Carolina Monje y las llamadas desesperadas de Ana Obregón para "que se hiciera una in vitro con el semen" de Aless

La historia de Ana Obregón y las no donaciones realizadas hasta el momento a la Fundación Aless Lequio han rescatado las informaciones que se publicaron sobre la actriz y su relación con Carolina Monje, la última novia del joven emprendedor, fallecido en mayo de 2020 a los 27 años por sarcoma de Ewing.

Hay que recordar que este portal, atentiendo a fuentes completamente solventes, ya avanzó en exclusiva que Carolina Monje firmó un documento renunciando al esperma del hijo de Ana Obregón. La diseñadora catalana, que se casó en octubre con su nuevo amor, es una de las pocas personas que puede probar los deseos de Aless y el testimonio de Obregón: que la última voluntad del joven fuera la de tener descendencia después de muerto.

Ana Obregón y Carolina Monje

Como ya contó Informalia en abril del año pasado, apenas un mes después del nacimiento de Ana Lequio, la relación entre la actriz y la joven diseñadora pasó por momentos muy complicados después del fallecimiento del hijo de Alessandro Lequio. Monje sabe perfectamente cuáles fueron la actitud y el tono de Obregón con ella cuando falleció Aless, y no digamos cuando tomó decisiones que no fueron del agrado de la actriz. "En casa cenando, Ana llegó a llamarla hasta diez veces para que se hiciera una in vitro para utilizar el semen", ha explicado la periodista catalana Laura Fa este jueves dando más detalles de las conversaciones entre las dos y reafirmando lo avanzado por este portal en abril del año pasado.

En su día también contamos que la bióloga envió algún mensaje muy duro contra Carolina, que no vamos a describir con mayor exactitud, pero las palabras utilizadas (y escritas) de Obregón dirigidas al móvil de Monje supusieron un total desprecio hacia la joven y su familia.

Sin embargo, tras el nacimiento de Ana Sandra las tornas cambiaron con otro mensaje de la actriz a su 'exnuera', esta vez mucho más amable en el que incluso la invitaba a conocer a la pequeña. No todo quedó en un mensaje: "Estando en Ibiza en una despedida de soltera la llamó casi para obligarla a que conociese el bebé", ha dicho también Fa. "Ana se puso a llorar. Quería darle veracidad al hecho de que esa hija era la hija de Aless, es lo que sentía Carolina".

Tras recibir aquellos mensajes y llamadas, la estupefacción de Monje fue mayúscula teniendo en cuenta lo devenido años atrás, a raíz del fallecimiento de Aless. Preguntado el entorno por las razones de ese enfado expresado por Ana vía móvil contra la persona a la que su hijo amó, nos contaron que Obregón tenía cierto interés en que las aguas bajaran calmadas puesto que Monje, que se ha mantenido todo este tiempo en un silencio ejemplarizante, es de las pocas personas que también conoce cuáles eran realmente los deseos de Aless. Quizá Carolina puede desmontar parte del relato que se ha expuesto a los medios en estos últimos meses. Y esto a Obregón, quizá, no le interesa. Pero hay más.

La reacción de Carolina Monje

"Carolina se quiere quedar en la sombra. Siempre ha querido tener perfil bajo, pero el hecho de estar unida al nombre de Aless y Ana, no le queda más remedio que salir al paso y hacer declaraciones", ha explicado Lorena Vázquez este jueves en el programa de Susanna Griso.

"En este caso no ha sido ella, sino una persona cercana a ella, y nos quiere dejar claro que Carolina se sintió tan abrumada y presionada por Ana Obregón que llegó incluso a pasar un momento complicado hasta el lloro e incluso en el día de su despedida de soltera en Ibiza, el pasado verano. Llegaba a recibir tal suma de llamadas de Ana Obregón y exigencias por parte de la artista... No sé si decir la palabra acoso es demasiado fuerte... Ana necesitaba aliados, Alessandro cogió distancia, y la única aliada que le quedaba es Carolina", ha explicado la periodista.

Gema López ha sacado sus propias conclusiones: "Lo que dijo Laura Fa es que Ana quería era legitimar a esa niña con la presencia de Carolina. Que existiese ese encuentro daba veracidad a la historia que ha contado Ana y que nunca ha confirmado Lequio". Griso ha aclarado: "O sea, el deseo de Aless de ser padre...". López ha recalcado: "E insisto, Alessandro nunca lo ha confirmado y que no conozca a su nieta para mí dice mucho".

Lorena Vázquez ha insistido en la postura de Monje: "Este verano, Carolina, a cuatro días de su boda, seguía escuchando las súplicas de Ana para que conociera a la pequeña Ana Sandra, y Carolina decidió volverse a distanciar y dar la negativa por respuesta. Ella no quiere saber nada de esa niña, no le ve sentido a mantener relación con la pequeña Ana Sandra".

Ana Obregón y Alessandro Lequio

La tensión entre Obregón y Lequio también se ha evidenciado a raíz del nacimiento de Ana Lequio en marzo del año pasado. En febrero, él ya sabía que la niña estaba en camino. En febrero se presentó la fundación de su hijo ante los medios y él no acudió. Entonces se dijo que por Covid. Era la primera vez que se mostró un distanciamiento entre ambos tras la muerte de su hijo, Aless Lequio, en mayo de 2020. A día de hoy, el tertuliano no ha confirmado que la última voluntad de su hijo fuera la de tener descendencia después de muerto. También ha aclarado en reiteradas ocasiones que su única familia son su mujer, María Palacios, y su hija pequeña, Ginevra Ena. Además, fuentes del entorno de Lequio insisten en reiterar que, salvo el testimonio de Ana Obregón, nada prueba que en efecto la pequeña sea hija biológica de Aless.

El ovillo se ha enredado todavía más a raíz de que este portal publicara en exclusiva que hasta el momento Obregón no ha aportado lo que prometió a la fundación de su hijo: ni las excusivas (algo que ha confirmado Lequio en televisión), ni los adelantos recibidos hasta ahora por El chico de las musarañas, el libro que comenzó a escribir Aless durante su enfermedad y terminó de escribir la propia presentadora. En este libro explicó que recurrió a las muestras de semen conservado de su hijo en Nueva York para traer a la niña al mundo por vientre de alquiler. Recalcó Nueva York. ¿Por qué?, nos preguntamos.

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