Tras casi tres meses desaparecido, el ex portavoz de Sumar en el Congreso comienza a enseñar la patita. Este jueves lo veremos en el juzgado, donde responderá ante el juez por las acusaciones de la actriz Elisa Mouliáa, pero no será la primera vez que abandone el magnífico casoplón en el que se ha escondido del foco mediático todo este tiempo, porque hace justo una semana, Iñigo Errejón fue visto en un conocido local de ocio nocturno de Madrid.
El fundador de Podemos acudió junto a un grupo de amigas (entre ellas la que aseguran que podría ser su novia en la actualidad) y aunque intentó pasar desapercibido y no llamar la atención, fue reconocido por el resto de clientes del local. La calma y el buen rollo en el ambiente duró poco porque, según La Razón, algunos presentes comenzaron a increpar a Errejón, acusado de un presunto delito de acoso sexual. La situación se tensó hasta tal punto que el político y sus acompañantes decidieron abandonar el local antes de llegar a mayores.
El que fuera mano derecha de Pablo Iglesias abandonó su casa en el centro de Madrid cuando estalló el escándalo y se ha refugiado en la exclusiva urbanización de Somosaguas, en Pozuelo de Alarcón, a las afueras de la capital. La mansión, propiedad de una amiga, está valorada en más de un millón de euros y tiene piscina, solarium, biblioteca y jardines.
Citado a declarar
Errejón acudirá este jueves 16 a declarar ante el juez Carretero. Está citado a las 12:30 h., una hora y media después de que lo haga Elisa Mouliáa, la actriz que le denunció el pasado mes de octubre por un presunto delito de acoso sexual. El proceso se retoma después de que el magistrado ordenara el archivo temporal de la causa por la baja médica de la abogada de la actriz, que acaba de ser madre. La denunciante, finalmente, será defendida por Alfredo Arrién, el letrado de la becaria que denunció a Nacho Cano.
Los hechos denunciados se remontan a septiembre de 2021, cuando Iñigo y Elisa se conocieron tras semanas de conversaciones a través de Instagram. Fue en la fiesta posterior a la presentación del libro del político donde, según Mouliáa, este la encerró en una habitación y la abordó sobre la cama, realizando tocamientos sin permiso. Más tarde, repitió el mismo comportamiento ya en su domicilio, donde se habían trasladado en taxi.
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