Impresionante regreso el de la atleta norteamericana, que abandonó los Juegos Olímpicos de Tokio en 2020 por problemas de salud mental, visibilizando así la presión a la que están sometidos los deportistas de élite y convirtiéndose en ejemplo tanto dentro como fuera de las pistas. A sus 27 años, Simone Biles deja París con dos medallas de oro en gimnasia artística y ha celebrado el triunfo junto a sus padres y su marido, la estrella de la NFL Jonathan Owens. Este viernes, además ha aprovechado su repercusión mediática para lanzar un recadito a Donald Trump: "Amo mi trabajo negro".
Así ha respondido la de Ohio a un tuit del cantautor Ricky Dávila, que escribió con ironía "Simone Biles es la cabra, gana medallas de oro y domina la gimnasia, es su trabajo negro".
Hay que remontarse al pasado mes de junio, el 27 concretamente, para entender la 'pullita' contra Donald Trump. Aquel día, el candidato republicano a las próximas elecciones presidenciales arremetió en un mitin contra la política de inmigración de Joe Biden: "El hecho es que su gran matanza entre los negros son los millones de personas a las que se le permite entrar a través de la frontera. Ahora están aceptando empleos negros". Sus palabras generaron una gran polémica y muchos detractores y periodistas le instaron a explicar qué era exactamente un "trabajo negro": "Un trabajo negro es cualquiera que tiene un trabajo", se defendió Trump, sin mucho éxito.
No es el primer desprecio público de Trump a la comunidad afroamericana. Hace unos días, arremetió también contra su nueva rival política, Kamala Harris, burlándose del color de su piel: "Ella siempre fue de ascendencia india y solo estaba promoviendo la herencia india. No sabía que era negra, hasta hace unos años, cuando se volvió negra". Y añadió: "Ella fue india todo el tiempo, y luego, de repente, dio un giro y se convirtió en una persona negra y creo que alguien debería investigar eso".