años me he visto obligada a trabajar con una gran sonrisa y tragándome las lágrimas de tanto dolor que tenía dentro porque es lo que hay si quieres pagar las cuentas", escribió.
Este desgaste emocional no ha sido en vano. Mientras que Alves celebraba su absolución con su entorno más cercano, Sanz ha tenido que hacer frente a las críticas y a la presión mediática. Su imagen pública ha quedado marcada por su vinculación con el caso, lo que podría afectar su futuro profesional si decide regresar a las pasarelas.
Una sociedad dividida ante la sentencia
La absolución de Dani Alves ha sido recibida con alivio por su entorno, pero con indignación por parte de amplios sectores de la sociedad. Muchas voces, especialmente dentro del movimiento feminista, han denunciado que la decisión judicial perpetúa la impunidad en los casos de violencia sexual. Ione Belarra, exministra de Derechos Sociales y actual dirigente de Podemos, expresó su malestar en redes sociales: "La sentencia absolutoria a Dani Alves no sólo desprotege a la víctima, sino que manda un mensaje terrible a todas las mujeres. Basta de justicia patriarcal". En la misma línea, Irene Montero, exministra de Igualdad, afirmó: "La sentencia que absuelve a Dani Alves alegando que la víctima no es creíble es un claro ejemplo de violencia institucional y de justicia patriarcal que desprotege a las mujeres y, como dice la ONU, mantiene la cultura de impunidad de los agresores. Una y mil veces: solo sí es sí". Por otro lado, la familia del futbolista ha celebrado la decisión judicial. Su madre, visiblemente emocionada, agradeció "a Dios por todo". Desde su círculo más cercano se insiste en que la condena inicial afectó no solo a Alves, sino a todos los que lo rodeaban, desde su esposa hasta sus patrocinadores y contratos comerciales.

La relación entre Dani Alves y Joana Sanz es un misterio
La relación entre Dani Alves y Joana Sanz sigue siendo un misterio. A pesar de su anuncio de separación, han sido vistos juntos en varias ocasiones, lo que ha llevado a especular sobre una posible reconciliación. En enero de 2025, una fotografía de ambos en redes sociales avivó los rumores de que podrían estar retomando su relación. Sea cual sea el desenlace, es innegable que Joana Sanz ha pagado un alto precio por su vínculo con Alves. Su carrera, su vida privada y su estabilidad emocional han sido puestas en jaque por un caso que, más allá de lo judicial, ha sido un fenómeno mediático con consecuencias difíciles de medir.