Julio Iglesias cumple 80 años este sábado 23 de septiembre. Escribir de Julio es escribir de una estrella planetaria de la música melódica, del último crooner estelar, a caballo entre dos siglos y, también, de un personajazo del mundo del corazón. Eran unos años dorados y estaba con Isabel Preysler.
Siete años les duró el matrimonio a Julio e Isabel, de 1971 a 1978. Tuvieron a Chabeli, Enrique y Julio José. Para entonces, Preysler ya despuntó como la gran reina del cuore.
Durante varias décadas conocimos a Julio Iglesias como Julio. Así, tal cual. No había otro Julio. Aglutinó todo el glamour que se puede aglutinar en aquellas fotografías de sus residencias de Miami, Bahamas o República Dominicana. Posaba descalzo, vestido de lino blanco, con esas camisas de cuello mao, la piel bronceada todo el año y una sonrisa de dientes nucleares perfectos.
Su padre, secuestrado por ETA
En 1981, su padre, el doctor Iglesias Puga, fue secuestrado por ETA. Tras 20 días de cautiverio, la policía lo encuentra en Trasmoz, Zaragoza. Este dramático episodio provoca la mudanza de sus hijos a su casa de Miami. Los medios de la época publicaban que el cantante ingresaba unos 3.000 millones de las antiguas pesetas solo en concepto de derechos de autor y propiedad intelectual (unos 18 millones de euros). "No sé cuánto dinero tengo", le dijo una vez a Iñaki Gabilondo, tal y como recoge Lazos de sangre.
La vida del artista madrileño está jalonada de macrocifras: 3.000 amantes que le atribuyeron, según la revista Maxim. Entre otras, Vaitiare, Giannina Facio y actriz Sydne Rome. Ocho hijos (los tres de Preysler y cinco con Miranda) y la paternidad que le reclamaba Javier Sánchez, cuya prueba de adn fue rechazada por el juez. Y más datos: lleva casado con la holandesa Miranda Rynsburger desde el año 2010, después de dos décadas de relación.
Más allá de su azarosa vida sentimental, el cantante siempre ha ejercido de estrella. Siempre ha vivido bajo el foco y ha cuidado con extremo celo su imagen, su melena y su bronceado. Coqueto y maniático, posaba ante las cámaras mostrando su perfil bueno. Sus retoques estéticos fueron motivo de controversia en Lazos de sangre, cuando Ana Obregón salió en su defensa y soltó aquello de "me importa tres pepinos", poniendo en valor todos los hitos cósmicos conseguidos por el madrileño. También es un activista de los placeres. Le encanta lo mundano, el placer terrenal, el vino y el marisco gallego cocido en su punto.
El Real Madrid, en el corazón
El corazón de Iglesias está dividido: la mitad pertenece a la música, con la que cumple 55 años, y la otra mitad, es para el Real Madrid. El accidente que sufrió en 1962 truncó su carrera como futbolista en el club blanco. Durante su recuperación, se volcó en una guitarra, en sus poemas y en sus canciones. Fue entonces cuando compuso la que sería uno de sus hits más emblemáticos, Gwendolyne.
Luego llegó el Festival Internacional de la Canción de Benidorm. En 1968 se proclamó vencedor con La vida sigue igual y ahí arrancó la carrera del crooner español más internacional. Alcanzó la cima de la música como el artista latino que más discos ha vendido de la historia, con más de 300 millones. Ha grabado en 14 idiomas y ha editado 80 discos. Entre los múltiples Grammys, posee otros reconocimientos, como la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes de España, la Legión de Honor de Francia y una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood. Entre sus hits, Con la misma piedra, Me olvidé de vivir, Soy un truhan, soy un señor, De niña a mujer, Me va, me va o Quijote.
"Raro, raro, raro"
Imposible pasar por alto el papel que desempeñó el doctor Iglesias Puga, Papuchi, en la vida de Julio. El ginecólogo, divorciado de Rosario de la Cueva, se volvió a enamorar. De sus vaivenes, fue Ronna Keith, 48 años más joven que él, quien ocupó su corazón. Tuvieron dos hijos: James y la pequeña Ruth. Papuchi, que se viralizó con su "raro, raro, raro", tenía 90 años cuando dejó embarazada a Ronna. La bebé nació poco después de la muerte del doctor, en 2005.
Su salud: "Estoy DPM"
En estos últimos meses saltaron algunas informaciones que aseguraban que su salud se había resentido. Iglesias, preocupado por el revuelo, se lanzó a Instagram para negarlo todo: "He elegido un pequeño tiempo de soledad", hablaba sobre un descanso lejos del foco público para centrarse en sus memorias.
"Vuelvo a leer por todos los sitios que estoy en una silla de ruedas, con la mente perdida y que ni siquiera recuerdo mis canciones, como se puede ser tan mal intencionado y acumular tanta maldad", escribió. "Para aquellos que han hecho dudar de mi salud, les diría que estoy DPM, pero para las gentes que me quieren de verdad por tantos años, decirles que nunca he tenido mi mente más clara", compartió el intérprete de Soy un truhan, soy un señor y de Hey.
El cantante vive alejado de las cámaras desde hace años en sus mansiones de la exclusiva Indian Creek, en Miami, y a caballo entre Bahamas y República Dominicana. Con esas palabras, Julio zanjaba rumores sobre su frágil estado de salud, su movilidad e incluso sus capacidades cognitivas.
Homenajes
Las cadenas han preparado especiales sobre su vida y su carrera para homenajearle por su 80 cumpleaños. Tal y como publicamos, Julio Iglesias no quiere grandes reconocimientos. TVE ha emitido dos capítulos de Lazos de Sangre dedicados al artista.
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