La cara B de los SAG Awards: Demi Moore, el debate por el Ozempic y todos esos vestidos repetidos e imposibles

Los premios Screen Actors Guild 2025 se celebraron este domingo en el Shrine Auditorium and Exposition Hall de Los Ángeles. Antesala de la entrega de los Oscar el próximo fin de semana, la ceremonia presentada por la actriz Kristen Bell reunió a personalidades de la talla de Jane Fonda, que a sus 87 años fue premiada por su trayectoria, con Demi Moore, Ariana Grande y Timothée Chalamet, entre otros. También asistió una de nuestras actrices más internacionales, Úrsula Corberó, protagonista de la serie Chacal. Así se presenció a través de la retransmisión que Netflix emitió para los amantes del cine, que, sin embargo, no presenciaron todo lo que ocurrió tras las cámaras.

Las anécdotas comenzaron con los posados en la alfombra roja. Ariana Grande y la presidenta de SAG-AFTRA, Fran Descher, charlaron y posaron juntas en la pasarela. Y después, durante la ceremonia, la actriz y cantante se dejó ver muy cariñosa con su novio, el intérprete Ethan Slater, como ella, actor de Wicked. Se marcharon antes de que terminara la gala, cogidos de la mano. También se marchó a punto de cerrar la ceremonia el actor Jeremy Strong.

Colin Farrell y Jessica Gunning conversaron entre bastidores, así como también lo hicieron Jamie Lee Curtis con los protagonistas de The Bear, Jeremy Allen White y Ebon Moss-Bachrach. Todos ellos se mezclaron entre el público con Selena Gomez, que acudió con Zoe Saldaña en representación de Emilia Pérez. No hubo rastro, como era de esperar, de Karla Sofía Gascón.

Danielle Deadwyler llegó con un vestido de tres capas de Louis Vuitton hecho a medida. Por su estructura, algunos se preguntaron si podría presenciar la gala con normalidad desde las butacas. "No te sientas, te quedas de pie", explicó ella a People. En este sentido, Karen Pittman y Joey King también dieron que hablar por su vestuario, pues lucieron ambas el mismo vestido negro y amarillo de Carolina Herrera. Esta segunda ya lo llevó en la Gala del Museo de la Academia el pasado año.

Por otro lado, llamó la atención la actitud de Jane Fonda durante una entrevista a Daily Mail. La artista subió al escenario para ofrecer un discurso inspirador sobre el poder de la empatía y la justicia para transformar el mundo. Sin embargo, después mostró "un lenguaje corporal" que "sugería que estaba conteniéndose deliberadamente en lugar de aprovechar el momento". "Hubo largas pausas después de cada pregunta y, a veces, parecía mirar fijamente al entrevistador en lugar de participar en la conversación", explicaron desde el citado medio. "La tensión hizo que la entrevista fuera escalofriante".

Los SAG rescatan el escándalo del Ozempic

El retorno de la delgadez como sinónimo de belleza es un tema que desde hace un tiempo preocupa a quienes aprecian consternados las evidentes pérdidas de peso de las estrellas de Hollywood en las pasarelas. Es por ello que no pasó desapercibida la llegada de Brooke Shields, Ariana Grande, Selena Gomez y Georgina Chapman, entre otras actrices, a los SAG. Enfundadas en trajes que resaltaban su delgada figura, reavivaron el debate en las redes sociales sobre los nuevos estándares que acechan, especialmente, a las mujeres.

Demi Moore, de hecho, fue una de las estrellas que más llamó la atención por este tema. La actriz de La sustancia, película que precisamente denuncia la presión estética que recae sobre las mujeres adultas en la industria cinematográfica, se presentó con un vestido de palabra de honor que dejaba al descubierto sus hombros y los brazos. En la película por la que opta al Oscar a Mejor Actriz ella misma se suministra un antídoto que la acerca al rejuvenecimiento. Nada más lejos de la realidad en tiempos de Ozempic.

Este medicamento se ha puesto de moda entre quienes buscan perder peso rápidamente. Su uso se ha normalizado, precisamente, por sus resultados entre numerosas estrellas de Hollywood. Destinado originalmente para las personas diabéticas, provoca entre quienes lo consumen náuseas, vómitos y diarreas, lo que ayuda a perder peso rápidamente. No todo el mundo puede hacerse con él, ya que la dosis semanal, contenida en un inyector, cuesta cerca de 130 euros.