El capitán de La Roja y la modelo italiana anunciaron este lunes su separación provocando un auténtico tsunami mediático y el lanzamiento de comunicados por separado pero con un único objetivo en común: desmentir que hayan infidelidades por parte del futbolista de por medio. Tras siete años casados y cuatro hijos en común, Álvaro Morata y Alice Campello sostienen que han sido "las incomprensiones continúas" en su relación las que han provocado el fin.
Una de las teorías de la separación apunta al estado anímico de Morata (muy criticado por su rendimiento deportivo), que habría afectado a la estabilidad de la pareja: "Hay una pequeña guerra de egos entre ellos en el plano laboral. Morata está vapuleado por la prensa deportiva y las redes, y ella es una chica que nació entre algodones. Su familia es multimillonaria y le va bien con su empresa. Hay celos de él en el plano profesional", contaron este lunes en Espejo Público.
Ahora bien, ¿cómo está el patrimonio del nuevo jugador del Milan y la influencer? La vivienda de La Finca, una de las zonas más exclusivas y caras de Madrid, es el fortín donde tan felices, en apariencia, fueron con los pequeños Leonardo, Alessandro, Edoardo y Bella. Su valor se estima en más de cuatro millones de euros, que ascenderían teniendo en cuenta las reformas que ambos hicieron para dejar el chalet completamente a su gusto.
En cuanto a Morata, es socio de la franquicia de croissants más famosa y lucrativa de España. Desde 2017 forma parte de Manolo Bakes y es uno de sus negocios más lucrativos. Pero no el único. Su imperio, en parte, lo ha construido gracias a la ayuda de su padre, Alfonso Morata, exdirector comercial de la Cadena SER y COPE. En 2019 fundaron Tamora Housing Investments, cuyo objetivo es la explotación de actividades de carácter inmobiliario.
Con un capital social de 3,4 millones de euros y domicilio social en el madrileño barrio de Montecarmelo, en su catálogo figura un local en la calle María de Molina por valor de 2,87 millones de euros y una vivienda en Pozuelo de Alarcón (Madrid), en La Finca, por más de 1,64 millones de euros. El futbolista hizo un negocio millonario después de poner a la venta, en 2019, el chalet que poseía en Mirasierra y en el que fueron atracados. Tras el susto, la familia decidió mudarse a La Finca para mayor seguridad.
Al margen de sus inversiones en grandes negocios, Morata figura también como empresario autónomo en Sevilla, donde encabeza un negocio dedicado al "alquiler de maquinaria y bienes de equipo".
Por otro lado, fue Alice Campello quien introdujo a Morata en el mundo de la moda y la belleza. Tienen dos empresas en común. La primera de ellas Masqmai, una marca de cosmética natural de primera calidad fundada por la modelo italiana en enero de 2017 y a la que pronto se unió su marido. Tras lograr sus objetivos, firmaron un acuerdo de distribución mediante el gigante Sephora: "Álvaro ha sido una pieza clave y me ha acompañado en todos los procesos de creación de los productos. De hecho, para crear la línea de hombres su criterio ha sido fundamental", dijo en una entrevista.
Tras el éxito de Masqmai, Morata y Campello crearon su propia línea de ropa bajo el nombre de Akala Studio, una firma de ropa casual para que todos los miembros de la familia (madres, padres y niños) pudieran ir conjuntados. La marca ya está consolidada y la línea femenina ha experimentado un gran crecimiento en los últimos meses gracias a los diseños personalizados de la modelo italiana.
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